El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) realizó un estudio en aguas subterráneas de la ciudad de Mar del Plata, en la región correspondiente a Playa Serena, donde detectó presencia de aguas contaminadas con agroquímicos.
El análisis arrojó que sobre 32 moléculas halladas, hubo 9 distintas correspondientes a plaguicidas o su producto de degradación.
En tal sentido, el INTA Balcarce concluyó que las muestras superaron el umbral tolerable. El registro del organismo hace hincapié en la legislación de la Comunidad Económica Europea ya que Argentina no tiene legislación actualizada para todas las moléculas analizadas.
Ese umbral de tolerancia de concentración de plaguicidas es de 0,1 µg/L y, aseguran, en este análisis fue superado.
La respuesta del Municipio: “Campaña del Miedo”
Desde el gobierno del ex funcionario del PRO, Guillermo Montenegro, alineado con los intereses del sector agro-exportador que usa masivamente agroquímicos en las plantaciones de la región, el INTA es parte de una “campaña del miedo”.
Así lo manifestó Carlos Katz, presidente de Obras Sanitarias (OSSE). “No compartimos con el INTA las conclusiones”, dijo el funcionario, y acusó una “campaña del miedo” durante una exposición en la legislatura marplatense.
El funcionario se basó en el Código Alimentario Argentino que, a diferencia de los valores europeos, admite la tolerancia de hasta 100 microgramos de 2,4-D por litro de muestra líquida (µg/L).
La insólita diferencia entre ambas legislaciones es de cien veces el valor, lo que marca a las claras que la naturalización del modelo de agricultura intensiva para la agroexportación en Argentina elude cualquier barrera sanitaria y legislativa.
Infecciones en menores de edad
Las agua contaminadas detectadas en Playa Serena por el organismo científico y tecnológico se asoció infecciones en menores. Los resultados del análisis, asegura, cumplen con “normas nacionales” de seguridad.
Las manifestaciones se dieron en los barrios de la Ruta 11 sur y generaron la sospecha de que es una situación que no solo origina infecciones sino que podría replicarse en los barrios que, al sur del Alfar, se abastecen con agua de pozo.
Para el Municipio de General Pueyrredón, no hay gravedad
Sin embargo, desde la gestión de Guillermo Montenegro afirman que las conclusiones negativas de los resultados “se basan en algunas recomendaciones internacionales pero no en las vigentes a nivel nacional o países de la región”.
“No compartimos que la situación sea de tanta gravedad. No nos pidan que nos quedemos mudos cuando alguien dice algo que no compartimos. La Argentina tiene sus propias normas, sus propios límites, y ese análisis cumple con las normas para agroquímicos como el 2,4D. Es un valor que está por debajo de las normas nacionales”, afirmó el funcionario y sostuvo en otro tramo del discurso: “No compartimos con el INTA las conclusiones“, dijo Katz.
“No compartimos la estrategia del miedo en este tema. Compartimos que hay un problema. ¿Hay que salir a decir que hay venenos y armas químicas en el agua que está tomando la gente? No, no lo compartimos para nada”, manifestó y aclaró que “nunca se negarían” a que haya un mayor control sobre potenciales usos contaminantes de agroquímicos. Además, recalcó que las tareas de monitoreo principalmente están a cargo de la Autoridad de Agua de la Provincia y que desde OSSE intentan articular.
