Periferia

24 de Abril de 2020

En San Pablo se redujo 33% la contaminación del aire, por la pandemia

La segunda ciudad más populosa de América redujo un tercio los generación de dióxido de nitrógeno, asociado a la quema de diesel de automóviles y la actividad industrial.

A pesar que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, decidió no realizar medidas de aislamiento obligatorio en su país por el avance de la pandemia  de coronavirus, por la decisión política del gobernador del estado de San Pablo, comenzaron a verse las consecuencias de la cuarentena.

Al igual que en el resto de las capitales y centros urbanos de Brasil, San Pablo, la ciudad más grande del país sudamericano, la segunda más populosa de América después de México, y la décima a nivel mundial, también redujo buena parte de la contaminación del aire.  

Fue la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de San Pablo (FAPESP), que difundió los resultados tomados vía satélite, al igual que lo hiciera días atrás la Comisión Nacional de Actividades Espaciales para los centros urbanos de Argentina.  

La agencia científica estimó como “considerable” la baja generación de dióxido de nitrógeno en algunas de las capitales brasileñas, como resultado de las medidas de distancia social establecidas para retrasar la propagación del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2).  

Las imágenes satelitales corresponden al Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos (KNMI) que muestran, cómo en la Región Metropolitana de São Paulo, se dio una reducción del 33% en los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante asociado con la quema de diesel por vehículos y producción industrial. 

“Las imágenes muestran que las emisiones de gases disminuyeron en más del 30% en São Paulo en la comparación entre los meses de marzo y abril del año pasado y este año”, explicó Eduardo Landulfo, investigador del Centro de Láseres y Aplicaciones del Instituto de Investigación de Energía y Nuclear (IPEN) de ese país.  

“También es posible identificar una gran reducción en NO2 en otras regiones metropolitanas, como Curitiba (PR), Río de Janeiro (RJ) y Vitória (ES). La caída está fuertemente relacionada con la disminución de la actividad industrial y el transporte”, aseguran desde el IPEN.  

El investigador también destaca que, dado que San Pablo es la ciudad con la mayor flota de vehículos y actividad industrial, es posible ver más claramente una disminución drástica e identificar en qué áreas la actividad ha cesado en la región metropolitana.  

La segunda ciudad más grande de América 

Sucede que se trata de una de las mayores aglomeraciones urbanas del mundo, con una población estimada de 22 millones de habitantes, según el último censo realizado en 2010. 

Sólo la Ciudad de México la supera en volumen de habitantes en América Latina, por un margen de apenas un millón de personas, y se encuentra por encima incluso de urbes como la de Nueva York y Los Angeles.  

“Lo curioso es que, en el caso del Gran San Pablo, el área que es un poco más roja, por lo tanto con una mayor concentración de NO2, es la región del Tietê marginal y el viaducto a Santana do Parnaíba [Cebolão para la carretera Castelo Branco] , lo que demuestra que el tráfico de camiones pesados ??aún permanece. La región sureste / sur está muy limpia, incluidos Santo Amaro y ABC Paulista”, dice Landulfo. 

A través de varios proyectos financiados por FAPESP, el investigador ha estado desarrollando el radar láser llamado Lidar (acrónimo para detectar la luz y medir la distancia), que permite la detección remota activa de la atmósfera para detectar contaminantes. 

“Trabajamos en colaboración con la Agencia Espacial Europea, que nos proporcionó imágenes de satélite. Me encargo de la parte de monitoreo, pero usando la teledetección con láser y la validación de estos datos satelitales”, explica el investigador. La base de las imágenes fue generada y proporcionada por el investigador Henk Eskes, un colaborador de KNMI. 

Estudiar el comportamiento de gases 

Los datos sobre la reducción de la contaminación en la Región Metropolitana de São Paulo serán importantes para los estudios realizados por investigadores que forman parte del proyecto apoyado por FAPESP sobre el comportamiento de los gases de efecto invernadero. 

La coordinadora del proyecto, Maria de Fátima Andrade, asegura que los datos obtenidos en este período de cuarentena permitirán medir los niveles de contaminantes que generalmente solo se estiman. 

“Tenemos la intención de contribuir al equilibrio de las emisiones de gases de efecto invernadero en la ciudad de São Paulo. También es interesante notar que las imágenes satelitales confirman el análisis realizado previamente con datos de Cetesb [Compañía Ambiental del Estado de São Paulo], sobre la reducción de la contaminación”, dice Andrade. 

Al comparar los datos de Cetesb, se observó una disminución de aproximadamente el 50% en contaminantes primarios como el monóxido de carbono (CO) y los óxidos de nitrógeno (NOx) entre las semanas del 15 al 21 de marzo y del 22 al 28 de marzo. 

Además de la reducción significativa de los contaminantes primarios, directamente relacionados con las emisiones vehiculares, también hubo una disminución de aproximadamente 30% en las partículas inhalables. Entre los contaminantes se encuentran MP 10 (material en partículas de hasta 10 micrómetros de diámetro), relacionado con el polvo del suelo levantado por los vehículos, y MP 2.5 (hasta 2,5 micrómetros de diámetro), formado por procesos secundarios que ocurren después de Quemando combustible. 

El equipo de investigadores está tomando mediciones de radar en tres áreas de la ciudad para identificar la producción de gases de efecto invernadero. “El proyecto temático tiene como objetivo comprender cuánto produce la ciudad de São Paulo gases de efecto invernadero. El enfoque principal es el dióxido de carbono [CO2] y el metano, pero otros gases, como el CO y el NO2, son importantes porque son el resultado de la quema de combustibles en los vehículos. Estos índices ayudan en la interpretación de los datos en su conjunto”, dice Landulfo, quien también forma parte de la investigación coordinada por Andrade. 

Fuente: FAPESP 

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