Por las atribuciones que dio la Ley de Bases, el Gobierno pudo modificar la estructura del Banco Nacional de Datos Genéticos, el organismo que fue creado a partir de la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo y que permitió a más de un centenar de personas conocer su identidad.
“Dispónese la transformación del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), organismo descentralizado actuante en la órbita de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Jefatura de Gabinete de Ministros creado por la Ley 23.511, en organismo desconcentrado dependiente de la citada Secretaría”.
Reestructuración
Así establece el Decreto 351/2025 la reestructuración del Banco creado en 1987 por impulso de la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo. En el Decreto se justifica la transformación “con el fin de reducir el gasto público” y se asegura que se hará “sin que ello afecte las competencias que tiene asignadas”. Pero bajo un Gobierno con políticas negacionistas y anti-Estado, la medida encendió todas las alarmas.
El documento detalla que “se mantendrá el personal con sus cargos, su situación de revista y las unidades organizativas vigentes hasta tanto se apruebe su estructura organizativa”.
El Ejecutivo tiene atribución para esta reestructuración gracias a la Ley N° 27.742 o Ley de Bases. El artículo 3 da la posibilidad de modificar, fusionar o eliminar organismos de la Administración Pública Nacional. Pese a las advertencias previas a la sanción, el BNDG no se incluyó entre las excepciones de esa normativa.
Preocupación por el Banco Nacional de Datos Genéticos
“Un organismo reconocido internacionalmente por haber devuelto la identidad y la posibilidad de encontrarse con sus familias a 138 argentinas y argentinos apropiados durante la última dictadura cívico-militar. Un símbolo global de la ciencia argentina al servicio de los derechos humanos, que garantiza el resguardo ético y riguroso de datos genéticos sensibles. Eso es lo que hoy el gobierno de Milei y Villarruel intenta destruir, al quitarle por decreto su autonomía al Banco Nacional de Datos Genéticos”, denunció el senador Eduardo Wado de Pedro.
“Una decisión que pone en riesgo real la búsqueda de los más de 300 nietos y nietas apropiadas que aún faltan encontrar. Cuesta no pensar que ese es, precisamente, el objetivo. Esto ya no es solo negacionismo. Es complicidad con quienes robaron bebés y aún hoy les niegan su verdadera identidad”, criticó el abogado, cuya madre –embarazada- fue asesinada en 1978 en un operativo de la dictadura conocido como la Masacre de la calle Belén.
“Que el Banco Nacional de Datos Genéticos pase a la órbita de la Jefatura de Gabinete no es ninguna garantía de que el organismo seguirá cumpliendo sus funciones, sino todo lo contrario. Guillermo Francos y Darío Genua – Secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Nación- son los ejecutores del desfinanciamiento del sistema de Ciencia y Tecnología”, advirtió la Mesa Federal por Ciencia y Tecnología, que viene denunciando la política de desfinanciamiento y el cientificidio que viene aplicando la Secretaría de la que ahora depende el Banco.
La importancia del Banco es destacada durante las visitas guiadas a la Casa por la Identidad, espacio de Abuelas en la ExESMA: “Sin el Banco Nacional de Datos Genéticos sería imposible la comparación de los posibles nietos apropiados y sus familias legítimas. Este es uno de los logros de #Abuelas, al igual que la conformación de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI), entre otros”.
Pasado y presente del BNDG
El Banco Nacional de Datos Genéticos fue creado por ley en 1987, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, por expreso pedido de Abuelas de Plaza de Mayo, organización que buscaba una forma fehaciente de dar con los niños y niñas apropiados. En el Banco se encuentran las muestras genéticas de las familias que buscan a esos nietos y desde su creación permitió a más de un centenar de personas conocer su verdadera identidad.
De acuerdo a la ley, el BNDG fue creado “para buscar e identificar a hijos de personas desaparecidas que fueron secuestrados junto o nacieron durante el cautiverio de sus madres”. Sin embargo, su existencia permitió también el reencuentro entre hermanos y hermanas que no tenían vínculo –o que no se estableció hasta ahora- con los crímenes de la última dictadura.
Un organismo científico clave para los derechos humanos
Entre las más de 14 mil personas que dieron negativo en el Banco hubo algunos entrecruzamientos que permitieron encuentros. Entre esos casos está el de Carina Rosavik y Carolina Sangiorgi, quienes tras años de búsqueda sobre su identidad en 2022 supieron que eran hermanas. Y este año encontraron a un tercer hermano, Carlos Piñero. Los tres se abrazaron este año por primera vez, en Mar del Plata.
Pese a sus logros y su reconocimiento internacional, el Banco no quedó al margen de las políticas de desfinanciamiento sobre la ciencia que implementa el gobierno de Milei. Según un informe del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI), basado en datos oficiales, tuvo un 38,7% de subejecución en el primer bimestre de 2025 comparado al mismo período de 2024 en términos reales, cuando arrancaba la nueva administración. Y en todo 2024, comparado al 2023, en variación real, tuvo -37,4%.
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Al final, Diputados habilitó que el Banco Nacional de Datos Genéticos pueda ser eliminado