El Consejo Superior de la UBA se reunió el miércoles y declaró por unanimidad de sus miembros la emergencia presupuestaria de la institución. Se pidió por la urgente actualización del presupuesto destinado a los gastos de funcionamiento de la Universidad, así como también la asignación y actualización de las partidas vinculadas a la función salud, vitales para el funcionamiento de sus hospitales-escuela.
La declaración marca una situación que atraviesan todas las casas de estudios superiores. Un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) registra caída de fondos en funcionamiento, estudiantes y docentes.
Derrumbe salarial y de presupuesto
El informe advierte que, “en términos reales, el presupuesto para 2025 es un 9 % inferior al del año pasado y acumula una caída del 32 % desde 2023″. Destaca también que la inversión por estudiante es la más baja desde 2005: $2,1 millones en 2025, cuando, en promedio, entre 2010 y 2023 se gastaban $4 millones. Ajustada por inflación, esta cifra es el 53 % menor que la registrada hace una década.
“Las universidades públicas cumplen un rol estratégico en la producción de conocimiento, la formación de profesionales y la reducción de desigualdades. La caída sostenida de su presupuesto compromete estas funciones y refleja un cambio en las prioridades del Estado, con consecuencias para el desarrollo educativo y científico”, destacaron desde ACIJ.
Los datos oficiales de mayo de 2025 muestran que un o una docente universitaria con dedicación simple y 10 años de antigüedad percibe un salario bruto (es decir, sin los descuentos previsionales) de $278.642,84. Esto representa una caída del salario real (es decir, considerando la inflación) del 28 % respecto de noviembre de 2023. El mes anterior a la asunción de Javier Milei, por ese mismo puesto docente se cobraban $125.146. Si se ajusta por inflación, el monto representaba $387.242 de hoy.
El presupuesto de las universidades es el más bajo desde el año 2006
La UBA en emergencia
Pues bien, en los considerandos de la resolución, el Consejo Superior de la UBA, planteó “la educación pública universitaria constituye un orgullo de la sociedad argentina basado en una enseñanza con la máxima calidad académica, desarrollo de la investigación y compromiso con el entorno social, requiriendo un financiamiento adecuado para el desarrollo de sus actividades“. Y agrega que: “Para garantizar las funciones de docencia, salud, investigación y extensión resulta necesario contar con asignaciones presupuestarias que permitan la planificación y desarrollo de todas sus actividades”.
En este contexto, la resolución señala que “estas circunstancias afectan de manera gravosa a la Universidad de Buenos Aires, la cual es la institución de educación superior más importante del sistema universitario nacional, con un reconocimiento internacional que la posiciona como una de las Casas de Altos Estudios de Iberoamérica mejor ponderadas”.
Situación crítica
La Universidad de Buenos Aires enfrenta una situación crítica debido a que ante el agudo proceso inflacionario del país que alcanzó niveles del 211,4% en el año 2023 y 117,8% en el año 2024, se tornan insuficientes las partidas consignadas en el último Presupuesto Nacional aprobado para el año 2023.
Además, la falta de aprobación de la ley de presupuesto en el ámbito del Congreso Nacional para los años 2024 y 2025 generan un vacío normativo en el cual las universidades nacionales desconocen su presupuesto anual y se torna imposible un planeamiento correcto de las erogaciones a realizar y sus resultados asociados. Estas medidas colocan a la UBA en riesgo de desfinanciamiento, comprometiendo sus funciones esenciales como la educación universitaria y preuniversitaria, la investigación científica y la atención médica a más de medio millón de pacientes anuales en sus centros hospitalarios.
En la resolución se destaca además, “Que la labor y el compromiso de la Universidad de Buenos Aires con la sociedad argentina se cumple no solo con su función de enseñar, sino que también lo hace mediante sus hospitales escuelas e institutos, en donde son atendidas miles de personas por año”.
Desde la última actualización presupuestaria que recibió el sistema universitario nacional hace más de un año, hubo un 70% de inflación acumulada, sin embargo, los hospitales universitarios: el Hospital de Clínicas “José de San Martín”; el Instituto de Investigaciones Médicas “Dr. Alfredo Lanari”; el Instituto de Oncología “Ángel Roffo”; el Instituto de Tisioneumonología “Prof. Dr. Raúl Vaccarezza” y el Instituto “Alberto C. Taquini” no recibieron ningún aumento.
Salarios
Además, se señala que “los salarios del personal asistencial han tenido en el último año y medio una pérdida del poder adquisitivo de casi la mitad de su valor. En las condiciones actuales se encuentra seriamente afectada la posibilidad de mantener toda actividad tendiente a garantizar la función asistencial”.
Por todo ello, el Consejo Superior decidió declarar la emergencia presupuestaria de la Universidad de Buenos Aires, y le solicita a los Ministerios de Economía y Capital Humano “la urgente actualización del presupuesto destinado a los gastos de funcionamiento de la Universidad, así como también la asignación y actualización de las partidas vinculadas a la función salud, vitales para el funcionamiento de los Institutos Asistenciales”.