La Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó el desarrollo de una solución de inactivación de muestras y preparación de ARN total, desarrollado por el laboratorio argentino Lemos e investigadores del CONICET.
“INACTIV AR”, será fabricado por el laboratorio, pero se trabajó entre una red de equipos de investigación que cuentan con financiamiento del Ministerio de Ciencia y Tecnología, a través de la Agencia Nacional de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (Agencia I+D+i), en el marco de la Unidad Coronavirus (que incluye a la Agencia, el CONICET y el Ministerio).
Se trata de uno de los 72 proyectos aprobados por la convocatoria “Ideas Proyecto IP Covid”, lanzada en abril de 2020, para financiar iniciativas que ofrecieran soluciones científico-tecnológicas de alto impacto en el corto plazo, para combatir el avance de la pandemia.
En esa convocatoria se presentaron más de 900 proyectos de investigación de científicos y científicas pertenecientes a universidades, institutos de investigación, organismos y laboratorios.
El proyecto de investigación fue dirigido por el Dr. Alberto Kornblihtt, y permitirá abaratar costos y realizar diagnósticos en cualquier laboratorio de investigación, “a partir de un método de PCR más flexible y de la inactivación de las muestras clínicas en su lugar de obtención”, explicaron desde el ministerio.
Según la cartera, INACTIV AR cuenta con la ventaja de ser de fácil utilización, reducir desafíos logísticos, no requerir de grandes equipamientos y ser compatible para ser usado tanto para detección por PCR como por los métodos rápidos argentinos como ELA ChemStrip y NeoKit.
¿Qué es la inactivación de muestras?
La inactivación de las muestras es un proceso necesario para poder trabajar sin correr riesgo de infección. La técnica desarrollada por este proyecto potencia las capacidades nacionales de testeo y diagnóstico al hacer posible que instalaciones con menores niveles de bioseguridad puedan ser usadas para el análisis de muestras sin exponer a quienes trabajen en aquellos lugares al virus activo u otros patógenos que puedan estar en la muestra.
Este proceso se realiza mediante la aplicación de INACTIV AR a la muestra que permite someterla al calor durante unos ocho minutos inactivando el virus, pero conservando los ácidos nucleicos necesarios para su detección. De esta forma la manipulación de la muestra es segura. Además, las muestras inactivadas con este método son estables a temperatura ambiente por al menos una semana haciendo más simple el manejo y la logística de transporte de las mismas.
El equipo de trabajo liderado por Kornblihtt y coordinado por el Dr. Ezequiel Petrillo contó con la participación de Valeria Buggiano, Lucas Servi, Manuel Muñoz, Micaela Godoy Herz, José Stigliano, Juan C. Muñoz, Federico Fuchs, Ignacio Schor, Manuel de la Mata, Nicolás Nieto Moreno, José Clemente, Marcos Palavecino, Laureano Bragado y Anabella Srebrow del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIBYNE); Federico Remes Lenicov y Gonzalo Cabrerizo del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS); Cybele García del Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (IQUIBICEN); Fabian Rudolf de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich; Claudia Perandones y Elsa Baumeister de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS-Malbrán) y la colaboración de la Universidad Nacional de San Martín.
Trabajo en red
El trabajo forma parte de un consorcio conformado por dos iniciativas que también fueron seleccionadas en la Convocatoria IP COVID-19 y coinciden en sus objetivos: la optimización de diferentes aspectos del método de diagnóstico de COVID-19, cuyo agente etiológico es el SARS-CoV-2, basado en la extracción y purificación de ARN, seguido por RT-qPCR.
La iniciativa dirigida por la Dra. Julieta Imperiale se concentró en el primer paso de extracción y purificación de ARN, apuntando al desarrollo de un método basado en nanopartículas magnéticas. El equipo a cargo Fernán Agüero produjo una transcriptasa reversa (RT) optimizada, un reactivo utilizado en los diagnósticos, que acelera y simplifica los test moleculares de detección de COVID-19.
El trabajo colaborativo entre estos grupos de investigación permitió acelerar la obtención de resultados a partir del intercambio y complementación de los desarrollos sobre principios de testeo. Al mismo tiempo, el uso de diferentes metodologías para el diagnóstico de COVID-19 permite generar opciones que se adapten a diferentes escenarios de testeo.