El rector de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) y actual Secretario de Políticas Universitarias (SPU), Oscar Alpa, se refirió a las modificaciones discutidas para las carreras universitarias para la post pandemia.
A través de una nota editorial para la Agencia Télam, Alpa habló de acortar la distancia “entre la duración teórica y la duración real” de las carreras.
Alpa sostuvo que ese trayecto “hoy se encuentra disociado con la vida personal de los estudiantes y las trayectorias educativas”.
La idea de incorporar titulaciones y certificaciones intermedias fue uno de los temas de la agenda que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), discutió en diciembre, como modo de generar horizontes laborales técnicos más inmediatos en las casas de altos estudios.
La extensión de las carreras universitarias tiene que ver directamente con el desgranamiento y la baja tasa de egreso de las casas de altos estudios, en relación con la cantidad de estudiantes que hacen su ingreso.
Aún siendo el país con uno de los sistemas universitarios más inclusivos e irrestrictos de la región, Argentina tiene valores de egreso más bajos que países como Chile o Brasil, que poseen modelos universitarios más restrictivos.
Según datos de la Secretaría de Políticas Universitarias del año 2018-19, el tiempo teórico de egreso de los estudiantes universitarios en Argentina era de 29,7% (26,2% en las estatales y 39,5% en las privadas).
Más población universitaria, menos egresos
Un estudio de la Universidad de Belgrano, sobre la base de estos datos, destacó que en Argentina existe mayor cantidad de estudiantes universitarios cada 10.000 habitantes que en Chile y Brasil, pero es menor la proporción de egreso, comparativamente.
“De cada 10.000 habitantes en el país, 444 son estudiantes de educación superior , un número mayor si se lo compara con la cantidad en Brasil, donde son 384 sobre esa misma proporción de personas y 363, en Chile. Sin embargo, en la Argentina se gradúan 29 personas por año, mientras que en Brasil lo hacen 56 y en Chile, 49”, destaca el informe publicado por el Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la UB.
Más allá de las comparaciones, el debate sobre la necesidad de desarrollar estrategias para impedir el desgranamiento de estudiantes, está instalado en las casas de altos estudios.
“Tenemos que apostar a carreras más cortas y rever la oferta académica”, decía en 2019, el entonces Secretario de Políticas Universitarias y actual ministro de Educación, Jaime Perczyk.
La pandemia y las universidades
Tras la pandemia, y el reinicio de la presencialidad, las universidades vienen planteando desde diciembre que apostarán a conservar la virtualidad como instrumento pedagógico.
“Debemos revalorizar los rasgos constitutivos de la universidad argentina, luego de una crisis sanitaria mundial que atravesó todos los estratos de nuestra vida social”, sostuvo Alpa en el documento publicado esta semana.
“La comunidad universitaria en su conjunto afrontó el deber de seguir sosteniendo el derecho a la educación, volcándose a la educación virtual de emergencia, sin dejar de lado y, aún más, revalorizando las luchas por las conquistas de la autonomía universitaria, la gratuidad, la ampliación de derechos mediante la creación de nuevas universidades y el ingreso irrestricto”, destacó Alpa, y sostuvo que “esta nueva etapa, nos posiciona frente a las complejidades de la sociedad actual -que tan crudamente expuso la pandemia-, y nos convoca a repensar y redefinir el currículum universitario, centrándonos en las necesidades de las y los estudiantes, sus procesos de aprendizaje y el contexto en el que se desarrollan”.
Alpa habló de sostener las experiencias virtuales desarrolladas durante la pandemia, fortaleciendo la capacitación en educación a distancia y dotando a las unidades académicas de una infraestructura adecuada.
Además, planteó profundizar la relación de la universidad con el mundo del trabajo “reconociendo las competencias y certificaciones de títulos intermedios y formación profesional que les permitan aplicar saberes en el campo técnico y profesional”.
Ambos ejes fueron parte de la agenda discutida por las universidades en diciembre de 2021.