El Foro CILAC llevará a cabo el encuentro sobre “Ciencia abierta en América Latina y el Caribe”, mediante el cual se propone discutir ejes centrales del uso y la democratización de la información científica y las posibilidades que abre para el desarrollo de la región.
El encuentro se realizará junto a reconocidas autoridades de la región como Ignasi Labastida, Claudia Medeiros y Noelia Invernizzi, como parte del ciclo “#CienciaEnMovimiento”, y propone un espacio para dar seguimiento a la Consulta regional realizada en Septiembre de 2020 sobre la Recomendación de la UNESCO sobre la Ciencia Abierta.
El movimiento de ciencia abierta retoma la apertura y colaboración de la ciencia tradicional y la combina con nuevas herramientas digitales para poner a libre disposición no sólo papers sino también datos científico, software, notas de laboratorio, evaluaciones de pares, proyectos, etc.
Se abordará la importancia de la ciencia abierta como encuadre y mecanismo para concebir el derecho a la ciencia, y trabajar para el desarrollo sostenible y la inclusión. Algunos de sus ejes críticos forman parte de la agenda regional: cómo promover el acceso abierto, la gestión de los datos abiertos, la vinculación de la ciudadanía con la ciencia.
El concepto de ciencia abierta nace como una manera de concebir el conocimiento científico de manera abierta y colaborativa dejando en libre disponibilidad tanto los instrumentos de trabajo como los resultados intermedios y finales que se obtienen a lo largo de ese proceso.
Esta forma de hacer ciencia promete revolucionar la producción y la circulación del conocimiento científico por su potencial democratizador y por la eficacia para atender mejor a las demandas sociales, partiendo de las agendas locales.
Uno de los ejes de esta propuesta tiene que ver con contrarrestar las políticas de comercialización de la ciencia que, con mayor volumen en las naciones desarrolladas, comenzaron a limitar el acceso al conocimiento científico disponible.
El movimiento de ciencia abierta se inspira así en las prácticas de apertura y participación que desarrollaron los activistas del software libre y código abierto (open source).
Para tener idea de la implicancia y de lo disruptiva que es esta idea cabe mencionar las complicaciones que existieron a lo largo de la pandemia para acceder al conocimiento sobre vacunas y desarrollos para mitigar el efecto que iba generando el avance del virus.
¿Cómo hacer ciencia abierta?
Hacer ciencia abierta implica poner a libre disposición los datos, resultados y protocolos obtenidos en las diferentes etapas del proceso de investigación y permitir que otros contribuyan y colaboren con el esfuerzo de investigación.
La apertura y la colaboración puede realizarse en diversas instancias de los procesos de producción científica. A su vez la apertura puede hacer en mayor o menor grado, y fomentando un mayor o menor diversidad de participantes.
La ciencia abierta aspira a eliminar o reducir al máximo las condiciones para el acceso y accesibilidad a los recursos compartidos. La diversidad refiere a los sujetos hacia quienes se orientan los procesos de apertura: Los investigadores suelen sentirse cómodos compartiendo resultados finales de sus investigaciones con otros colegas del ámbito científico y no suelen estar bien preparados para compartir sus resultados con una audiencia más amplia.
Las prácticas de ciencia abierta tienen la ambición de ampliar la cantidad y diversidad de usuarios y productores de conocimiento científico.
Hoy existen en el mundo, y disponibles para todos, herramientas que facilitan la apertura y colaboración virtualmente en todas y cada una de las etapas del proceso de producción de conocimiento científico, tanto en términos de alcance como de diversidad de participación.