Técnicos y especialistas de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) instruyeron gestores en temas del uso del agua, de Mendoza, para el uso de imágenes de radar de los satélites SAOCOM I y II.
La asesoría forma parte de un acuerdo con la provincia, con el fin de capacitar en el uso de herramientas modernas para que Mendoza cuente con más certezas en la toma de decisiones referidas a la administración del agua.
En la provincia (y en la región de CUYO, en general) la administración de los escasos recursos hídricos locales (provenientes en su gran mayoría de los glaciares de montaña) es una problemática común, que requiere de herramientas cada vez más modernas para aprovechar su uso para el consumo diario y para la actividad productiva, en particular.
Por eso, el organismo visitó el Departamento General de Irrigación para una capacitación en teledetección óptica, a partir de un convenio de colaboración que firmó el organismo del agua con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
El agua, en foco
El objetivo es contar con herramientas modernas, como el uso de imágenes radar, que proporcionan los satélites SAOCOM I y II. La información espacial le ayudará a Irrigación a optimizar la gestión del agua en la provincia.
Mendoza transcurre un ciclo de varios años de crisis hídrica asociada al cambio climático, por lo que contar con información que posibilite una mayor certeza en la toma de decisiones en la administración del agua es aún más importante.
Capacitación
Para ello, el convenio incluye encuentros de capacitación de los profesionales de Irrigación en el uso de las herramientas que dispone la CONAE. Estos se están llevando adelante en forma presencial y virtual. La capacitación es interna, facilitada por personal de Irrigación que ya ha realizado los cursos de teledetección y que cuenta con experiencia de trabajo en el tema, con material preparado por la unidad de Educación de CONAE y que es de libre acceso (https://www.argentina.gob.ar/ciencia/conae/unidad-educacion).
A mediados de junio, los técnicos de Irrigación finalizaron la capacitación en teledetección óptica y próximamente comenzarán con la de teledetección SAR (radar).
¿Qué es la teledetección?
La teledetección otorga una fuente de información continuada y constante de la tierra. Asociado a ella, con un adecuado uso de un Sistema de Información Geográfica (SIG) se pueden interpretar los fenómenos naturales y antrópicos que están ocurriendo en las distintas cuencas provinciales. Ambas disciplinas permiten analizar el territorio a escalas muy grandes y, al mismo tiempo, conocer de forma precisa variables de la Tierra que ayudan a entender mejor su funcionamiento.
- Las imágenes SAR (radar) que utilizan los satélites SAOCOM permiten detectar la humedad del suelo. Su calibración y aplicación en Mendoza, contrastado con los sensores de humedad ya instalados, lo cual es un poderoso instrumento de evaluación, planificación y gestión.
- Obtener el EAN (Equivalente Agua Nieve) mediante imágenes satelitales: el EAN permite cuantificar el agua acumulada en un perfil de nieve, y es base para la elaboración del pronóstico de escurrimiento que Irrigación difunde anualmente. Con la teledetección se podrá cuantificar la nieve acumulada en la cuenca imbrífera, y no sólo en los puntos donde actualmente tienen sus estaciones nivológicas el DGI.
- Medir superficie de pantano mediante imágenes satelitales: es necesario estimar la superficie de diversos cuerpos de agua con el objeto de disponer de indicadores ambientales adecuados para la administración y el conocimiento del estado de embalses, lagos y lagunas.
- Clasificar la cobertura de suelos en el área irrigada de Mendoza: el conocimiento de los usos del suelo reviste importancia en la administración del agua, no sólo para la gestión del agua, sino también para su planificación y control y para actividades administrativas, y en general para un mejor uso del agua dirigido al desarrollo.
- Calidad del agua-eutrofización de embalses: el uso combinado de distintas herramientas de teledetección permite identificar los procesos de eutrofización y los sitios donde estos se producen, lo que permitirá una identificación temprana de esos procesos para una adecuada gestión.
