El investigador de la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires y especialista en litio, Guillermo Garaventta, habló del acuerdo que la Universidad Nacional de La Plata trazó con la empresa Mateo Hermanos, de la localidad de Ayacucho, para fabricar baterías de litio y comercializarlas a nivel nacional.
Garaventta integra junto a Marcos Actis, vicepresidente institucional de la UNLP y firmante del acuerdo, el Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA), dependiente de la Facultad de Ingeniería de la universidad.
La empresa Mateo Hermanos, en Ayacucho, es una Mediana Industria dedicada a producir baterías de plomo, que se usan para el arranque de autos que cuenta con 360 empleados y con tres hectáreas en la localidad.
“La idea es que la empresa empiece a rotar sus acciones a la producción de baterías de litio, porque las baterías de plomo tienen un horizonte bastante cercano al desuso”, explicó Garaventta, y aseguró que desde la UNLP planean “acompañar la rotación a través de los conocimientos adquiridos en el Centro Tecnológico Aeroespacial en aplicaciones de baterías de litio para electromovilidad, arranque de autos y almacenamiento”.
“El desarrollo moviliza el conocimiento hacia un área concreta y real de una empresa que su objetivo es mantener a su gente y ganar dinero con esas acciones”, dijo Garaventta en diálogo con Radio Classique.
Garaventta explicó que “el primer beneficio es que el litio en Argentina es una materia existente y que Argentina, Bolivia y Chile tienen reservas enormes, el 60% de las reservas del mundo están allí y hoy se están yendo como materia prima, sin valor agregado, como si fuera soja”, por eso explicó que “esto genera valor agregado al litio y generar mano de obra porque dispara la construcción y la distribución de todo este tipo de productos en el país”.
“Otro beneficio es la durabilidad”, destacó el investigador, quien explicó que “una batería de plomo puede llegar a durar un par de años, pero una batería de litio puede durar siete años”.
“Hoy los costos de las baterías y pilas de litio son bastante grandes porque no se producen baterías de litio en el país”, explicó Garaventta, y destacó que “lo que estamos impulsando con este proyecto es justamente que Argentina empiece a fabricar las pilas que se integran a las baterías”.
El investigador del Centro Tecnológico Aeroespacial sostuvo que “este primer paso que estamos dando con la empresa Mateo Hermanos es, en una primera instancia adquirir celdas (pilas) comerciales extranjeras, porque Argentina no las fabrica”, y explicó que “la batería es una integración de un conjunto de celdas o pilas, pero hoy Mateo fabrica baterías de plomo a través de celdas de plomo hechas por ellos”.
“Hacer una fábrica de pilas es extremadamente costoso, pero lo que podríamos hacer es sustitución de partes en baterías que se podrían comprar afuera, armándolas en Argentina, es decir, comprar las pilas individuales, y todo el resto que solicita la batería producirlo en Argentina”, explicó Garaventta.
Hacer pilas de litio en el país
Garaventta explicó que “esto tiene que ver con el proceso de la innovación tecnológica, con el desarrollo” y destacó que “la continuidad de la inversión en conocimiento genera un producto terminado que termina siendo ciento por ciento de ese país”.
“El primer paso será importar pilas chinas, que con seguridad tendrán litio argentino, porque el 40% del litio del mundo sale de la Argentina, y aunque vuelva importado con un costo adicional muy alto, nos permitirá comenzar a hacer la integración de las baterías”, destacó Garaventta, y subrayó que “lo que falta es que el Estado tome la decisión de hacer pilas de litio en el país”.
“Una fábrica de baterías de litio implica una inversión muy alta, Tesla invirtió cinco mil millones de dólares en una fábrica de pilas de baterías de litio, para proporcionarle a sus autos las baterías de litio, pero Tesla no requiere del litio de países como Argentina, Bolivia y Chile”, dijo Garaventta.
“Si vos pensás desde el punto de vista de una inversión del Estado no es tanta plata porque una batería de litio tiene muy poco litio, una batería de cien kilos no tiene más de diez kilos de litio, pero ese litio que lleva adentro es el que estamos extrayendo hoy de Argentina, que es el carbonato de litio, que vale diez o doce mil dólares la tonelada, pero una batería de litio de cien kilos vale, también diez mil dólares”.
Garaventta explicó, en este sentido, que “hay una relación enorme de rentabilidad en el medio de hasta el 300%”, por lo que consideró que “es una decisión política con toda la minería de la Argentina”.
Hoy el país tiene 35 emprendimientos ligados con el litio, dos de ellos son extractivos, y varios en estado de prueba, pero se proporciona el 40% del litio del planeta. En este sentido Garaventta destacó que “la ganancia que nos deja ese litio hoy, es impuestos, ingresos brutos, ganancias, todo lo que paga una empresa en Argentina”
Garaventta concluyó que “lo que falta en Argentina es una política de Estado de largo plazo de 50 o 60 años, porque si bien la electromovilidad va a potenciar la necesidad de baterías de litio, si no hay una política de Estado que sostenga la producción de baterías será muy difícil de sostener”.
“Argentina tiene que decidir todavía si quiere ser un país agroexportador, y destinar toda la producción y los procesos en esa dirección, o hacia que áreas pretende avanzar”, dijo Garaventta, quien participó de la etapa de diseño de satélites como el SAC-C, SAC-D, el SAOCOM, y el proyecto Tronador.
“La cuestión es como dependemos de nosotros mismos para seguir creciendo”, concluyó Garaventta, y agregó que “no tenemos nada que no sea común en el mundo”.