Periferia

28 de Julio de 2025

Una empresa de EEUU compró la patente del reactor nuclear que quiere construir Milei y Argentina cede soberanía tecnológica

Se trata del reactor ACR300, el proyecto sin fondos estatales, que el gobierno dice que va a construir para producir energía, para ciudades o instalaciones de IA. Invap lo había patentado en el país norteamericano.

El año pasado, la empresa Invap había patentado en Estados Unidos un reactor modular compacto, de 300 MW de potencia, buscando posicionarse en el nuevo Plan Nuclear del gobierno nacional. Es el ACR-300, diseñado íntegramente por la compañía de Bariloche, un reactor nuclear para producir energía, de la familia de centrales pequeñas (SMR, por su sigla en inglés) para ciudades o “granjas” de inteligencia artificial.

Recientemente, fuentes anónimas consignadas por el portal especializado Espaciotech, informaron que una empresa inversora estadounidense no identificada habría adquirido la patente del ACR300. Una operación muy trascendente a futuro, que le abre mercados a Invap, incluso en Argentina, donde la empresa de propiedad de la provincia de Río Negro debe competir con otras extranjeras en igualdad de condiciones.

¿Qué está en juego al ceder propiedad intelectual?

Como sostiene Sofía Arocena en el medio EspacioTech, la patente del ACR-300 no es un simple papel, concentra años de investigación y conocimiento acumulado por INVAP y la Comisión Nacional de Energía Atómica.

Si bien Argentina construyó una trayectoria sólida en exportación de tecnología nuclear —con contratos exitosos en Egipto, Australia o Arabia Saudita—, la cesión de propiedad intelectual supone un escenario distinto. Una patente transferida o coproducida en el exterior puede significar que el valor agregado y las cadenas industriales se trasladen a otros mercados, debilitando el ecosistema local de ingenieros, técnicos y proveedores.

Riesgos y oportunidades para el posicionamiento tecnológico e industrial

La ingeniería nuclear argentina es competitiva porque integra diseño, licenciamiento y fabricación. Si esos eslabones se fragmentan, el país corre el riesgo de convertirse en un mero proveedor de ideas, perdiendo capacidad para producir tecnología completa.

Además, en un mundo donde los reactores modulares se proyectan como la próxima gran tendencia energética, quedar fuera de la fase de construcción y operación podría reducir la relevancia de Argentina en futuras alianzas estratégicas. A esto se suman las dudas sobre la solidez de los socios internacionales y el marco regulatorio que podría influir en el destino de la tecnología.

Sin embargo, cerrar acuerdos con empresas estadounidenses puede abrir puertas que serían difíciles de atravesar en solitario.

El CAREM, oficialmente descartado por el Gobierno de Milei, mientras Brasil avanza con su propio reactor multipropósito de la mano de INVAP.

Abandonar un reactor para construir otro igual

El “proyecto” sin fondos públicos del gobierno nacional (algo inédito a nivel mundial si de energía nuclear se habla) busca, según dijo Demián Reidel, obtener fondos privados para su desarrollo. Esto se daría en un marco de profundo ajuste al sector científico y tecnológico y en medio de la parálisis del CAREM-25 y el RA-10, que ya están terminados en un 95%.

El Carem es un prototipo argentino de SMR de 25 MWe. Tiene contratos civiles a punto de expirar y está paralizado. Sin embargo, la CNEA ya completó una Revisión Crítica de Diseño y firmó con Invap un memorando de entendimiento para explorar oportunidades comerciales conjuntas, tanto para el Carem como para futuros desarrollos.

Desde el gobierno, presentan el ACR-300 (en el que no han invertido ni un sólo centavo) como “de vanguardia” y que “se basa en una tecnología que permita seguir incrementando la lucha contra el cambio climático”. El plan es que le provea energía a los centros de datos especializados para continuar con el desarrollo de IA.

El nuevo proyecto sin fondos de reidel y Milei

El modelo, basado en un sistema de agua presurizada (PWR), fue registrado en la Oficina de Patentes y Marcas de EE.UU., y está pensado para reducir costos y facilitar el mantenimiento. INVAP evalúa alternativas de financiamiento y asociación para avanzar con su desarrollo en el marco de la transición energética.

El diseño del ACR-300 incorpora innovaciones técnicas que contribuirían a disminuir los costos de construcción y operación: entre ellas, la disposición horizontal de los generadores de vapor —lo que permitiría un edificio de contención más bajo— y la eliminación de grandes tubos en el circuito primario, que reduciría riesgos y exigencias de seguridad. Se trata de un reactor pequeño en comparación con los convencionales de 1000 MWe, alineado con la tendencia global hacia los SMR (Small Modular Reactors).

Invap es líder en exportación de reactores de investigación y multipropósito, y podría posicionarse a la cabeza de la oferta para buscar financiamiento destinado al desarrollo de reactores SMR.

Sociedad con INVAP

Con las políticas anteriores, Invap desarrolló capacidad en la industria de reactores de investigación y fabricación de radioisótopos, satélites de investigación y comunicaciones, radares monopulso y 3D, y una gran oferta de equipos de vanguardia tecnológica, convirtiéndose en uno de los grandes actores internacionales. A la par, la CNEA y la CNAE, pusieron al país entre el puñado de países en el selecto grupo (menos de 10) en la cima del desarrollo.

Por lo pronto lo estatal demostró que es el camino al desarrollo y lo privado debe ser capaz de complementarlo en el crecimiento de la riqueza nacional, más allá de los grandes negocios que depara para empresas y sus directivos.

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