La Provincia de Santa Fe dio el puntapié para ajustar engranajes en el área del conocimiento con el objetivo de afirmarse, además de la biotecnología (de la que es líder en la región) en el área de producción de cannabis con fines medicinales.
La puntada inicial la dio la Universidad Nacional de Rosario que comienza el mes próximo una diplomatura en Producción y Regulación de Cannabis Medicinal. El anuncio es clave para una provincia que tiene desarrollada ya una considerable infraestructura científica y productiva asociada al naciente sector.
Hace menos de un mes el Congreso Nacional aprobó la Ley de regulación de la industria del Cannabis con fines medicinales y el cáñamo industrial. La novedad abre un horizonte prometedor para instituciones científicas de Santa Fe como el Laboratorio Industrial Farmacéutico, el único laboratorio público de producción de medicamentos del país con certificación de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) para producir cannabis con fines medicinales.
Además, la provincia cuenta con legislación vigente para fortalecer el entramado productivo asociado a este sector.
Diplomatura en camino
Las autoridades académicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) presentaron su flamante Diplomatura en Producción y Regulación de Cannabis, una formación virtual arancelada que busca tener alcance latinoamericano, durará seis meses, comenzará a dictarse a mediados de julio y estará abierta a cualquier persona con el nivel secundario completo.
Carina Mazzeo es abogada, especialista en bioética y una de las directoras de la diplomatura: “Esto es algo súper innovador porque se fue gestando en paralelo a la discusión social y política sobre los usos de la planta de cannabis, no solo en la Argentina sino a nivel global”, dijo durante la presentación de la oferta académica, para agregar que la idea es brindar una formación que abarque toda la cadena de valor de la planta e incluya miradas desde la medicina, la bioquímica, lo farmacológico, lo normativo, lo comercial y lo ético.
Para eso se convocó a referentes académicos de cada área y se elaboró un programa de estudio, “con una visión amplia de los usos de la planta”, que acompañe el debate social y político que existe en el país y en otras naciones pioneras en su uso y regulación como Uruguay, Paraguay, Perú, Colombia y Brasil. “La universidad tiene que acompañar las demandas sociales, no podemos quedarnos atrás. Se abre una nueva era y hay que enfrentarla con una perspectiva de derecho a la salud, soberanía económica y respeto a los derechos humanos”, agregó Mazzeo.
Continuidad temporal
El curso se suma a otras dos ofertas académicas que la UNR ofreció desde 2020 a esta parte: la primera fue una diplomatura sobre endocannabinología, cannabis y cannabinoides y la segunda, un curso de posgrado en cannabis en articulación con la Asociación de Usuaries y Profesionales para el Abordaje del Cannabis (Aupac). “Ya tenemos experiencia en capacitaciones y certificaciones respecto a cannabis y en este caso abordamos una diplomatura en regulación y producción acorde con lo que plantea la Argentina en función de la nueva reglamentación” explicó Darío Maiorana, el director del Centro de Estudios Interdisciplinarios (CEI).
La diplomatura se estructura en torno de cinco módulos que repasan lo que ya existe en investigación, así como la historia del uso medicinal del cannabis y los potenciales aprovechamientos que pueden hacerse de sus residuos. Luego hay otros módulos sobre usos medicinales, certificaciones, requisitos de cada mercado y proyectos en marcha en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), así como una capacitación específica sobre cómo formular un proyecto económico y productivo con cannabis. También abarca el impacto del narcotráfico como actividad ilegal, las condiciones de clandestinidad de los mercados de drogas, el prohibicionismo y el rol de los organismos internacionales.
Marco normativo
El contexto legal es clave en la formación propuesta por la UNR, por eso el cuerpo docente incluye a especialistas en derechos de la salud y en bioética que ya atienden a pacientes que requieren cannabis medicinal: “El módulo jurídico es dinámico y apunta a contar lo que ya está pasando en la vida real y en los tribunales con los pacientes y las regulaciones. Vamos a repasar el ordenamiento jurídico existente del cannabis, los tratamientos y los antecedentes de cada jurisdicción” detalló Mazzeo.
En ese marco, se estudiará tanto la ley 27.350 sobre investigaciones médicas y científicas del cannabis aprobada en 2017, como la ley 27.669, de mayo pasado, sobre el uso medicinal e industrial del cáñamo, que aún no fue reglamentada. A eso se sumará una mirada de derecho comparado con diferentes ordenamientos jurídicos de países latinoamericanos y experiencias de Europa y de Canadá.
Cadena de valor
Una de las ideas centrales de la propuesta académica es desarrollar recursos humanos que puedan y sepan intervenir en cada uno de los diferentes eslabones de la cadena de valor del cannabis, un campo nuevo que permite posibilidades productivas y también económicas. “La nueva legislación abre la puerta a una economía emergente con perspectivas de crecimiento”, explicó, por su parte, Bruno Cravero Hernández, biotecnólogo y codirector de la diplomatura.
“La particularidad de este proyecto respecto a otras formaciones es que esta diplomatura ofrece herramientas de gestión, técnicas y legales para tomar el desarrollo del cannabis como un camino productivo y un emprendimiento económico”, dijo Cravero, que agregó que se trata de una industria muy incipiente que incorpora tecnología y que tiene sus riesgos, por lo que estar formado es clave.