El Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA-CTA) analizó la caída del presupuesto de ciencia y tecnología durante la administración Cambiemos, y estimó la la baja en unos 28.400 millones de pesos, a valores de 2019.
La cifra representa un derrumbe de la inversión en torno al 38%, afirma el estudio, que contempla factores tales como la “redistribución regresiva? generalizada del ingreso que impactó en los salarios de los investigadores, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el incremento del pago de los servicios de Deuda, que redujo la asignación en otras áreas del presupuesto.
“Tomando la totalidad de la gestión de Cambiemos se advierte un recorte del gasto público del 18% y del 38% en las partidas destinadas a la función Ciencia y Técnica”, concluye el trabajo elaborado por el instituto de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA).,
Sin embargo, en ciertos organismos, como es el caso de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), la caída acumulada se duplicó, llegando al 70%.
La Deuda Externa y la asfixia a la ciencia
El análisis, elaborado por el politólogo, especialista en Economía Política e investigador del CONICET, Mariano Barrera, evalúa el recorte teniendo en cuenta factores de coyuntura como el incremento, para el mismo período, del pago de los intereses de la deuda con el Fondo Monetario.
“En este marco de ajuste, los servicios de la deuda se duplicaron en términos reales”, fundamenta el informe, y explica que ” mientras en 2015 estos gastos eran cinco veces mayores a las erogaciones en CyT, en la actualidad la relación es de 16 veces”.
Para Barrera, si bien el recorte en CyT empezó desde el inicio del gobierno e implicó un descenso del 10% hasta 2017, “el acuerdo con el FMI y el fin del “gradualismo” en 2018 aceleró significativamente el ajuste”.
De hecho, “ya en 2018 la caída de los montos ejecutados descendió 17,5% respecto del año anterior, y en 2019 se le adicionaría otro 16,5%”.
Es que al asumir Mauricio Macri el sector científico representaba un 1,45% del Presupuesto de ese año aprobado en el Congreso, pero esa cifra cayó a 1,11%, en 2019.
Durante los debates por la Ley de Presupuesto 2019, Fernando Peirano, economista, Investigador y ex Subsecretario de Políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Ciencia, aseguraba que “vamos a terminar el actual gobierno con un sistema científico que tiene una capacidad económica del 70% respecto de cuando Macri asumió”.
“Esto quiere decir que es un sistema que hoy paga sueldos, paga malos sueldos, pero no es un sistema porque no tiene recursos para moverse, para tener iniciativa, para tener nuevas obras y para llevar adelante nuevos proyectos”, concluía Peirano, quien actualmente asesora a Alberto Fernández en temas de Innovación y Ciencia.
Inversión debajo de los niveles de 2007
“La persistente contracción de la inversión en esta función, posicionaría los montos ejecutados por debajo del nivel de 2007 lo que implica un retroceso de 12 años”, afirma el informe de CIFRA.
El ajuste por organismos
Para concluir, el estudio de la CTA desmenuza el recorte durante la gestión Cambiemos, teniendo en cuenta la pérdida presupuestaria por organismo. El recorte en el presupuesto de Ciencia y Tecnología incide en todos los organismos del sistema.
Así, entre 2015 y 2019, las mayores caídas las registrarían la CONAE (-70,4%), el Mincyt (-57,5%), reconvertido en Secretaría de Gobierno en 2018, el Instituto Nacional del Agua (-46,4%) y el INTI (-45,1%).
Dentro de los organismos con menor recorte relativo se encuentra el CONICET cuyas partidas caerían 27,7% entre 2015 y 2019.
“Se trata de una reducción de $6.353 millones en valores constantes de 2019”, explica el informe de CIFRA.
El recorte en estos organismos explica el 22% del recorte en la Función Ciencia y Tecnica.
Los recortes en CONICET
Por último el estudio explica que dentro de los mayores recortes en el CONICET se encuentran las transferencias para financiar actividades académicas y científicas (-76%) y las partidas de mantenimiento y funcionamiento en general (-52%).
“Ello refleja las dificultades cotidianas que enfrentan los investigadores para realizar sus tareas” explica Barrera.
“El hecho de que la inversión en CONICET represente apenas el 0,4% del gasto total del Estado y que el pago de servicios de la deuda sea 45 veces mayor, refleja que el desfinanciamiento es una decisión política y no económica”, concluye el estudio.