Investigadores de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) y representantes gremiales de ATE CONICET CAPITAL ocuparon pacíficamente el edificio del organismo tras haber cumplido 17 meses sin actualización salarial, y casi dos años sin el financiamiento de proyectos de investigación que dependen de fondos internacionales sospechados por su uso irregular.
Allí, pidieron ser recibidos por la titular del organismo, Natalia Avendaño, y por Rita Cuevas, directora del FONCyT.
Desde la Agencia les contestaron que Avendaño no se encontraba , pero sospechan que la funcionaria se negó a recibirlos.
Claro, Avendaño, cuya gestión más tangible son despidos, cierre de programas de investigación y subejecución de fondos, tiene que responder (todavía no judicialmente) por los 46 millones de dólares transferidos por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a la Argentina para proyectos de investigación, pero que “desaparecieron” del Banco Central.
Pero, además, hace 17 meses que los becarios de la Agencia I+D+i tienen los ingresos congelados.
Hay plata
Un becario doctoral del AMBA cobra $786.000 por mes, casi $200.000 menos que un becario del CONICET que hace el mismo trabajo.
“Esa diferencia está empujando a los becarios por debajo de la línea de pobreza, teniendo que sobreocuparse con horas de docencia para sobrevivir, en desmedro de la investigación”, plantean los investigadores.
“El Gobierno no oculta que hay millones disponibles para ciencia”, sostienen en referencia a que el propio Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció en el Congreso que existen 46 millones de dólares listos para ser utilizados y otros 196 millones ya asignados.
Ese dinero nunca llegó a los laboratorios ni se vio reflejado en los estipendios.

Datos sobre la crisis de la ciencia
La comparación histórica es contundente. En 2002, en plena crisis, la inversión en ciencia cayó al 0,17% del PBI. “Hoy estamos peor: apenas 0,15%. No es solo un número. Es el vaciamiento deliberado de instituciones y el abandono de sus trabajadores”, sostienen los becarios y becarias.
Los Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT), la herramienta clave para financiar la ciencia argentina, están paralizados.
El 80% de los proyectos debería haberse pagado con esos fondos internacionales ya garantizados.
“La pregunta es obvia: ¿dónde está la plata?”, de interrogan.
¿Crisis por falta de fondos?
Los científicos plantean que la crisis no se explica por falta de presupuesto.
“Es producto de la decisión política de no ejecutar los fondos”, aseguran y apuntan contra una de las responsables directas, la titular del organismo, Natalia Avendaño. Pero también Rita Cuevas, directora del FONCyT, que no ha recibido a los trabajadores del organismo desde que asumieron sus cargos.
Lo mismo vale para los nuevos integrantes del directorio del organismo, Luis Martín Gómez de Liguori y Verónica Andrea Vaccalluzzo, designados más recientemente.
“Todos los pedidos de reunión quedaron sin respuesta”, señalan los científicos.
“La ciencia argentina se apaga frente a la indiferencia de sus autoridades. No vamos a quedarnos callados. Exigimos respuestas. Exigimos acción. Porque sin ciencia no hay futuro y sin becarios ni subsidios no hay ciencia”, apuntan en el comunicado.