Tras la visita de Laura Richardson, la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, a la Argentina para reunirse con Cristina Fernández, a quien le manifestó la “preocupación” estadounidense por el avance del acuerdo con China para construir la cuarta central nuclear del país (Atucha III), el vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Diego Hurtado, se refirió al tema en diálogo con Radio Rebelde.
“Estados Unidos nunca estuvo a favor de nuestro desarrollo nuclear”, sostuvo el (también) funcionario del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y habló de “disciplinamiento diplomático” y “geopolítica del patio trasero“.
Semanas atrás, antes de la visita de Richardson, una misión “reservada” del Departamento de Estado norteamericano, encabezada por Ann Ganzer, se enfocó en pedir que no avance la compra de un reactor chino que hará posible el proyecto de la Comisión Nacional de Energía Atómica, con argumentos sobre la inseguridad nuclear de sus desarrollos.
La delegación fue hasta Nucleoeléctrica a reunirse con José Luis Antúnez, el presidente de la empresa encargada de administrar las centrales nucleares de Atucha I, II y Embalse, quien contó detalles del encuentro con el que el gobierno norteamericano impulsa el lobby para impedir el acuerdo.
Dos misiones para presionar la caída del acuerdo
Richardson hizo referencia a “la preocupación que generaban las inversiones de China en el rubro energético, aunque no especificó si se trataba de la construcción de una nueva central nuclear”.
La visita generó, incluso, una nueva interna en el gobierno nacional, cuando un grupo de senadores visitó la localidad de Lima, provincia de Buenos Aires (donde se emplazará Atucha III), y reclamó a Gustavo Béliz, que Jefatura de Gabinete, desde donde se administra la aprobación y ejecución de todos los créditos internacionales, acelere la última parte de la ejecución del acuerdo con China.
La sospecha de los legisladores es que el Gobierno tomó nota de la presión estadounidense y congeló las gestiones con el gigante asiático por la construcción de Atucha III.
Antes de Richardson, estuvo en la Argentina una delegación encabezada por la subsecretaria Adjunta de Política de No Proliferación, Ann Ganzer, quien se dedicó a conocer el acuerdo entre la Argentina y China para la construcción de Atucha III.
Senado: reclaman que el Gobierno active la construcción de Atucha III
“Entre cortesías y exquisita diplomacia, Ann Ganzer dijo que era un visita reservada, como nación amiga y que lo hacía preocupada por la posibilidad de que el país compre un reactor chino para su próxima central nuclear de gran potencia”, dijo Antúnez al diario Página 12.
La jefa de la misión diplomática del Departamento de Estado estuvo el 6 de abril en el edificio de Villa Martelli, que aloja a la empresa operadora de las centrales de energía nuclear más grandes de la Argentina. La gira, extendida entre el 4 y el 8, incluyó reuniones en Casa Rosada con Juan Manzur, Jorge Taiana y Daniel Filmus. Reunión con el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz. Otras en Cancillería y recorrida al predio bonaerense de Atucha y de la empresa Impsa, en Mendoza, para observar el desarrollo del Carem, un prototipo de reactor modular, que desarrolla la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
“Nos dijo que lo que iban a decir no implicaba una indebida intromisión en asuntos internos de la Argentina –sigue Antúnez–, pero quería que supiéramos bien qué es lo que iba a ocurrirle al país si contrataba el reactor chino. Dijeron que esa tecnología estaba todavía inmadura. Que recién estaría madura cerca de 2030 y que los reactores han adolecido de muchas fallas: fallas de combustible, fallas de máquinas, fallas de diseño”.
“El diálogo era cordial aún tratándose de temas muy filosos, especialmente en esa afirmación y nuestra respuesta”, sigue Antúnez. “Sostuvieron que el reactor Hualong chino, que está por comprar Argentina, no tiene casi experiencia de uso y tiene un diseño que no pasaría la aprobación de un regulador occidental. Como país amigo, sugirieron no comprarlo y reemplazarlo por tecnología occidental. Este señor siguió mostrando recortes periodísticos, cosas técnicas y así finalizó la parte de ellos”.
Desde la CNEA salieron a responder
Diego Hurtado, vicepresidente de la CNEA, se refirió a las presiones de Estados Unidos para que no avance el acuerdo con China. “Desde lo que nosotros entendemos como tecnología estratégica y como soberanía es un tema muy sensible”.
“La Comisión Nacional de Energía Atómica tiene una larga historia de presiones internacionales desde su creación en 1950, entre las que se destacan las de Estados Unidos”, dijo Hurtado, quien sostuvo que “Estados Unidos nunca estuvo a favor del desarrollo nuclear en Argentina, lo hizo saber y dio señales explícitas e implícitas, con diplomacia formal e informal, con los que trató de frenar, obstaculizar y clausurar algunos proyectos”.
“La geopolítica del patio trasero apunta que Argentina no compita en un segmento de altísimo valor agregado y tecnologías de punta, y ahí viene el disciplinamiento de la diplomacia norteamericana”
Diego Hurtado, vicepresidente de la CNEA.
Hurtado sostuvo que “para nosotros es un caso alarmante de injerencia”, y dijo que “lo que está en disputa es la decisión que toma nuestro país de relanzar el plan nuclear en 2006, tras atravesar la década del ´90 con obras paralizadas, desfinanciadas. Acá hay que mirar la importancia que tiene el sector nuclear para nuestro país. Este es uno de los grandes sectores donde hubo aprendizaje, desarrollo autónomo de tecnología, el surgimiento del sector satelital, que nos permite producir radares primarios y secundarios y que le permite a la Argentina, hoy, estar en el umbral de exportar radares y satélites, todo lo que necesita el país para exportar con alto valor agregado“.
“La central Hualong I, que es aprobada por la autoridad de seguridad británica, es puesta en cuestión por Estados Unidos, con argumentos un poco infantiles, con una delegación que visita funcionarios y funcionarias, a INVAP, a Nucleoeléctrica y la CNEA, y se dedican a utilizar argumentos falaces y que subestiman las capacidades argentinas, y se extralimitan sobre lo que una delegación diplomática puede o debe transmitir a una nación soberana”, dijo Hurtado.
La CNEA pidió retrasar la visita norteamericana
Hurtado dijo que “hay que enfocar a sectores estratégicos, que son los sectores a los que se apuesta para generar el desarrollo”.
“La CNEA desde su creación asesora al Poder Ejecutivo en temas nucleares, por eso cuando nos enteramos que una delegación norteamericana vendría a la Argentina, y vemos la agenda que proponía esta delegación, se nos encendieron todas las alarmas“, dijo Hurtado.
“Hoy hay una gran apuesta tecnológica argentina, el CAREM, un nuevo tipo de reactor modular, que lo está desarrollando como prototipo la CNEA, con el que picamos en punta con países como China, Corea, Estados Unidos que quieren entrar en esa carrera”, describió Hurtado, y sostuvo que “esta delegación tenía la intención en su programa de venir a visitar la obra civil del CAREM, e ir a Mendoza donde IMPSA desarrolla el recipiente de presión del reactor CAREM, y nosotros lo que pedimos al Ejecutivo es que se retrase la llegada de la delegación para dejar consolidar la recuperación del proyecto CAREM y que avance el acuerdo con China, y la respuesta fue que no se retrasaría”.
“Nosotros teníamos razón en que se postergue, porque cuando esta delegación pisó la Argentina empezó a reunirse con funcionarios de altísimo nivel de la Argentina, empezaron a decir que habría un accidente nuclear en Buenos Aires, lo que tratamos es de proteger dos proyectos que son fundamentales para Argentina, dijo Hurtado.
“La geopolítica del patio trasero apunta que Argentina no compita en un segmento de altísimo valor agregado y tecnologías de punta, y ahí viene el disciplinamiento de la diplomacia norteamericana”, sostuvo Hurtado.
