El Director General Ambiental de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), Bruno De Alto, destacó que desde 2019, el organismo consiguió que unas doscientas empresas consideradas “agentes contaminantes” inicien el proceso de adecuación ambiental, una cifra que triplica el número dejado por el gobierno de Mauricio Macri.
Entre las tareas de ACUMAR está la fiscalización de las industrias de la cuenca Matanza-Riachuelo para controlar que cumplan la normativa ambiental vigente. Entre las 5200 emplazadas en la cuenca, hay unas 800 consideradas agentes contaminantes. Se trata de una región en la que habitan seis millones de personas, es decir, casi el 15% de la población del país, por lo que el trabajo de ACUMAR cobra relevancia sanitaria, habitacional, cultural y ambiental.
De Alto destacó, en diálogo con Gobierno de Científicos, por Radio Caput, que “En 2019 nos encontramos con una cantidad excesiva de empresas contaminantes por el abandono que dejó el gobierno de Macri, así que tuvimos que implementar una política para acelerar el proceso de adecuación ambiental”.
“Las empresas declaradas como agentes potencialmente contaminantes son 800, cuando asumimos encontramos que había 60 con planes en proceso de adecuación, nosotros en pandemia triplicamos esa cantidad de planes de adecuación”, dijo De Alto y adelantó que “creemos que iniciaremos la adecuación de 400 de las 800 empresas consideradas contaminantes”.
Por su parte, explicó que “de 5200 industrias, hay cien en la cuenca que vuelcan el 95% de los contaminantes”, y aseguró que “la contaminación de la cuenca es de origen industrial, cloacal y de residuos”, pero “el residuo cloacal tiene un gran problema que es la pronta eliminación del oxígeno, el agua se queda sin oxígeno”.
La mega obra de AySA
De Alto explicó que “el gran contaminante de la cuenca Matanza-Riachuelo son los residuos cloacales, y para evitarlo se requieren obras de infraestructura que ACUMAR no hace, sino que nosotros articulamos, en este caso con lo que hace AySA y lo que hace ABSA (Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima)”, en referencia a la mega obra de traslado y tratamiento de residuos que se estaría finalizada a mediados de 2022.
El Director General Ambiental de ACUMAR se refirió a la obra, y aseguró que “es una gran obra cloacal que está haciendo AySA que atraviesa la ciudad de Buenos Aires por debajo a unos cuantos metros de la superficie y termina cruzando el riachuelo hasta Dock Sud en la planta de tratamiento, unos doce kilómetros río adentro”, y agregó que “un montón de estos residuos que hoy van al riachuelo mañana van a estar tratados y volcados sin afectar a la población de más de cuatro millones de habitantes”.
“Es una gran obra que estuvo demorada por la falta de inversión del gobierno anterior, y calculamos que para medidados de 2022 estará inaugurada”, dijo De Alto.
Se trata de un proyecto de ingeniería sanitaria que mejorará la prestación del servicio de desagües cloacales de la Cuenca evitando la contaminación del Riachuelo y beneficiará a más de 4 millones de habitantes.
¿Qué es la adecuación?
Bruno De Alto dio detalles de cuál es el proceso que se inicia desde el organismo para conseguir que las empresas se adecúen a la normativa ambiental: “La empresa tiene que armar un plan de adecuación para dejar de contaminar en los niveles que no están permitidos, seguimos el plan hasta que sale de esa lista”, dijo el director General Ambiental de ACUMAR, y sostuvo que “lo que se verifica es como manejan los residuos, los efluentes líquidos, el no correcto tratamiento hace que termine en el Matanza-Riachuelo, entonces tenemos que tratar que lo dispongan correctamente o lo traten al efluente líquido, y que tenga los límites permitidos”.
“Nosotros además estamos viendo cuáles son los que contribuyen con una mayor cantidad de contaminantes, a partir de la mayor cantidad de vuelcos líquidos porque no todos vuelcan la misma cantidad, difieren una empresa petrolera de una curtiembre, un matarife o una metalúrgica, la curtiembre tiene por lo general vertidos bastante más peligrosos que cualquier otro”, explicó el funcionario, y contó que “estaremos revisando los grandes vuelcos a través de un monitoreo automático para las cien empresas que mayor cantidad de efluentes líquidos vuelcan en la cuenca, desde una central que estará instalada en Lanús”.
Un parque industrial para las curtiembres
De Alto se refirió además al parque industrial que se encuentra en construcción en Lanús, y que permitirá el traslado de las curtiembres de la cuenca a un lugar donde tendrán un espacio común de tratamiento de líquidos. “Creemos que se va a poder inaugurar a mediados del año que viene”, dijo De Alto, y sostuvo que “ahí se van a mudar todas las curtiembres de la cuenca, que están obligadas a mudarse a ese lugar”.
La RAAC, para las PyMEs
“En el PIP van a tener una planta de tratamiento de efluentes líquidos común para todas”, dijo el referente de ACUMAR, y explicó que “para las Pymes comunes hemos creado la RAAC (La Red de Adecuación Ambiental de la Cuenca Matanza-Riachuelo), una red interinstitucional territorial con cámaras empresariales, con universidades, organismos de ciencia y tecnología, municipios y ministerios que creó una red de vinculadores tecnológicos y ambientales que promueven que las empresas están en falta se adecúen, incluso pueden recibir financiamiento del Ministerio de Desarrollo Productivo, para ello”.
A su vez De Alto destacó que “generamos fuerte lazo con los organismos de ciencia y técnica, el INTI está participando en el desarrollo de los equipos para el monitoreo automático, para generar el marco normativo, con INVAP tenemos varios proyectos pero el más cercano es tener algunos equipos autónomos de monitoreo de la cuenca, barcos autónomos para inspeccionar con tecnología de punta que permita mejorar la cobertura, el control y la calidad del control, y con el CONICET trabajamos en biodiversidad y biorremediación”.