El ex Ministro y actual Secretario de Ciencia y Tecnología del gobierno de Mauricio Macri, Lino Barañao, se refirió a la delicada situación presupuestaria en que dejó Cambiemos al campo científico en cuatro años.
Barañao redobló su apuesta por un triunfo de Mauricio Macri, en las elecciones de octubre, a pesar de reconocer que “no hubo plata en toda la gestión”.
Sus declaraciones convalidan los reclamos múltiples que emanaron del sector científico y tecnológico denunciando “parálisis presupuestaria”.
El horizonte presupuestario para el sector científico en la era Macri
Las protestas quedaron coronadas este año por el Cabildo Abierto organizado por las autoridades de casi 200 “unidades ejecutoras” de CONICET (hoy son 302 en total), las cuales redactaron el “Manifiesto de Córdoba”, un documento que reúne 8 puntos centrales que necesitarían los institutos para “normalizar” su funcionamiento.
En el documento los institutos denunciaron que la inflación, la devaluación y la asfixia presupuestaria del gobierno de Macri impide el desarrollo normal de las investigaciones, no sólo ya por el recorte en proyectos, sino también por la imposibilidad de hacer frente al pago de servicios como luz y gas, o la limpieza de los instrumentos.
Es que, durante 2018 los institutos funcionaron con el 40% del presupuesto que se les debía asignar.
Sin embargo el Cabildo apuntaba no sólo al momento que atraviesan los institutos de investigación de CONICET sino también a los organismos de ciencia y tecnología que conforman el sistema de ciencia y técnica, y que también están atravesando una severa asfixia presupuestaria.
Entre ellos se encuentran el Instituto de Tecnología Industrial (INTI), El Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), entre otros.
“La comunidad científica no va a acompañar cuatro años más esta política”, consideraba Alfredo Cáceres, director del Instituto de Investigación Médica Mercedes y Martín Ferreyra, de Córdoba, en diálogo con Periferia. Cáceres, organizador del Manifiesto aseguraba que “la generación de conocimiento fundamental no es una prioridad de la actual política de ciencia y técnica”.
Entre los reclamos, además estaba el salario que “desde 2015 han perdido más del 35% de su poder adquisitivo”.
“Las remuneraciones de los más jóvenes, los becarios doctorales y postdoctorales, están por debajo de la línea de pobreza y no hacen más que alentar el éxodo”, afirmaban los científicos, en mayo, en el Manifiesto.
Entre las medidas para “normalizar” la ciencia los científicos pdieron la devolución del rango de Ministerio a la Secretaría de Ciencia; aumento de salario para investigadores, investigadoras, becarios y becarias; mesa paritaria que incluya a todo el personal de CONICET; aumento de la cantidad de vacantes para los postulantes a Carrera de Investigador (CIC) de CONICET; revisión del Plan Estratégico con la mira puesta en el fortalecimiento del CONICET; activación de las obras de infraestructura; “normalización” del Directorio de CONICET; duplicación del presupuesto de la ANPCyT y normalización del llamado a personal de apoyo.
El malestar puertas adentro
La disconformidad por la escuálida asignación presupuestaria que recibió el sector científico durante la gestión Cambiemos se sintió también en COFECyT, el organismo que nuclea a las autoridades científicas provinciales.
A partir de junio, los ministros y secretarios provinciales reclamaron por partidas ya aprobadas financiar proyectos productivos, pero que no fueron asignadas por Educación.
Sin embargo, tras haberse “normalizado” el Directorio de CONICET, con los nombramientos de Mario Pecheny y Alberto Kornblihtt, fue el propio CONICET, a cargo de Miguel Laborde, el que salió a reclamar un aumento salarial “de emergencia” para investigadores, personal de apoyo, administrativos y becarios, por fuera de las paritarias.
Lino, en su mundo
A pesar de este panorama Barañao ratificó su apoyo a la gestión de Mauricio Macri y manifestó que seguirá “siendo optimista” con que la situación puede mejorar.
“Comprendo que fueron momentos difíciles. Mis expectativas eran más optimistas. Creo que no podemos ignorar la situación que había pero desde el 2015 sabíamos que era difícil”, manifestó Barañao en el programa de Mauro Viale.
“En ese momento, nos llevó 9 meses lograr un aumento salarial para el Conicet y no había plata. Y siguió sin haber plata en toda la gestión. La verdad que pensaba que era reversible en un plazo menor”, apuntó.