El físico, investigador del CONICET y asesor en temas vinculados con la pandemia del gobierno bonaerense, Jorge Aliaga, aseguró que “lo que se va cargando muestra que la ciudad de Buenos Aires tiene un promedio semanal, tomando los últimos siete días, que tenés que ir hasta septiembre para encontrar una semana parecida y en provincia de Buenos Aires tenés que ir hasta octubre, se ve claramente una suba”.
“La provincia había llegado a tener 1500 casos por semana a fin de noviembre, y ahora está en 3000 y la ciudad de Buenos Aires que había llegado a tener 300 casos por semana, ahora está en 900”, dijo Aliaga, en diálogo con AM 530.
Por otro lado, Aliaga explicó que el promedio semanal de camas de terapia ocupadas dejó de bajar: “Es mal síntoma porque uno esperaría que cuando dejen de bajar los casos y empiezan a subir empieza a subir la cantidad de camas y después los fallecidos diarios, salvo que la suba sea sólo de jóvenes”, dijo Aliaga y explicó que “si la suba de casos es sólo de jóvenes, como la probabilidad de que un joven tenga un cuadro grave es baja, entonces la suba de casos no se vería reflejada en ocupación de camas y fallecidos”.
“Lo que se ve en los números de la ciudad de Buenos Aires es que la suba de las últimas semanas es fundamentalmente de jóvenes pero también hay suba de mayores de 60 años”, explicó el físico e investigador del CONICET, y alertó que “una persona de 70 años tiene 100 veces mas probabilidad de fallecer que una de 30”.
“Lo que cuenta para saber la cantidad de fallecidos que va a haber es si suben los casos en mayores de 60, como eso suba va a haber un aumento de ocupación de cama de terapia y de fallecidos”, explicó Aliaga.
“Las condiciones climáticas ayudan, con calor la gente tiende a estar en lugares abiertos, y eso ayuda pero eso también es relativo”, dijo Aliaga.
Un sensor para experimentar situaciones de contagio
Aliaga diseñó un sensor de dióxido de carbono, que es lo que uno emite cuando respira, y lo puso a prueba consigo mismo en una habitación. “Puse el aire acondicionado split que no recambia el oxígeno, y en un rato las mediciones de dióxido de carbono habían subido sustancialmente”, dijo Aliaga, que explicó que eso indica “si yo hubiera estando compartiendo la habitación incluso con barbijo y a dos metros de distancia con una persona contagiada después de una hora se hubiera contagiado sólo por respirar el aire de esa persona”.
“El riesgo de contagiarse por estar en lugares cerrados poco ventilados es muy alto, y eso podría ocurrir en cualquier lugar, en un comercio, en un restorán, en un domicilio en lugares cerrados con personas con las que uno no convive”, dijo Aliaga.
“Tenemos que aprovechar ahora que el clima nos ayuda, y estar lo mas posible en lugares abiertos y ventilados, dejar puertas y ventanas abiertas, porque sólo con abrir ventanas y la puerta cerrada, por ejemplo, no sirve, porque tiene que correr el aire”, explicó el físico del CONICET.
“Estar al aire libre no alcanza si compartís, por ejemplo, cerveza del pico, esas medidas de cuidado, de no tocar lo que tocó otro porque puede tener gotas con virus, de no llevarse las manos a la cara sin pasarse alcohol en gel, esto no se soluciona sólo por el hecho de estar en la playa”, dijo Aliaga en referencia a las aglomeraciones de personas en las costas argentinas, que se registraron durante los primeros días de enero.
El relajamiento social
Aliaga se refirió, además, al momento de relajación social que atraviesa el país, y advirtió que “esto es campo de sociólogos y psicólogos”, aunque evaluó que el relajamiento de la sociedad se da por una conjunción de factores que y por la “sensación” que generan. “No es el velorio de Maradona, no es los fines de semana largo que fue gente a hacer turismo, es un conjunto de cosas”, dijo Aliaga y agregó que todo ello “da la sensación de que ´esto ya pasó´, incluso, el efecto de que hay vacuna porque da la falsa sensación de que ya no hay riesgo, cuando en realidad si todo funciona perfecto para marzo va a estar inmunizado el grupo de riesgo conformado por doce millones de personas”.
“La persona que es vacuna adquiere inmunidad completa quince días después de la segunda dosis, por lo que incluso para quiénes se aplican la vacuna, la inmunidad se adquiere a los 40 días”, dijo Aliaga, por lo que concluyó que “hoy día no hay nada solucionado, hay una enorme perspectiva, pero no hay nada solucionado hoy, no podemos, por tanto, relajar los cuidados, y es falso que no afecta a los jóvenes, porque algunos fallecen, lamentablemente y otros tienen secuelas, pero además contagian a otros”.
“El toque de queda sanitario sería una solución para parar las actividades recreativas después de determinada hora”, explicó Aliaga, y dijo que “eso afecta a lugares de esparcimiento pero limita el efecto de lo que puede pasar cuando la gente se junta en lugares cerrados con poca ventilación”.
“Si en la fiesta tenés cuidados, no compartís el vaso de otro, el riesgo es bajo, pero ¿las personas lo hacen?”, se preguntó el físico e investigador.
