La Legislatura de la provincia de Córdoba declaró “de interés legislativo” el proyecto de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), quiénes, junto a voluntarios cordobeses, vivirán consumiendo los productos de la Canasta Básica Alimentaria, durante seis meses..
Se trata de una propuesta de los legisladores Daniel Passerini y Martín Fresneda que avaló el proyecto para que, durante seis meses, voluntarios prueben en su cuerpo los efectos de esta alimentación.
Cambiar la medición del INDEC
El objetivo de la iniciativa es cambiar esta herramienta de medición del consumo y de la pobreza.
Al chequear los efectos de esa alimentación en su cuerpo, los participantes buscan cambiar este parámetro de medición, que se utiliza de manera ininterrumpida desde hace 30 años, e introducir un método multidimensional como ya se hace en numerosos países, más allá del nivel de ingresos.
“Realmente me resultó de interés que un equipo de personas del mundo de la ciencia busque experimentar en su propio cuerpo la validación de lo que el Estado indica como el mínimo estándar de alimentación para que la sociedad sienta que no hay hambre. Seguir de cerca este método nos demostrará que no todo alimento resuelve la salud de la población”, dice Fresneda, uno de los autores del proyecto.
Agrega: “¿Será que no quisimos ver y necesitamos el testimonio experimental y no el vivencial para transformar políticas de Estado? Es entre absurdo y necesario. Quiero acompañar esta iniciativa porque creo que necesitamos una sociedad que acceda a la alimentación, y que sea sana”.
El nombre “Czekalinski” se inspira en la tapa de la revista Life del 19 de noviembre de 1951, donde se publicó una foto de la familia Czekalinski con todos los alimentos que comerían en un año, como testimonio de la abundancia y el confort de esa época.
La Canasta Básica Alimentaria está compuesta por 58 alimentos que proveen 2.750 calorías diarias a un varón adulto de 30 a 59 años. Son los productos más baratos disponibles en bocas de venta minorista. En su composición tienen abundante papa, fideo, pan y arroz, y pocas carnes, cereales y frutas.