Los ocho ministros de Ambiente de los países que integran la región amazónica se reúnen desde hoy en la ciudad colombiana de Leticia para acordar estrategias que permitan detener el deterioro de la Amazonía y promover su restauración, en un debate que dará forma a un documento que será firmado el sábado por los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
“Se estima que si la Amazonía sobrepasa el 20% de la deforestación, ya no tendría la capacidad de regenerarse y más en estas condiciones climáticas. Desafortunadamente, en la suma global de deforestación, la Amazonía está en un 17%”, tuiteó la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible colombiana, Susana Muhamad.
“Hay voluntad política para no llegar al punto de no retorno que traería grandes consecuencias a nivel mundial”, agregó la funcionaria.
Además de Muhamad, del encuentro, que terminará el sábado, participan los ministros de Brasil, Marina Silva; de Ecuador, José Davalos; de Bolivia, Rubén Alejandro Méndez Estrada; de Perú, Albina Ruiz Rios; de Venezuela, Josué Lorca; de Surinam, Cedric Nelom; y de Guyana, Vickram Bharrat.
Objetivo
El objetivo de la precumbre es que los ocho ministros y ministras de Ambiente entreguen el sábado a Lula y a Petro un documento con un plan estratégico “basado en la ciencia, en el conocimiento ancestral y en la cultura”, para mitigar el deterioro de la Amazonía.
“Queremos, como Gobierno colombiano, en esta discusión multinacional de los ocho países del tratado de Cooperación Amazónica, poner en el foco la conexión andino-amazónica, la necesidad de consolidar este corredor de áreas protegidas y resguardos indígenas que prometa, por lo menos, empezar a conservar el ciclo del agua a escala continental”, explicó Muhamad a la prensa.
Entre las problemáticas que se debaten se destacan la deforestación, los crímenes ambientales trasnacionales, los derechos de las comunidades indígenas, la gobernanza territorial y el crimen trasnacional, además de tratar cuestiones vinculadas a la bioeconomía y los mecanismos financieros en medio de la crisis de la deuda externa, cuestiones que Petro y Lula instalaron en la COP27 en noviembre de 2022 y llevaron a la Cumbre de París en junio pasado.
La importancia de la Amazonía se explica por su extensión, dado que representa el 40% del bosque tropical del mundo, con unos 7 millones de kilómetros cuadrados distribuidos entre los territorios de Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Surinam y Guyana Francesa, de acuerdo con el Banco Mundial.
Dos veces la India
El tamaño de la región equivale a dos veces el área de la India, alberga el 25% de la biodiversidad terrestre y concentra en los más de 6.600 kilómetros del río Amazonas y sus cientos de afluentes la mayor cantidad de especies de peces que ningún otro sistema fluvial.
La región actúa como un sumidero de carbono, es decir, almacena más dióxido de carbono del que emite -entre 90.000 y 140.000 millones de toneladas que de lo contrario estarían en la atmósfera- y libera oxígeno, ciclo que ayuda a regular el calentamiento global, según el Fondo Mundial para la Naturaleza.
Las cifras, sin embargo, son desalentadoras: entre 2001 y 2020, la Amazonía perdió más de 54,2 millones de hectáreas, o casi el 9% de sus bosques, lo que corresponde al tamaño de Francia, según un informe de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG).
En 2020, el total de bosques talados se acercó a la media anual de las últimas dos décadas, que es de 2,7 millones de hectáreas, luego de los casi 5 millones registrados en 2003 y del descenso que se produjo en las tasas de deforestación hasta 2019. El 80% de la tala de las últimas dos décadas se debe a la actividad agropecuaria.
Recomendaciones
Todas estas cuestiones se debatirán reuniones temáticas en Leticia y el sábado, los ministros y las ministras abordarán los resultados y recomendaciones recopilados en los espacios de trabajo técnico, y posteriormente entregarán la declaración conjunta a los presidentes de Brasil y Colombia.
Esta reunión se produce a menos de un mes de la Cumbre Amazónica, que se realizará los próximos 8 y 9 de agosto en la ciudad brasileña de Belén, con el fin de “rescatar” los principios del Tratado de Cooperación Amazónica de 1978, que impulsó la creación en 1995 de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), cuya última cumbre fue realizada en 2009.
Se espera que en Belén, los mandatarios de Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela diagramen un documento que luego será presentado durante la próxima Asamblea de las Naciones Unidas, en septiembre, en Nueva York.
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