La Comisión Nacional de Valores (CNV) aprobó un fideicomiso financiero solidario y de infraestructura pública NASA IV destinado a financiar obras por 600 millones de dólares que prolonguen por 25 años la vida de Atucha I, y que estarán a cargo de la empresa operadora Nucleoeléctrica Argentina.
De acuerdo a lo informado por la CNV, el fideicomiso financiero aprobado por el directorio de la CNV en forma condicionada tiene a Bice Fideicomisos como fiduciario y a Nucleoeléctrica Argentina como fiduciante, mientras que la emisión está calificada por Fix SCR.
Los valores de la deuda fiduciaria se emitirán en el marco de los regímenes especiales de Fomento de Infraestructura Pública y el de Programas de Fideicomisos Financieros Solidarios para Asistencia al Sector Público Nacional, provincial y/o municipal, aprobados por el organismo en 2020.
De esta manera, el FF solidario se encuentra alineado con los cinco componentes clave de los Principios de Bonos Vinculados a la Sostenibilidad contenidos en la Guía de Bonos Vinculados a la Sostenibilidad.
Aprobación por más vida para Atucha
El presidente de la CNV, Sebastián Negri, visitó junto a los directores Matías Isasa y Mónica Erpen, el complejo nuclear Atucha, tras la aprobación de la emisión del fideicomiso financiero solidario y de infraestructura pública NASA IV.
“Estamos frente a una gran obra de infraestructura como es el alargamiento de la vida útil de la primera central nuclear de América Latina, puesta en funcionamiento en 1974, mayormente en base a tecnología local”, dijo Negri.
El titular de la CNV agregó que “implica un financiamiento durante cinco años de US$600 millones, que va a generar 2000 puestos de trabajo, a instancias de una política de Estado que coloca a la Argentina entre los pocos países del mundo con esta tecnología limpia y recursos humanos idóneos para operarla”.
“El mercado de capitales, una vez más, viene a colaborar para que esta obra se lleve adelante; y es el objetivo de nuestra gestión canalizar más proyectos de la economía real como este, que generan empleo y desarrollo, para que encuentren financiamiento en el sector privado, inversores institucionales y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del ANSES”, enfatizó.
Obra estratégica
También formaron parte de la comitiva que se trasladó a Lima, provincia de Buenos Aires, la gerenta y subgerenta de Fideicomisos Financieros, Silvina Dimateo y Cecilia Descalzo, respectivamente, así como la gerenta de Asuntos Internacionales, Anahí Alujas.
“La obra es estratégica porque la energía y su autoabastecimiento son sinónimos de soberanía. Además la energía nuclear es hoy una de las mejores opciones porque es absolutamente limpia y contribuye a la disminución de emisión de dióxido de carbono a la atmósfera”, dijo el presidente de Nucleoeléctrica Argentina, José Luis Antúnez.
El director de la empresa estatal, Alejandro Estévez, destacó que la extensión de una central nuclear “preserva el plantel profesional de 600 personas y demanda proveedores nacionales calificados para la construcción y fabricación de sus componentes”.
Mejoras
Además, informaron que en 2024 finalizará el primer ciclo de vida útil de Atucha I, lo que hará necesario implementar ciertas mejoras y reemplazos para garantizar la operación segura de la planta por 20 años más. Para completar esas tareas se deberá realizar una parada de reacondicionamiento que tendrá una duración de dos años y se llevará a cabo entre 2024 y 2026.
Evalúan financiamiento internacional para la extensión de vida de la central Atucha I
El proyecto, que generará oportunidades para proveedores de la industria nacional en las tareas de construcción y fabricación de componentes, será desarrollado y dirigido por Nucleoeléctrica Argentina, empresa que ya cuenta con la experiencia de haber dirigido de manera exitosa la extensión de vida de la Central Nuclear Embalse.
La prolongación de la vida útil de la central tendrá un impacto positivo en el medioambiente, ya que al no emitir gases de efecto invernadero, la energía limpia generada permitirá evitar anualmente la liberación a la atmósfera de 1 millón de toneladas de CO2.
Con información de Télam