Periferia

12 de Febrero de 2021

El proyecto de ley de Financiamiento de Ciencia logró la media sanción en Diputados

Por unanimidad Diputados aprobó el proyecto que propone cuadruplicar la inversión pública en ciencia y tecnología durante la próxima década. Define el Senado si lo convierte en ley.

Después de 13 horas de sesión, la Cámara de Diputados de la Nación le dio media sanción al proyecto de ley de Financiamiento del Sistema de Ciencia que propone escalonar hasta el 1% del PBI la inversión en la Función Ciencia y Técnica hasta el año 2032. 

El apoyo al proyecto, con 189 votos afirmativos, 0 negativos y dos abstenciones, fue unánime y se confirmó el respaldo que la iniciativa había tenido en las comisiones de Hacienda y Presupuesto y Ciencia y Tecnología, donde los dos bloques mayoritarios habían aprobado la iniciativa. 

Durante la votación los legisladores de los dos bloques mayoritarios del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio fueron adelantando que votarían a favor de la iniciativa que propone cuadruplicar el presupuesto público en una década.

En el recinto se hizo presente el propio ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, junto a Ana Franchi, presidenta del CONICET, y Pablo Nuñez, subsecretario de Coordinación Institucional del MinCyT.

La votación tuvo 13 abstenciones entre las que se destacó la del diputado Mario Negri y de Pablo Tonelli, ambos de Juntos por el Cambio. Por su parte de los presentes, fueron dos los legisladores que se abstuvieron de votar. 

Testimonios

Durante la presentación del proyecto uno de los legisladores firmantes, y autor de una de las iniciativas que luego fue unificada, José Luis Riccardo (UCR-JxC) aseguró que si se convierte en ley “estaríamos alcanzando una inversión de 4000 millones de dólares”. 

Riccardo aseguró, además, que “hablar de triplicar la inversión en una década es más que importante”, y agregó que “necesitamos potenciar el financiamiento para recuperar la credibilidad y el estímulo a los y las investigadoras”.

A su turno, otra de las legisladoras firmantes del proyecto, y autora de la otra iniciativa original que luego fue unificada, Claudia Bernazza (FdT), dijo que en Argentina “Hacemos ciencia en la periferia, no hacemos ciencia periférica”, y celebró el consenso logrado con el bloque de Juntos por el Cambio. 

“Venimos a celebrar a la política porque fue lo que hizo posible este proyecto, cuando muchos diputados y diputadas se iban del recinto”, dijo Bernazza, en referencia a lo que se vio minutos antes en el recinto.

La nota del debate la dio el diputado de Juntos por el Cambio, Fernando Iglesias, cuando afirmó que “aumentar el presupuesto de ciencia y tecnología no es una política científica“, a lo que el legislador Pablo Yedlin (FdT), presidente de la Comisión de Salud, le respondió: “¿Cerrar el Ministerio de Ciencia es una política científica?“.

Por su parte, la legisladora Patricia Mournier aseguró que “estar discutiendo una ley que le sostenibilidad al financiamiento de la investigación es muy alentador”. 

“Este proyecto de Ley tiene perspectiva de género”, destacó la legisladora y destaco el programa nacional de la igualdad de géneros, y destacó “el trabajo de todos los integrantes de la Comisión de Ciencia y Tecnología”.

“Se dieron consensos sociales en educación, salud y ciencia y tecnología con esta pandemia”, dijo Karim Alume Sbodio, legislador del Frente de Todos y aseguró que “la desinversión en temas de salud tiene costos altísimos para la sociedad”.

“Al fin comprendemos que una cosa es un gasto y otra una inversión”, dijo el diputado nacional.

Ahora el proyecto pasará al Senado de la Nación para definir si, finalmente, se convierte en ley, algo que dependerá del trabajo que realicen las autoridades políticas del sistema científico y tecnológico con los gobernadores y los representantes en la cámara alta de la Nación. 

La aprobación en Diputados es histórica, si se tiene en cuenta que el proyecto del ex senador Omar Perotti es el único que había logrado la media sanción a un proyecto similar, pero que, al final, quedó frenado en la comisión de Hacienda de la cámara baja, hasta perder estado parlamentario, a fines de 2019. 

Al Senado 

Así, la cámara de Diputados reflotó, en 14 meses una iniciativa similar y le dio media sanción, poniendo el foco en el Senado de la Nación, donde se espera que el proyecto finalmente se apruebe.  

Si se convierte en ley, Argentina tendrá, por primera vez, una ley que pautará los presupuestos anuales que deben destinarse a ciencia y tecnología y que aumentarán progresivamente, impactando en proyectos, infraestructura, salarios y becas de 17 organismos científicos y tecnológicos.  

Los ejes del proyecto apuntan a declarar de interés nacional el desarrollo del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (art.1); Financiamiento Progresivo: el objetivo es comenzar el 2021 con el 0,28% para alcanzar en 2032 el 1% del PBI; progresividad y planificación para un proyecto nacional de desarrollo, generar exportaciones, divisas y nuevos empleos de calidad (arts. 2, 3 y 5); desarrollo federal de un sistema de ciencia y tecnología que tienda a la reducción de las asimetrías entre regiones y a la consolidación y crecimiento de los sistemas provinciales con participación del COFECYT (arts. 3 y 8); Propiciar la igualdad real y efectiva de género en todos los niveles y ámbitos del sistema científico (art. 3).  

¿Qué se financia con la ley?   

El proyecto plantea el escalonamiento de la inversión en la Función Ciencia y Técnica, hasta el 1% del PBI en 2032. La Función Ciencia y Técnica se encuentra integrada en la Finalidad “Servicios Sociales”, del Presupuesto Nacional, y engloba a 17 organismos científicos y tecnológicos, distribuidos en nueve ministerios.          

Esos 17 organismos son una parte (la mitad) del total de lo que representa el sector de ciencia y tecnología nacional. Es decir que la Función Ciencia y Técnica representa aproximadamente el 50% de toda la inversión de ciencia y técnica que hace la Argentina.           

En ese espectro más amplio, que esta ley no alcanza (pero si impacta), está la inversión que realizan las empresas privadas, por ejemplo, y los cargos de dedicación exclusiva de las universidades.            

La Ley, por tanto, plantea incentivar con inversión en un área específica y considerable alcanzada por el sector público, para generar una sinergia en ese resto del sistema científico y tecnológico, pero también en el productivo.          

“El objetivo fundamental es establecer un incremento progresivo, constante y sostenido en el tiempo destinado a la Función Ciencia y Técnica por la capacidad estratégica que tiene esta política pública en el desarrollo social, económico y ambiental de la Argentina”, aseguró José Luis Riccardo durante la presentación de la iniciativa en la Comisión de Hacienda.           

1% hasta el 2032  

Si bien no puede afirmarse que sea un proyecto ambicioso en términos presupuestarios si la escala se compara con los países que iniciaron esta carrera hace muchas décdadas atrás, como Israel o Corea del Sur, que invierten en cifras cercanas al 4% del PBI, el dato concreto es que en Argentina la inversión en el sector nunca superó el 0,35%.   

Hoy la inversión que realiza Argentina para la Función Ciencia y Técnica, se encuentra en el 0,25% del PBI, (en su mejor época, durante el kirchnerismo alcanzó el 0,35% del PBI) por lo que la iniciativa plantea cuadruplicar la asignación a lo largo de once años, con una cláusula que impide que los recursos año a año sean menores que el año anterior.            

En 2012 la inversión total en I+D (pública a nivel nacional y provincial + la inversión privada) alcanzó el 0,63%, monto más alto de la historia.           

La tabla de inversión del nuevo proyecto:         

2021: 0,28% del PBI           
2022: 0,31% del PBI           
2023: 0,34% del PBI           
2024: 0,39% del PBI           
2025: 0,45% del PBI           
2026: 0,52% del PBI           
2027: 0,59% del PBI           
2028: 0,68% del PBI           
2029: 0,78% del PBI           
2030: 0,90% del PBI           
2031: 0,95% del PBI           
2032: 1% del  PBI          

17 organismos científicos y tecnológicos   

La iniciativa beneficiaría a todos los organismos de ciencia y tecnología que integran la Función y Técnica y que se distribuyen entre 9 ministerios: La Fundación Miguel Lillo, CONICET, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), el Instituto Nacional del Agua (INA), el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MinCyT), el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Servicio Geológico Minero (SEGEMAR), la Administración Nacional de Laboratorios (ANLIS), el Servicio Hidrográfico Naval (SHN), el Centro de Investigación en Tecnologías para la Defensa (CITEDEF), el área de Ciencia y Técnica de las Universidades Nacionales, el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) y el Instituto Antártico Argentino (IAA).           

El proyecto se plantea como base de consistencia en financiamiento para la Ley 25467, de Ciencia, Tecnología e Innovación e Innovación productiva, para el corto, mediano y largo plazo.           

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