En una sesión especial que abordó diversas propuestas económicas y sociales, la Cámara de Diputados aprobó la creación de las Universidades nacionales de Cuenca del Salado y de Saladillo, en la provincia de Buenos Aires, y de la Universidad Juan Laurentino Ortiz, en la provincia de Entre Ríos. Los proyectos fueron enviados al Senado para su consideración.
La creación de la Universidad de la Cuenca del Salado, que estará en Cañuelas, recibió la aprobación del pleno legislativo con 152 votos a favor y 82 en contra. Este proyecto fue promovido por la diputada del Frente de Todos (FdT), María Rosa Martínez.
La creación de la Universidad Nacional de Saladillo, presentada por el diputado de Evolución Radical, Emiliano Yacobitti, fue aprobada con 128 votos a favor, 90 en contra y 12 abstenciones.
Testimonios
Posteriormente, Diputados dio luz verde a la creación de la Universidad Nacional Juan Laurentino Ortiz, con sede central en Paraná, Entre Ríos. La iniciativa, promovida por la presidenta de la Comisión de Educación, Blanca Osuna (FdT), obtuvo 158 votos a favor, 72 en contra y una abstención.
La postura inicial la plantearon los legisladores oficialistas a través de la presidenta de la Comisión de Educación, Blanca Osuna, quien planteó que “el sistema educativo nacional tiene una territorialidad y una vastedad que nos distingue en el mundo”, al defender la creación de tres nuevas universidades nacionales, ayer en la sesión especial del 10 de octubre.
La legisladora, impulsora y creadora de uno de los proyectos, sostuvo que “he escuchado en este recinto que las universidades son centros de adoctrinamiento, pero la realidad es que eso es lo que se pretendió durante períodos no democráticos de nuestro país”.
“Las universidades que se han creado en éstas últimas décadas es un despliegue territorial y vínculos crecientes con las regiones en las que se han emplazado”, dijo Osuna, y planteó que “tenemos en la matrícula de universidades públicas que del año ´83, con 300 mil estudiantes, se pasó a dos millones y medio, hoy. Es decir, en 40 años se quintuplicó la cantidad de estudiantes universitarios argentinos que en un 75% son primera generación de estudiantes universitarios de una familia”.
El PRO y la CC, en contra
Por su parte, el diputado Maximiliano Ferraro (CC-Ari-JxC) se opuso al proyecto en nombre de su bloque, afirmando datos técnicos sobre la prefactibilidad de los proyectos. “No estoy dispuesto a seguir contribuyendo al simulacro educativo”, dijo Ferraro, y planteó que el país vive “una catástrofe educativa”. Ferraro planteó que “vamos camino a la hiperinflación, y nosotros tenemos que garantizar la creación de universidades, cuando hay 40% de pobres en Argentina, y es verdad que ha crecido la matrícula universitaria pero ha caído la graduación en la educación superior universitaria”.
El legislador del PRO y ex ministro de Educación del macrismo, Alejandro Finocchiaro (PRO-JxC), planteó su oposición al proyecto de creación de universidades, y planteó que no hay estudio de la factibilidad presupuestaria. “Además debe analizarse que carreras tendrán y cómo contribuyen al desarrollo productivo, social, económico e individual de los lugares en los que se emplazan”. Finocchiaro sostuvo que, además, “se viola la Ley de Educación Superior al designar autoridades de facto en las universidades nacionales de Ezeiza y de Juan Laurentino Ortiz. Aquí se ha violado la autonomía universitaria”.
En sintonía con Finocchiaro, Victoria Morales Gorleri (PRO-JxC), planteó que “creamos universidades en la provincia de Buenos Aires, pero no hay un criterio federal, no hay criterio de vacancia”. Morales Gorleri sostuvo que “el sistema educativo obligatorio está en una profunda crisis”. “Se inscriben 681 mil alumnos en la universidad y abandonan”, dijo Morales Gorleri, y sostuvo que sólo “137 mil terminan la universidad”.
FdT y parte del radicalismo, a favor
A contramano de los legisladores del PRO, la UCR, también de Juntos por el Cambio, el legislador Pedro Galimberti, destacó los proyectos pero reclamó que se federalice la distribución de universidades.
Desde el FIT apoyaron la creación de universidades pero plantearon críticas a la Ley de Educación Federal. Romina Del Pla sostuvo que “no se respetará el convenio colectivo de trabajo, eso es el peor enemigo de la calidad educativa, de la libertad de cátedra, y de la tarea creativa, científica y tecnológica, y del pensamiento crítico”.
Por su parte, Sabrina Ajmechet, graduada de la UBA, planteó que “no se puede crear nuevas universidades nacionales sin una planificación. Estamos en este recinto en el que todos nosotros sabemos que toda la inversión educativa debería ir a salas de 3 y 4 para los niños, pero el kirchnerismo nos obliga a hacer populismo educativo”.
El legislador del Frente de Todos, Leopoldo Moreau sostuvo que “las falencias del sistema educativo no se superan restringiendo el presupuesto”.
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