La Universidad Nacional de La Plata difundió la iniciativa de un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales para restaurar el bosque originario de la selva misionera.
El proyecto tiene por objetivo disminuir el impacto medioambiental negativo que ocasiona el reemplazo de bosques nativos a causa de la incorporación de nuevas plantaciones, o por la implementación de actividades agrícolas.
La iniciativa desarrollada por investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales se propone lograr plantaciones con estructuras más complejas, que puedan ser utilizadas en las áreas ya desmontadas y que resulten de utilidad para mejorar la conectividad con el bosque nativo.
Participación de INTA y CONICET
El proyecto se implementa en el Campo Anexo Manuel Belgrano ubicado en la localidad misionera de San Antonio, perteneciente al INTA Estación Experimental Agropecuaria Montecarlo, y lo llevan a cabo investigadores del Instituto de Fisiología Vegetal (INFIVE) dependiente de la UNLP- CONICET, de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones y del INTA de Montecarlo.
Las estructuras más complejas implican cambiar las plantaciones de una sola especie y edad por plantaciones con más de una especie y edad, de manera de lograr mayor disponibilidad de refugios para animales y plantas, mayor biodiversidad, y mejorar la posibilidad de movimiento de la fauna y la estética del paisaje.
Reforestación mesopotámica
La provincia mesopotámica contaba con la mayor parte de su superficie cubierta por una formación boscosa que se extendía desde Brasil pero debido al cambio del uso de la tierra para implantar cultivos agrícolas, forestales y también por la creciente urbanización, en la actualidad la superficie con bosque nativo se encuentra fragmentada.
Corina Graciano, directora del proyecto, explicó que el equipo plantó árboles nativos de alto valor maderero para no perjudicar la economía local y, agregó, que “luego realizamos el seguimiento en el crecimiento, identificamos la causa de mortalidad y analizamos los sitios ideales para forestar”.
“Estamos evaluando cinco especies nativas interplantadas entre las araucarias, que también es una especie nativa de Misiones, de manera de establecer rodales mixtos. Es decir, plantaciones en las que se mezcla araucaria -pino Paraná- con otras especies nativas de valor maderero, como guatambú, cancharana y peteribí. Estas plantaciones producirían madera de dos o más especies, además de otorgar ventajas ecológicas”, precisó.
Por otro lado, se están realizando plantaciones de especies nativas de valor maderero en sectores de bosque nativo degradado, es decir, en sectores donde los árboles que quedaron en pie no son maderables.
En este sentido Graciano explicó que “la idea es enriquecer el bosque con especies de valor maderero, y de esta manera ofrecer una actividad rentable al pequeño productor, para que pueda conservar el bosque como tal”.