Un equipo de investigadores de la plataforma de Genómica y Bioinformática del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI) y del Servicio de Virosis Respiratorias, perteneciente a la Administración Nacional de Laboratorios (ANLIS) “Doctor Carlos Malbrán”, logró descifrar el genoma completo de tres pacientes argentinos infectados por coronavirus.
El avance permite identificar con mas precisión cuáles son las variantes del SARS-COV-2 que circulan en el país y permite especializar las herramientas para combatirlo y, cuando aparezca la vacuna, adecuarla a las necesidades locales.
Es decir, que se trata de un desarrollo fundamental para elaborar reactivos y adaptar la futura vacuna contra el virus que ya infectó a 1,3 millones de personas en el mundo, y se cobró la vida de 80 mil pacientes.
Fueron los propios científicos y técnicos de la ANLIS-Malbrán quienes anunciaron que lograron secuenciar los genomas completos de tres pacientes argentinos con coronavirus SARS-COV-2.
“Pudimos establecer la procedencia de los virus: uno de ellos es de Estados Unidos, otro de Europa y otro de Asia. Este es un primer paso para empezar a ver cómo son las cepas de circulación autóctona”, le adelantó Claudia Perandones, directora técnica – científica del ANLIS Malbrán, al diario Página/12.
Sucede que el coronavirus que hoy es autóctono de nuestro país, no es igual al que surgió en un mercado chino, en noviembre del año pasado, en la ciudad de Wuhan.
Desde aquel momento hasta hoy, el SARS-COV-2 no cesó de mutar con su traslado a cada nuevo huésped y en el marco de su propagación mundial.
Es por eso que conocer las características específicas y las procedencias geográficas de las cepas que circulan en la actualidad en territorio argentino, aporta información crucial para adaptar los reactivos necesarios para combatirlo.
“Hasta ahora lo pudimos hacer con tres pacientes pero vamos a hacerlo con la mayor cantidad de pacientes posibles, ya que el principal objetivo es conocer cómo es la circulación dentro de Argentina”, detalló Perandones, al tiempo que aseguró que “lo importante es reunir muchas muestras para determinar qué asociación tienen las mutaciones del genoma con el comportamiento del virus en las personas. No todas las mutaciones producen cambios en dicho comportamiento, pero si lo hacen podríamos establecer ciertos parámetros como el nivel de mortalidad de cada cepa, la gravedad con que ataca cada una de ellas, sus síntomas o los modos de transmisión. Seguramente vamos a encontrar mutaciones producidas dentro del país”.
El trabajo de secuenciación estuvo a cargo del Servicio de Virosis Respiratorias y de la plataforma de Genómica y Bioinformática del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, ambos sectores nucleados en el Malbrán.
Las tres muestras analizadas se compararon con los diversos genomas del virus que circulan en las distintas regiones del mundo donde el coronavirus ha llegado. Así se logró establecer que las tres cepas secuenciadas en Argentina provienen de Estados Unidos, Europa y Asia.
El análisis realizado por los profesionales del Malbrán ya fue realizado en las principales regiones del mundo para monitorear en tiempo real las vías de transmisión a nivel genético – molecular.
Más de cien mutaciones
El pasado 14 de enero, China había sido el primer país del mundo en conocer el genoma del SARS-COV-2 que circulaba en su territorio. Desde entonces, se calcula que el virus ya habría mutado más de cien veces a lo largo del mundo.
El resultado de los análisis obtenidos por los científicos del Malbrán fue enviado al Global Initiative on Sharing All Influenza Data (GISAID), entidad que aprobó el estudio de forma inmediata.
GISAID es una iniciativa público – privada, con sede en Alemania, que promueve el intercambio internacional de todas las secuencias del virus de la influenza, y los datos clínicos y epidemiológicos relacionados con virus humanos.
Además brinda información geográfica y específica para ayudar a los investigadores a comprender cómo evolucionan y se propagan los virus. Esta institución centraliza datos de todo el mundo y los distribuye para que estudios como el realizado en el Malbrán puedan ser llevados a cabo.
Además de ser el primer paso para comenzar a conocer los detalles de la circulación del virus en Argentina, el descubrimiento tiene otros beneficios, como la posibilidad de mejorar la calidad de los diagnósticos, complementar la vigilancia epidemiológica y contribuir a generar reactivos específicos para los tests de diagnóstico de Covid-19.
“Toda la información que se pueda conseguir es muy útil a la hora de realizar los diseños para los reactivos”, sostuvo la directora técnico-científica del Malbrán y agregó que “también es fundamental para una fórmula vacunal”.
En diálogo con el portal Infobae, el científico Martín Vázquez, biólogo molecular e investigador del CONICET, explicó que ?se trata de un gran logro de los investigadores del Instituto Malbrán, que desde hace varias semanas vienen trabajando con la secuenciación original china y la información de las muestras del virus circulante en Estados Unidos, Europa y varios países del mundo”.
“En la medida en que sepamos los genomas que están circulando en Argentina, más nos podemos anticipar a las medidas necesarias para abordar este problema?, precisó Vázquez.
El investigador indicó que el genoma de un virus es de ARN. Y que cuando se realiza un hisopado a una persona a través de la técnica llamada PCR, la misma no lee la secuencia total del virus. Solamente detecta si lo ve o no. En cambio, la secuenciación permite leerlo y por ello detectar el virus y su genoma.
“Con más genomas detectados circulando en el país, se pueden rastrear los orígenes de cada uno y realizar modelos predictivos y probabilísticos para anticipar varios problemas, como circulación del mismo, realizar mapas de movilidad y hacer vigilancia epidemiológica?, concluyó Vázquez.
Fuentes: Página/ 12 e Infobae.