El gobierno de Javier Milei le presentó a las entidades del campo que conforman la Mesa de Enlace su plan para desmantelar el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), durante un encuentro en la Secretaría de Agricultura.
Sergio Iraeta le mostró “la hoja de ruta” que el ministro de Economía, Luis Caputo, le armó para rematar la mitad de sus tierras, despedir a unos 2.000 trabajadores con retiros voluntarios (cerca de un tercio de la planta del organismo), eliminar unos 15 centros regionales y suprimir Agencias de Extensión Rural.
El INTA es clave para la actividad agropecuaria porque es uno de los organismos que intermedia haciendo “transferencia” entre el sistema científico, tecnológico y académico y la actividad productiva del campo brindando soluciones innovadoras contra plagas, generando inmunizantes para el ganado (como la vacuna contra la aftosa), nuevas variedades de semillas modificadas con biotecnología, entre muchas otras soluciones.
En esas Agencias y Centros Regionales se define esa labor que, dicho por productores pequeños y medianos principalemente, es clave. Sin embargo la valoración que las entidades del campo tienen sobre el INTA no es la misma.
Pero el plan no es únicamente la eliminación de Agencias y Centros Regionales sino que incluye la apertura de un programa de retiros voluntarios que “desafecte” a casi 2.000 empleados (un tercio) del organismo científico. La planta de empleados del INTA pasó de 6.300 a unos 6.000 empleados a mediados de 2025.
El plan libertario no es únicamente la eliminación de Agencias y Centros Regionales sino que incluye la apertura de un programa de retiros voluntarios que “desafecte” a casi 2.000 empleados (un tercio) del organismo científico. La planta de empleados del INTA pasó de 6.300 a unos 6.000 empleados a mediados de 2025.
Elzstain, expectante por hacer negocios inmobiliarios con el desmantelamiento del INTA
Los grandes productores agroexportadores nucleados en la Sociedad Rural y la Confederación Rural Argentina (CRA) ven prescindibles muchas de esas soluciones innovadoras, y fue eso lo que envalentonó al gobierno nacional para avanzar con el plan de desmantelamiento que tiene al empresario inmobiliario Eduardo Elzstain (amigo personal de Milei) a la espera para hacer enormes negocios con el remate de las tierras.
Claro, es que el empresario, gracias a Milei, consiguió ubicar a su mano derecha, Nicolás Pakgojz como titular en la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), el ente que decide el remate, las cesiones y la venta de tierras e inmuebles pertenecientes al Estado. Es más, Pakgojz ya envió un equipo al INTA Amba para hacer mediciones de cara al remate de centros de investigación y unidades experimentales.
El titular de la AABE trabajó para Elzstain, que hoy aparece como el principal interesado en el plan de desmantelamiento por el remate de tierras. El INTA posee más de 100.000 hectáreas distribuidas en todo el país, pero el gobierno nacional está evaluando vender o desafectar una parte significativa, mencionándose cifras alrededor de 42.000 hectáreas.

Durante la reunión en la Secretaría de Agricultura, el titular de la cartera, Sergio Iraeta buscó acuerdos para definiciones sobre un programa de retiros voluntarios del personal, la cesión de miles de hectáreas y cambios en los centros regionales.
El desmantelamiento del INTA, con el sello de “toto”
Los funcionarios nacionales, encabezados por Iraeta y el secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne, presentaron formalmente a la Mesa de Enlace un documento con una “hoja de ruta” para reformar el organismo.
Esa hoja de ruta fue diseñada por Luis Caputo en el Ministerio de Economía, en línea con los “requerimientos” del Fondo Monetario Internacional para el pago de la inmensa deuda externa que tiene el país.
Según explicaron las propias entidades del campo, se abrió una mesa de trabajo para discutir los puntos. Se trata de siete ejes generales con cambios estructurales en el ente. Ante una consulta de este medio, en Agricultura declinaron hacer comentarios.

Se aclaró que la propuesta aún está en elaboración y debe ser evaluada con el área del Ministerio de Economía. Claro, es que Luis Caputo, luego del freno en el Congreso al proyecto de desmantelamiento, insiste con achicar las capacidades del organismo científico.
Siete reformas estructurales para el INTA
En la reunión estuvieron Andrea Sarnari, presidenta de Federación Agraria Argentina (FAA); Lucas Magnano, presidente de Coninagro, y Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Carlos Castagnani, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), no asistió por la falta de definiciones del Gobierno sobre la designación de su representante en el INTA. En tanto, del lado de los funcionarios, además de Iraeta y Lavigne estuvieron Nicolás Bronzovich, presidente del INTA, y Carlos Alberto Vera, vicepresidente.
Según consignó el medio LA NACION, Sarnari señaló que el Gobierno puso sobre la mesa un documento con siete ejes de reforma estructural. Aunque no se firmaron decisiones ejecutivas en el acta final, se estableció una agenda de trabajo con plazos tentativos hasta abril de 2026 para analizar cada punto. El tema más inminente es la apertura de retiros voluntarios. “Nos informaron que están trabajando sobre una propuesta, que casi la tienen lista, pero no nos trasladaron ni plazos ni propuesta económica”, dijo.
El punto de mayor fricción para las entidades agrarias es la reestructuración de los Centros Regionales. El plan oficial propone eliminar las 15 regionales actuales para fusionarlas en “cuatro o cinco macrorregiones” administrativas. “Nosotros defendemos la territorialidad. La eliminación de los 15 centros regionales va a generar muchísimo ruido”, advirtió la titular de la FAA, quien agregó que teme que la centralización administrativa derive en “una retirada del INTA del territorio”. Además, se planteó la revisión del funcionamiento de las estaciones experimentales y agencias, con la idea de evaluar superposiciones, eficiencia operativa y pertinencia de los trabajos que se realizan, sin definir cierres automáticos y con análisis caso por caso.
El gobierno dice que casi la mitad de las tierras del INTA están “en desuso” pero la Federación Agraria lo desmiente
Otro eje central fue el relevamiento de tierras improductivas para su eventual venta o desafectación. Vale recordar que el Gobierno busca la “desafectación” de 33.836 hectáreas que, según una auditoría oficial, se encuentran actualmente “en desuso”.
Según se detalló en el documento que acompaña esta nota, los campos en cuestión han sido “debidamente analizados y se encuentran sin utilidad para fines de experimentación, además de reunir las condiciones dominiales necesarias para proceder a su desafectación”. El documento detalló que se han detectado aproximadamente 42.000 hectáreas (de las 100 mil del organismo), que se encuentran actualmente en “desuso”, sin destino a actividades de experimentación ni de producción.
A lo largo del encuentro, se planteó realizar un relevamiento de tierras productivas e improductivas, sin decisiones tomadas sobre ventas o cesiones, y con el compromiso de hacerlo con participación territorial y regional. Sarnari aclaró que la FAA comenzó su propio relevamiento en el centro del país y que, hasta el momento, “no muestra tierras improductivas”, aunque reconoció que falta auditar el NEA y el NOA.
El Gobierno, preocupado por qué se investiga en el INTA
El plan también incluye la revisión de las cooperadoras, con la posibilidad de cerrar aquellas que no funcionen correctamente, y un análisis exhaustivo de las líneas de investigación. En este punto, la FAA marcó una línea roja en defensa del Centro de Investigación para la Agricultura Familiar (CIPAF), cuya continuidad consideran “impensable no conservar”.
“Me voy preocupada, porque me parece que hay un claro intento de reducir administrativamente y que, abajo, esa reducción administrativa puede significar una retirada del INTA del territorio y de la cercanía con los productores. Habrá que trabajar mucho para buscar consensos y para que eso no suceda. Me parece bien una reunión informativa, de diálogo, pero el Consejo Directivo tiene mucho para trabajar”, aseguró Sarnari.
En rigor, observó que se habló de una modificación de la estructura organizativa, que implica una revisión del organigrama interno para “eficientizar” el manejo. Según se aclaró, esto busca reordenar puestos y funciones sin que implique necesariamente despidos directos (fuera de los retiros voluntarios).
Nicolás Pino, el presidente de la Sociedad Rural, ve un “proceso de reorganización” en el INTA.

La Sociedad Rural ve un “proceso de reorganización” en el INTA
Sin embargo, el presidente de la Rural, Nicolás Pino, fue más tibio y, en línea con el plan nacional, dijo que lo que ocurre hoy en el INTA es la puesta en marcha de “un proceso de reorganización administrativa que el organismo venía discutiendo desde hace tiempo y que ahora comenzó a ordenarse con una agenda concreta”.
“No se habló de eliminar centros, sino de ponerlos a discusión y análisis para ver cómo se puede eficientizar el manejo interno y administrativo del INTA”, defendió Pino. En ese marco, también se planteó la revisión de más de 200 programas y líneas de trabajo, para evaluar cuáles siguen vigentes y cuáles requieren ajustes.
En términos generales, el titular de la SRA se mostró conforme con el clima del encuentro y con el rumbo del proceso. “Me quedé bien; veo buena voluntad de los consejeros y reciprocidad con los funcionarios del Gobierno”, aseguró. Para Pino, se trata de una discusión lógica para un organismo con más de 70 años de historia: “Hay que eficientizar y ahorrar donde hoy no tiene mucha razón de ser, pero sin que desaparezca la presencia del INTA en las zonas productivas”.