El presidente de la Agencia de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (Agencia I+D+i) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Fernando Peirano, destacó el potencial científico-tecnológico de los dos proyectos de vacuna argentina que están desarrollando la Universidad Nacional de San Martín (UNSaM), por un lado, y la Universidad Nacional del Litoral, por su parte.
“Poder desarrollar un diseño propio en vacuna nos va a permitir una mirada más de largo plazo”, indicó Peirano y subrayó que el Gobierno nacional podría contar en 2022 con la vacuna argentina contra el coronavirus, lo que permitiría “independencia en su producción”.
Ambos proyectos son financiados por el Estado, a través de la cartera que conduce Roberto Salvarezza, y se encuentran en la etapa de desarrollo preclínica.
Peirano es responsable de la secretaría que administra el caudal de fondos del Ministerio de Ciencia y Tecnología más directamente ligado con la innovación, y es, de hecho, desde dónde se financiaron gran parte de los proyectos de investigación y transferencia que fueron emergiendo durante el 2020, en la búsqueda de soluciones inmediatas por el avance de la pandemia.
De allí, surgieron recursos para iniciativas de orden provincial, para autonomizar desarrollos regionales; para empresas de base tecnológica (EBTs), proyectos de centros de investigación, emprendedores y universidades; y proyectos vinculados con las Ciencias Sociales, para diagnosticar problemáticas sociales vinculadas con la pandemia. Entre esas iniciativas la “Agencia” otorgó el financiamiento que permite el escalado de las etapas del desarrollo de ambos proyectos de vacuna contra el Coronavirus.
“No podría decir en qué mes del año próximo, pero podemos tener un resultado”, dijo el economista e investigador y afirmó que “desarrollar un diseño propio en vacuna permitirá volcar el aprendizaje a otros territorios donde también se necesitan vacunas para estrategia de inmunización como puede ser el dengue o la fiebre amarilla”.
En ese sentido, explicó que los proyectos de elaboración de vacunas en Argentina “han concluido una fase central que es la de laboratorio, lo que se denomina como la fase in vitro, donde se prueba la estrategia de inmunización”, por lo que “pasan a la etapa preclínica, donde se miran aspectos de la seguridad y se prueban las hipótesis en modelos animales”.
“Si eso se termina resolviendo adecuadamente, pueden pasar a una última etapa que es la del trabajo con voluntarios, que es una etapa que pasa a ser supervisada por la ANMAT”, detalló.
El financiamiento de ambos proyectos
El titular de la Agencia I+D+i precisó que “mientras que para completar la etapa de laboratorio se otorgaron subsidios de entre 6 y 10 millones de pesos”, ahora ampliaron el monto a “60 millones de pesos para cubrir la etapa preclínica”.
“Hay dos proyectos para la elaboración de la vacuna: uno que está muy avanzado, que es el de la Universidad de San Martín con investigadores del CONICET, y otro que está en la Universidad del Litoral. Son dos proyectos que estamos acompañando y financiando en estos momentos, tienen mucho potencial”, puntualizó.
La Unidad Coronavirus, conformada por el ministerio de Ciencia y Tecnología, el CONICET y la agencia I+D+i, se creó para “fortalecer el sistema de salud”, con el propósito de “articular proyectos, recursos humanos y una visión estratégica”. “La agencia realizó un llamado el 27 de marzo de 2020, con ese llamado logramos reunir más de 904 propuestas de todo este sistema científico universitario y empresarial, que proponían soluciones que nosotros transformamos las buscamos canalizar en cuatro grandes problemas: cómo diagnosticar, cómo prevenir, cómo tratar y cómo monitorear la pandemia”, explicó Fernando Peirano.
De la desinversión con Cambiemos, a la inversión en pandemia
Al referirse a la inversión en ciencia y tecnología, subrayó: “El macrismo significó una triple crisis. Por un lado, aplicó un ajuste muy grande en presupuesto, una caída del 40%, realizó un destrato y maltrato hacia los investigadores, y un cuestionamiento hacia si tenía sentido hacer ciencia en Argentina”.
“Tener un sistema de ciencia y tecnología de pie es una ventaja para cuidar a los argentinos. Se reescribió el contrato social y hoy no tenemos dudas de que tenemos que tener ciencia y tecnología. Estamos orgullosos de nuestros investigadores y no tenemos dudas de que el Estado va a financiar esta agenda”, destacó.
Por último, detalló que el Estado lleva invertidos “cerca de mil millones de pesos para financiar acciones”, y agregó: “No estamos contemplando ahí los sueldos, los laboratorios ni todo el equipamiento que ya está en el sistema. Sino sería mucho más”.
“El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, realizó una reasignación de fondos desde la Agencia Federal de Inteligencia hacia la agencia de I+D+i. Tomó fondos de ahí, los desafectó y los puso a favor de producir y escalar en los test de diagnóstico, que incluso algunos de los test se están exportando a Centro América. Son mil millones de pesos que en lugar de apostar a la ex SIDE se apostaron a la ciencia”, ejemplificó.