La UNESCO publicó un informe en el que advirtió que Brasil podría perder logros de las últimas cuatro décadas, si el país no revierte el derrumbe de la inversión en I+D, la caída de becas y de patentes, como consecuencia de la política científica que está llevando adelante el gobierno de Jair Bolsonaro.
“Brasil ha obtenido un papel relevante en la ciencia mundial en las últimas cuatro décadas, pero los recortes de becas y la caída en el número de patentes y el gasto en investigación y desarrollo (I+D) por parte de las empresas desde 2015 amenazan el futuro del sistema nacional de ciencia y tecnología en su conjunto”, subraya el informe internacional.
Esta es una de las conclusiones del capítulo sobre Brasil del Informe científico de la Unesco “La carrera contra el tiempo para un desarrollo más inteligente”.
El documento, publicado cada cinco años por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), evalúa el estado de la ciencia, la tecnología y la innovación en el mundo y tuvo la última edición lanzada en junio.
El país es, hoy, el que más presupuesto invierte en I+D en América Latina, siendo, incluso, el único que supera la barrera del 1% del PBI, entre estos países. Sin embargo, desde 2015, la caída de la inversión se está haciendo sostenida y cada vez menos acorde a la magnitud de la infraestructura de su sistema científico y tecnológico.
Entre los aspectos más destacados de Brasil desde 2015 se encuentran los estudios sobre el zika. El país fue el segundo artículo científico más producido sobre el virus, solo por detrás de Estados Unidos. Los científicos brasileños representaron el 28% de las publicaciones más citadas sobre el tema. En general, el Brasil ha venido aumentando constantemente el número de publicaciones durante más de 30 años.
“Hasta 2018, continuamos produciendo más cada año. Además, la cantidad total de dinero invertido en ciencia y tecnología ha disminuido relativamente poco. La ciencia brasileña ha aumentado el número de artículos publicados y ha logrado logros fantásticos. Al mismo tiempo, el número de patentes era muy pequeño en comparación con el resto del mundo y los mayores patentadores eran universidades, cuando en cualquier parte del mundo desarrollado están las empresas que tienen este liderazgo”, dice Hernán Chaimovich, uno de los coautores del estudio, profesor emérito del Instituto de Química de la Universidad de São Paulo (IQ-USP) y ex asesor de la Dirección Científica de la FAPESP.
Mayor participación de mujeres en Ingenierías
Un punto positivo que señala el informe es que ha habido un crecimiento continuo de la participación femenina en la ciencia y la tecnología, como la ingeniería. “Las mujeres ya representan el 54% de los doctorados que se otorgan en el país y el 34% de los de ingeniería. Estos últimos datos son muy superiores a los encontrados en la mayoría de los países, incluso en los industrializados. Por ejemplo, la tasa de mujeres empleadas formalmente en ingeniería es más alta en Brasil que en Estados Unidos y Reino Unido”, dice el otro coautor del estudio, Renato Pedrosa, profesor del Instituto de Geociencias de la Universidad Estatal de Campinas (IG-Unicamp) y coordinador del proyecto” Indicadores de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de San Pablo”, financiado por la Fundación de Amparo a la Pesquisa del Estado de San Pablo (FAPESP, por sus siglas en portugués).
Según la publicación, la recesión de 2015 en el país impactó dramáticamente el gasto en investigación y desarrollo. A pesar del aumento en el número de empresas en el sector de la transformación que informaron tener un equipo dedicado al tema entre 2014 y 2017, el gasto en estas actividades disminuyó de $ 18 mil millones en 2015 a $ 15 mil millones en 2017.
Además, en el informe se señala que se ha producido una disminución de las solicitudes de patente presentadas por el sector privado a medida que ha aumentado entre las universidades.
“Brasil tiene una capacidad científica instalada, asociada a un fuerte sistema de posgrados, lo que causa envidia a la mayoría de los países emergentes. Lo que no tenemos es la absorción de esta ciencia por parte de nuestra industria, que no es muy innovadora. Esto se debe a que no es competitivo a nivel internacional. El sector agrícola y empresas como Embraer, que compiten en los mercados extranjeros, son muy innovadores y lo hacen muy bien por ahí. Pero la mayoría de las empresas con sede en Brasil se centran sólo en el mercado interno, importando o simplemente dejando de lado la innovación”, dice Pedrosa.
Alerta estructural
Sin embargo, a pesar de “las dificultades estructurales”, el período incluyó el proyecto Sirius, que inauguró este año una de las primeras fuentes de luz sincrotrón de cuarta generación en el mundo, en el Centro Nacional de Investigación en Energía y Materiales (CNPEM), en Campinas.
El informe también destaca la implementación del Satélite Geoestacionario de Defensa y Comunicaciones Estratégicas, capaz de proporcionar acceso a internet de banda ancha en regiones remotas del país. En el área de tecnología de la información, el país presentó el sistema de pago en línea pix, una de las primeras iniciativas de su tipo en el mundo.
El informe recuerda que Brasil ha aumentado considerablemente la publicación de artículos científicos desde 2011 y que ha enfrentado dos epidemias, el zika y el COVID-19, y se ha unido a los esfuerzos internacionales para desarrollar vacunas contra este último. Brasil fue el segundo país que más artículos científicos publicó sobre el zika en 2016 y 2017, con una alta tasa de citas (leer más en: revistapesquisa.fapesp.br/publicacoes-cientificas-sobre-zika-e-microcefalia/)
El estudio también destaca los polos de innovación en las universidades, las cunas de las startups que han impulsado la generación de patentes y la colaboración científica entre la industria y el mundo académico. Por otro lado, la protección del medio ambiente ha empeorado en los últimos dos años, como fue evidente en las interrupciones de las represas de relaves mineros y la creciente incidencia de incendios en el Pantanal y la Amazonía, lo que indica que los sistemas de monitoreo y prevención son insuficientes.
Además de la caída del gasto en I+D de la industria, los autores advierten que los estudios de posgrado, el mayor productor científico del país, están estancados, con recortes federales que se producen desde 2015.
“El sistema brasileño de ciencia y tecnología puede ser destruido. Esto es mucho más peligroso que simplemente disminuir la inversión. La resiliencia tiene un límite. Si las becas de posgrado siguen disminuyendo, dejaremos de formar científicos y, con eso, la investigación ha terminado. Nuestros competidores internacionales, a su vez, continuarán investigando. Ya no seremos una nación independiente intelectual, científica y comercialmente”, dijo Chaimovich.
El resumen ejecutivo y el capítulo sobre Brasil (en portugués) del Informe científico de la UNESCO pueden leerse en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000377250_por.
El informe completo está disponible en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000377433.
