La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONEA) diseñó mapas sobre los datos satelitales que entregaron las imágenes tomadas por un satélite europeo, respecto a cómo se redujo la contaminación ambiental sobre la ciudad de Buenos Aires y la ciudad de Córdoba, desde el inicio de la cuarentena.
Las imágenes muestran la disminución de la cantidad de dióxido de nitrógeno en el área metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires y Córdoba, los días posteriores al aislamiento obligatorio.
Se trata de una disminución de los niveles de contaminación atmosférica producto de una merma considerable en del transporte en ambos centros urbanos. Es que la menor circulación de tránsito y de emisiones de la industria ocasiona menores niveles de producción de monóxido de nitrógeno.
Disminución drástica
Periferia dialogó con Fernanda García Ferreryra, Química, especialista en Calidad del Aire de la CONAE y desarrolladora de los mapas. “Hay una disminución drástica de la contaminación los primeros días tras la decisión del aislamiento pero los datos son los primeros obtenidos para la región”, explicó García Ferreyra.
“Para que sea más rubusta la medida nosotros preferimos trabajar con promedios semanales, pero los datos satelitales son diarios, y nostros una vez al día tenemos un datos que refleja un momento”, explicó García Ferreyra.
Es que las imágenes, tomadas por el Satélite Sentinel-5P, de la Agencia Espacial Europea (ESA), y diseñadas en mapás por la CONAE, corresponden al momento de paso del satélite sobre los principales centros urbanos del país.
El NO2 es un contaminante atmosférico que se produce cuando el monóxido de nitrógeno (NO) emitido por la quema de combustibles fósiles entra en contacto con el oxígeno del aire.
Por esta razón se lo asocia al tránsito vehicular, aéreo y a algunas actividades industriales. Principalmente genera impactos en la salud de la población a nivel de sistema respiratorio. Además guarda relación con el calentamiento global, por lo cual es un importante aporte en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por las Naciones Unidas en la Agenda 2030.
Las imágenes son apenas una foto del día, que la CONAE utiliza para realizar un promedio semanal de lo que irá sucediendo hasta el fin de la cuarentena dispuesta por el gobierno nacional.
Por eso, las muestras tomadas indican (en color marrón oscuro) la mayor abundancia de NO2 en los centros urbanos de CABA y Conurbano bonaerense durante las fechas previas a la cuarentena (13 y 16 de marzo) y una drástica disminución en las fechas posteriores (20 y 23 de marzo).
¿Cómo leer las imágenes?
Los puntos más dispersos geográficamente en tonos amarillos indican contaminantes transportados por las condiciones meteorológicas presentes. Por ejemplo, los días viernes 13 y lunes 16 de marzo se observa cómo estas nubes se dirigen hacia el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, hacia zonas con menos densidad poblacional, pero cada día con un comportamiento particular.
“Los promedios mensuales son los mas adecuados para tomar una conclusión mejor”, le explicó García Ferreyra a Periferia.
Hoy los datos existentes le permiten a la CONAE elaborar mapas sobre las ciudad de Buenos Aires y Córdoba, pero la especialista adelantó que en pocos días tendrán también referencias de la ciudad de Santa Fe, de Rosario y de Mendoza.
Los mapas de la CONAE muestran una escala de la abundancia de NO2 detectada por el sensor TROPOMI a bordo del satélite, medida en micromol por metro cuadrado (mol/m2).
“El monóxido de nitrógeno (NO2) es lo que emiten las fuentes emisión que son las que queman combustibles fósiles o las que queman biomasa, pero eso se interconvierte muy rápidamente, en minutos, en la atmósfera, en contacto con el oxígeno, y se forma el dióxido de nitrógeno (DO2), que es en realidad lo que se mide con el sensor del satélite, porque es el que tiene una señal más fuerte”, explicó García Ferreyra.
Ozono cerca nuestro
La especialista en Calidad del Aire de la CONAE explicó que “el dióxido de nitrógeno comienza a tener reacciones durante el día, porque necesita la radiación solar, para producir junto a otras especies orgánicas presentes en la atmósfera por fuentes biogénicas de vegetación o de emisiones, un contaminante peligroso que es el Ozono, a nivel superficial”.
“El Ozono no es peligroso para los seres humanos mientras no está a nuestro alcance, y además es beneficioso para nostros cuando está en la estratósfera formando la capa de ozono y filtrando la radiación ultravioleta, pero cuando lo tenemos cerca nuestro, cuando lo respiramos, genera muchos problemas respiratorios, inflamación, bronquitis, mismo para las personas con asma”, detalló García Ferreyra.
“Este tipo de contaminación medida por el satélite no reduce la Capa de Ozono”, explicó García Ferreyra a Periferia, y amplió que “lo que la reduce es otro tipo de contaminantes que son los que se eliminan por sistemas de refrigeración y sprays (aerosoles)”.
El campo también emite y recibe contaminantes
Sin embargo, la contaminación no corresponde tan sólo a las emisiones producidas por automóviles, fábricas y aviones, sino también a lo producido “por fuentes biogénicas” de la activiad agraria. “Las moléculas orgánicas que tienen fuentes biogénicas del campo y con el monóxido de nitrógeno forman el ozono superficial”.
“Hay investigaciones realizadas en la que se midieron daños en las hojas de soja, producidas por el ozono que se genera cerca de las rutas”, detalló la especialista.
La importancia de las Estaciones de Monitoreo
La medición satelital complementa a las de las estaciones de monitoreo en la superficie dando una perspectiva de distribución espacial de la especie o sustancia química.
“Este producto no considera diferencias de concentraciones a distintas alturas de la atmósfera, sino que muestra su acumulación en una superficie, mirando toda la columna atmosférica a la vez. Para definir la calidad del aire de las capas más bajas de la atmósfera, donde respiramos, se utilizan otros procedimientos”, explicó María Fernanda García Ferreyra, experta en temas de calidad de aire de la Unidad de Emergencias y Alertas Tempranas de la gerencia de Vinculación Tecnológica de la CONAE.
“La información satelital muestra la presencia del compuesto NO2 en toda la columna vertical de la atmósfera. Las transformaciones químicas a las que son sometidos los contaminantes dependen de las condiciones presentes, por ejemplo de la luz solar o la proporción en que están presentes otras sustancias químicas que favorecen las reacciones que puedan generar contaminantes aún más peligrosos para la salud”, advirtió.
En tal sentido, García Ferreyra aclaró que “estos productos satelitales no nos dan una idea de cuáles son los niveles de contaminación a nivel superficie, porque lo que hacen es medir en toda la tropósfera, que son los primeros 12 kilómetros de la atmósfera, entonces no distinguen si las concentraciones están más arriba o más abajo porque depende de las condiciones meteorológicas”.
La especialista explicó que “para saber si los niveles de concentración del suelo son altos son necesarias las estaciones de monitoreo en superficie” que en la ciudad de Buenos Aires las tiene la Agencia de Protección Ambiental (APRA), que también midieron niveles mucho más bajos, por día y hora. “Las imágenes satelitales complementan los datos de las estaciones, porque nos dan un panorama de como se distribuye la contaminación en el espacio territorial, o hacia dónde se fue la pluma de contaminación, etc”.
Sandra Torrusio, Gerenta de Vinculación Tecnológica de la CONAE, expresó: “Mediante datos de satélites elaboramos mapas y monitoreamos diversas temáticas para uso en actividades socioproductivas, medioambiente y salud. Dentro de la difícil situación de la cuarentena obligatoria, hemos podido evaluar estos cambios tan drásticos de concentración de NO2 en áreas urbanas, utilizando información de origen espacial. Los interesados en estos mapas pueden comunicarse con Atención al Usuario atencion.usuario@conae.gov.ar para informarse sobre su acceso y distribución”.
“La variabilidad de la detección de esta especie, y otras, en la atmósfera es muy alta, por lo que continuaremos trabajando en su análisis estadístico para proveer productos más confiables”, agregó García Ferreyra.
Recientemente la NASA y la ESA también mostraron a través de información generada con imágenes satelitales cómo esta situación se dio en China y en otros países de Europa, donde también descendieron los niveles de dióxido de nitrógeno cuando la población comenzó a quedarse en sus viviendas.