A pesar que desde el Ministerio de Ciencia, se pronunciaron en favor de acelerar los tiempos para dar respuesta a la detección rápida del coronavirus en pacientes sospechados de contagio, hasta ahora sólo el Instituto Malbrán se encargó de realizar los test de todo el país.
Por ello, el Gobierno tiene previsto habilitar 35 laboratorios más en el país para evaluar los casos y así descentralizar las detecciones.
“Hay una necesidad de tener diagnósticos rápidos porque una de las grandes preocupaciones a nivel mundial es la cantidad de personas infectadas sin síntomas que pueden estar contagiando a otras”, explicó Salvarezza.
Es que además del crecimiento del número de contagios, se especula con un aumento de los testeos puesto que cambió la definición de lo que son considerados “casos sospechosos”.
Este dato es clave puesto que “antes el Instituto ANLIS-Malbrán sólo procesaba muestras que tuvieran “nexo epidemiológico” con viajes o casos confirmados”, le explicó a Periferia una investigadora de CONICET, especialista en Farmacología y Bioquímica.
Ello implica que ahora todos los casos con síntomas similares se deben testear, sin derivarlos a los virus de Influenza o H1N1. Hoy, luego del crecimiento exponencial del número de contagios, la mera presencia de síntomas y la solicitud de un médico induce a la realización del test.
Eso quiere decir que el volumen de casos potenciales se incrementó de manera contundente y está afectando el funcionamiento del Instituto Malbrán.
“La idea es que esos análisis prematuros funcionen como un primer screening, un paso previo a los exámenes definitivos, más complejos y que requieren mayor instrumental, como los que se llevan adelante en el Instituto Malbrán. Con ese objetivo se financiará el desarrollo de proyectos de empresas nacionales que cuenten con un grado de avance significativo”, explicó Salvarezza.
Financiamiento garantizado
El dinero para financiar los proyectos ya está disponible, tras la reasignación de $25 millones de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Incluso ya está hablado con la entidad el desembolso de una partida adicional en caso de que sea necesario elaborar planes de contingencia.
Para Salvarezza, “en el caso de que el sistema de salud esté saturado, será importante que no se sobrecargue también el sistema de diagnóstico definitivo. Si aumentan los casos sospechosos, muchos de ellos podrán descartarse con los tests rápidos”.
El otro puntal de la Unidad Coronavirus será poner a disposición centros de investigación del CONICET, universidades y organismos descentralizados para efectuar los diagnóstico de infección más complejos.
“Podríamos sumar unos 15 a los 35 centros y laboratorios de Salud habilitados para la detección definitiva”, resumió.
En ese caso no será necesaria la financiación adicional. Para comenzar a operar solo requieren una mínima capacitación (ya está acordada), la misma que se está brindando a los centros provinciales que se sumarán al Malbrán, y los insumos químicos correspondientes. Así, estos centros estarían en alerta para entrar en acción si la primera línea de laboratorios es desbordada.
Pero, además, un grupo de investigadores de la UC se abocará a analizar los datos epidemiológicos que surgen a cada minuto en el mundo para saber cómo se está desarrollando la pandemia y modelar lo que puede suceder en la Argentina: “Hay un aluvión de información científica que procesar y definir cuál es la de mejor calidad, para luego elaborar informes que sirvan para la toma de decisiones. Utilizaremos Big Data, Inteligencia Artificial y todas las herramientas disponibles. Pondremos toda la ciencia y tecnología al servicio de la emergencia”.