Entrevistado en Radio Caput, Federico Montero, polítólogo, especialista en política latinoamericana y Secretario General de la Federación de Docentes Universitarios (FEDUBA) analizó el golpe de estado en Bolivia y arrojó algunos datos para comprender que puede suceder a futuro para el país vecino.
“Hubo un golpe de Estado promovido por un sector fascista de la oposición con persecución a funcionarios y líderes políticos de la fuerza de Evo Morales obligándolos a renunciar a sus cargos, y esa escalada de violencia terminó de quebrar el frente interno en el espacio de Evo”, analizó Montero.
Por eso, para Montero, “acá hubo una articulación que comenzó a desatarse a partir de la impugnación a la legitimidad de las elecciones. Empezó una encerrona política de sectores de la oposición que encontraron una articulación muy fuerte con sectores de la policía que se auto-acuartelaron y extendieron su solidaridad con la propuesta opositora”.
Sin embargo, Montero no limitó a la oposición política boliviana y a las fuerzas represivas la inestabilidad que obligó a dejar el cargo al presidente, Evo Morales.
“Las fuerzas armadas definieron después su posicionamiento político pero fueron también otros espacios políticos cercanos a Evo Morales como es el caso de la Central Obrera Boliviana (COB) que también solicitó la renuncia de Evo Morales”, analizó Montero, y consideró, en ese sentido, que “también hay algo de la ruptura del dispositivo político propio”.
Por eso Federico Montero, en diálogo con Mal Aconsejados, dijo que “no hay que quitarle importancia a esta espiral de violencia y su capacidad para hacer mella en el dispositivo político que sostenía a Evo”.
La OEA y el vacío que dejó la UNASUR
Montero también se refirió al papel de los organismo internacionales y a la falta de articulación y mediación de los países latinoamericanos con la desaparición del Mercosur, la UNASUR y la CELAC.
“La tarea de demolición sistemática de todos los instrumentos de integración regional que se construyeron durante el avance de los gobiernos populares, como la UNASUR o la CELAC, se nota en la ausencia de instancias de mediación internacional cuando todo queda en manos de la OEA, sobre la que ejerce hegemonía política Estados Unidos”, analizó Montero.
Además, le apuntó a la Organización de Estados Americanos porque “la OEA ya estaba recomendando que se hiciera una segunda vuelta cuando no le corresponde hacer una recomendación de que tipo de acciones políticas tiene que tomar al presidente Morales para la legitimidad de su mandato, porque su intervención es de tipo tècnico electoral para garantizar que se cumplan los procedimientos”.
En ese sentido, consideró que “la falta de mediaciones regionales forma parte de la misma estructura que posibilitó el golpe de estado junto con la acción de la oposición y la intervención de las fuerzas militares”.
El futuro de Bolivia
Federico Montero también apuntó a la oposción política boliviana y no dio por hecho que el próximo gobierno lo asuman los civiles que protagonizaron el golpe de estado en Bolivia.
“Hay que preguntarse si esta oposición en Bolivia tiene la responsabilidad política suficiente para respetar lo que tiene que suceder que es la convocatoria a elecciones”, consideró Montero.
Es que “no hay ninguna razón para que desde el punto de vista institucional para que después de la interrupción del orden constitucional asuma el gobierno la fuerza opositora, sino hablamos de golpe, desestabilización y gobierno de facto”, entendió el analista.
“Acá hay que convocar a las elecciones generales pero hay que ver si se dan las condiciones políticas. Hoy Evo es el candidato más votado, con una diferencia de 10 puntos, y está lejos de haber desparecido su gravitancia política”, concluyó, y se preguntó “hay que ver cual es la propuesta alternativa que surge a ello. La oposición pedía la renuncia y ahí la tienen pero ahora no se sabe como se sale adelante”.
Por último Montero evaluó que “los gobiernos neoliberales alineados con el capital nacional y el extranjero es el factor de mas notable de desestabilización” en América Latina y que “los gobierno populares son, en cambio, los garantes de la estabilidad política ya que hubo mas institucionalidad en gobierno populares que lo que sucede cuando ejerce el gobierno las fuerzas políticas neoliberales”.
