Periferia

15 de Diciembre de 2022

La UNCUYO avanza con su proyecto de lanzadores satelitales, PULE

La universidad tiene a la firma el acuerdo con el Ministerio de Defensa de la Nación que, entre otros puntos, contempla acciones conjuntas para impulsar las tecnologías aeroespaciales y la formación de recursos humanos.

Entre el Ministerio de Defensa de la Nación (MINDEF), y la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria (FCAI) de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo-Mendoza), trabajan en un convenio firmado para la formación de recursos humanos para el desarrollo científico-tecnológico, el cuidado y monitoreo del ambiente y de los recursos naturales argentinos, como así también de tecnologías aeroespaciales.

En sí, se trata del acuerdo que materializa el proyecto PULE (Proyecto Universitario de Lanzadores Espaciales) para el lanzamiento de satélites de baja carga. 

Órbita baja

La iniciativa apunta a generar acceso autónomo al espacio con nano satélites en órbita baja. El proyecto abarca etapas de diseño, construcción y operación de un nano lanzador satelital de acceso rápido al espacio, con el propósito de colocar soberanamente nano satélites en órbita baja, explicaron los impulsores de la iniciativa.

El PULE se desarrolla como un proyecto académico de innovación abierta e impulsa el desarrollo nacional de tecnologías de punta, el mercado del transporte de nano y pico satélite en la región y la formulación de proyectos educativos orientados a la formación de futuros tecnólogos y científicos en la materia.

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Los impulsores del proyecto sostienen que la propuesta impulsa la articulación de lo educativo y de proyectos tecnológicos de vanguardia, por lo que PULE posee una utilidad particular y especial, ya que cumple en un todo con dichos objetivos.

Desde la UNCUYO vienen manteniendo reuniones con el Ministerio de Defensa de la Nación (MINDEF) y con el Ministerio de Ciencia en busca de apoyo a la iniciativa. Fue con el primero con quiénes firmaron un acuerdo marco de cooperación y un acuerdo específico. 

Los promotores de la iniciativa buscan apoyo nacional en aspectos fundamentales como son el académico, tecnológico-científico y de perfeccionamiento en la ingeniería, específicamente para llevar adelante el proyecto de desarrollos de combustibles sólidos, abarcando además las etapas de formulación, diseño, construcción, certificación y operación de motores cohetes para nano lanzadores.

¿Qué es el proyecto PULE?

PULE es un proyecto universitario, abierto a colaboración con el mercado y otras Universidades; que busca transportar satélites muy pequeños (los cuales se construyen en el país), hasta la primera órbita espacial situada a unos 100 km de altura. El proyecto constituye una alternativa factible, rápida y concreta respecto de otros proyectos en desarrollo en la región y el país, que se enfoca a dar respuesta de forma exclusiva al desarrollo académico, la investigación y el creciente mercado de nano satélites. Pretende desarrollar investigaciones y proyectos de acceso al espacio, bajo la modalidad de innovación abierta, facilitando herramientas para que puedan participar, interrelacionarse y beneficiarse tanto actores educativos como ser escuelas, Universidades, centros educativos, investigadores y empresas, emprendedores, instituciones, entes de gobierno, entre otros; siempre buscando en todos los casos el beneficio mutuo y sinérgico que cultive el desarrollo del sector espacial.

Capitalizar el Know How

En diálogo con Periferia Ulderico Pace, impulsor del proyecto, explicó que “nosotros ideamos el PULE para desarrollar experiencias y capitalizar el know how y la tecnología en cuanto a combustibles sólidos en cohetes Cubesats con carga útil de 4 kilos”. “Estamos tratando de salvar un área en la que no hay transferencia de tecnología porque la gente que sabe se está muriendo”, dijo Pace, quien explicó que se acercaron al Ministerio de Defensa, “para que nos dejen usar sus instalaciones y a la gente que sabe del ministerio”. “Nosotros queremos que no se muera el saber”, dijo Pace, y explicó que es la cartera administrada por Jorge Taiana la que avanzó con el desarrollo de combustibles sólidos, en línea con el proyecto Cóndor.

“Está iniciativa permite, además, la promoción y divulgación de la ciencia y tecnología en colegios primarios, secundarios, centros de formación y empresas del sector, como así también promover la interrelación con otras Universidades e Institutos del país, el continente y el resto del mundo”.

Pace explicó que “Defensa es la única que tiene la planta de propulsantes basada en esta tecnología, entonces no tenemos otro a quien ir a consultar”. “Esto es un proyecto civil-universitario y hemos sumado a universidades de Paraguay, Uruguay, Chile y El Salvador. Esto nace en la Universidad, no es un proyecto militar, pero las plantas de propulsantes las tienen ellos”. “Esto va a ser desarrollado en la universidad pero Defensa no viene a sumarse como líder”.

Acuerdo en avance 

La FCAI prevé desarrollar investigaciones y proyectos de acceso al espacio para que puedan participar, interrelacionarse y beneficiarse tanto actores educativos como empresas, emprendedores, instituciones y entes de gobierno, buscando el beneficio que cultive el desarrollo del sector aeroespacial.

Es por todo esto y en virtud del acuerdo firmado, que la FCAI apoya la formación del grupo y la solución de retos técnicos, académicos, científicos, logísticos y laborales para el perfeccionamiento de los profesionales y para llevar adelante las propuestas acordadas.

En diálogo con FM Vos (94.5) y con Diario San Rafael, de Mendoza, Ulderico Pace explicó que “es relevante ya que desde hace mucho tiempo no se está haciendo nada con el tema de lanzadores”.

“La idea es conceptual, para tratar de salvar un montón de gente que tiene conocimientos y poder engancharla con las nuevas generaciones, porque no hay transmisión de conocimientos hacia los jóvenes, de la gente que ha tenido esos conocimientos”, expresó y agregó que se trata de alrededor de 50 profesionales, entre ellos ingenieros de distintas especialidades, cuyas edades en algunos casos superan los 80 años.

“Argentina fue líder en estos campos y mucha gente fue a especializarse en otros países, entonces de esa forma, es una manera de conservar conocimientos y que no se terminen perdiendo por la edad promedio que tienen”, destacó y añadió que “la idea es tratar de que el país conserve los conocimientos que Argentina tuvo”.

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