Las universidades nacionales nucleadas en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) objetaron el proyecto de ley de Presupuesto 2022 que envió el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional el 15 de septiembre.
Es por el reparto del dinero destinado a cubrir los salarios del año próximo y un desajuste de más del 10% con respecto a la inflación estimada desde el Ministerio de Economía, pero también es por “desinteligencias” en el armado y la confección de las planillas, que tiene asignaciones presupuestarias excesivas y sin sentido para algunas universidades y escasez de presupuesto para otras en rubros, por ejemplo, como Salud.
Las universidades enviaron, antes de la presentación del Proyecto de Ley de Presupuesto 2022, al Ejecutivo un pedido de 408 mil millones de pesos para el funcionamiento de las 68 casas de altos estudios, pero el Ejecutivo y el Ministerio de Economía, elaboró una propuesta con menos recursos.
Periferia dialogó con Rodolfo Tecchi, presidente del Consejo Interuniversitario Nacional y rector de la Universidad Nacional de Jujuy, quien sostuvo que “nos encontramos con que la diferencia entre lo que enviamos al Ejecutivo y lo que se presentó al Congreso, era muy grande”.
Es que el Gobierno envió una pauta que está más de diez puntos por debajo del incremento salarial que se debería aplicar el año próximo, siempre respetando las estimaciones de la cartera económica, y sin contemplar la posibilidad de que los precios suban más allá de ese cálculo.
Es decir, que lo enviado al parlamento ni siquiera se ajusta a las estimaciones oficiales de inflación, que en los últimos años vienen quedando por debajo de la suba real de precios.
“El presupuesto del año que viene tiene que tener incorporado todo lo que hacía al incremento de salarios de este año, pero el proyecto que mandó el Ejecutivo estaba por debajo de eso, pero por otro lado la metodología con la que se confeccionó la planilla de presupuesto nos llamó la atención porque tenía cambios respecto de lo que era habitual”, dijo Tecchi, en diálogo con Periferia, y citó el ejemplo de la finalidad Salud, en la que algunas universidades (como la UBA, la UNC) deberían tener recursos importantes por tener hospitales escuelas, no recibieron recursos en esas áreas. Pero, además, a universidades que no tienen recursos en esa área históricamente, les apareció asignado presupuesto.
“Nos llamó la atención, nos pareció que alguien que desconocía el sistema había confeccionado la planilla, y no le encontramos ningún sentido, esto nunca pasó”, dijo Tecchi, y destacó que “eso se está corrigiendo”.
“El hecho de no contemplar el aumento salarial que se dio este año, que se dio por lo que quedó pendiente de 2020, y después todos los acuerdos de este año, tienen que estar volcados en el presupuesto 2022, y eso no estaba”, dijo Tecchi, y destacó que hay universidades que aplican más del 90% de esos recursos a salarios.
“Hay un acuerdo que sostiene que la relación tiene que ser 85% para salarios y 15% para gastos de funcionamiento, pero la inflación lo fue distorsionando”, explicó Tecchi.
“A nosotros no nos conforma porque hay un requisito básico y es que se incorpore el aumento salarial”, sostuvo Tecchi, quien destacó que la iniciativa enviada al Congreso está 10% por debajo de la masa salarial.
“Hay universidades que, con el presupuesto que envió el Ejecutivo, no pueden cubrir los salarios”, dijo Tecchi.
En el entorno del ministro de Educación, Jaime Perczyk, quien era Secretario de Políticas Universitarias cuando las universidades enviaron el presupuesto al Ejecutivo sostienen que en los próximos días se intentará resolver el asunto. “El ministro ya está trabajando con los rectores para revisar el presupuesto, en especial la distribución de los porcentajes que perjudica a las universidades grandes. Se va a terminar resolviendo antes de que llegue a haber un conflicto”, aseguraron.
Antes de desembarcar en el Ministerio de Educación, Perczyk fue rector de la Universidad de Hurlingham y presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). En sus primeros pasos como ministro, pretende sostener esa cercanía al sistema. Con esa intención, por estas horas, avanzan las negociaciones para llegar a una resolución antes de que la polémica se convierta en conflicto.