El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas fue consultado tras haberse firmado un convenio de asistencia técnica entre el organismo y el Ministerio Público Fiscal en torno al saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo.
Los investigadores que participaron presentaron un informe donde cuestionan con dureza las decisiones del gobierno nacional por dilatar por cuatro años y relajar el control sobre la contaminación de la cuenca y alertaron por los altos niveles de Fósforo y Nitrógeno en distintos sectores de los brazos que lo componen.
“Dilación excesiva”
“Considerando que la recomposición ambiental (objetico central de ACUMAR) es una necesidad inmediata, se considera que la dilación propuesta es excesiva, y que no hay elementos de peso que la justifiquen adecuadamente”, cuestionaron desde el máximo organismo de ciencia de Argentina.
“Lo mismo ocurre con los otros plazos, resultan excesivamente laxos, más aún cuando por falta de modelización, no se conoce la dinámica de los contaminantes dentro de la cuenca,contando sólo con descripciones de sus concentraciones en agua, y a veces en sedimentos; pero careciendo de relevamientos topográficos y batimétricos, además de otros datos de la dinámica hidrológica, incluyendo dinámica de sedimentos y especiación de los metales presentes y otras sustancias orgánicas”, manifiesta el documento firmado por CONICET y la Red de Estudios Ambientales Bonaereses.
El documento, de más de 80 páginas, es el resultado de varios meses de trabajo conjunto de dos de las Redes Institucionales Orientadas a la Solución de Problemas (RIOSP) del CONICET: la de Investigaciones en Derechos Humanos y la de Estudios Ambientales de la Provincia de Buenos Aires (REAB).
En él, se enlistan pautas precisas para actualizar y optimizar el sistema de indicadores ambientales por el que se rige la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), el ente creado en 2006 para abordar el saneamiento del degradado espacio natural.
El organismo concluyó que “se considera óptimo y de gran relevancia, establecer límites de vertidos específicos para cada tipo de actividad o industria, con el fin de alcanzar los límitesmás estrictos que pueden ser viables económicamente para cada una”.
Periferia dialogó con Jorge Hercovits, miembro de la Red de Estudios Ambientales Bonaerenses, una de las entidades que firmó el documento, quien ratificó las sugerencias establecidas para el control ambiental en el documento presentado y aclaró que desde la entidad y CONICET se realizó una evaluación integral.
En ese sentido, establecieron que “el límite del Fósforo total, se considera que 5 mgP/L para cuerpo de agua superficial es un valor muy elevado”
Pero también apuntaron que “respecto al Nitrógeno total fijado en = 35 mgN/L, se recomienda establecer límites más estrictos considerando la sensibilidad del ambiente receptor, su estado y la intención de sanearlo”.
La entrega del informe tuvo lugar en la sede de la Procuración General de la Nación, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), encabezada por el procurador fiscal ante la Corte Suprema, Víctor Abramovich, al tiempo que la exposición del contenido estuvo a cargo de los propios investigadores del CONICET que coordinaron las tareas técnicas. Participaron además el gerente de Desarrollo Científico y Tecnológico del CONICET, Jorge Tezón, y la directora de Convenios y Proyectos del organismo, acompañados por la titular del Centro Científico Tecnológico CCT CONICET La Plata Pilar Peral García.
?Nuestro trabajo consistió en revisar una serie de índices establecidos por la ACUMAR en cuanto a diversas cuestiones que hacen a las condiciones generales de la vida, entre ellas ordenamiento territorial, calidad de aire y de agua tanto superficial como subterránea, desarrollo humano, población expuesta a contaminantes, basurales y acceso a la información?, cuenta Jorge Sambeth, investigador del CONICET en el Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas ?Dr. Jorge J. Ronco? (CINDECA, CONICET-UNLP-CICPBA) y coordinador de la REAB.
Los informes técnicos sobre el proyecto de modificación de la Resolución ACUMAR 46/2017 (de Límites Admisibles de vertido de Efluentes Líquidos, Usos y Objetivos de Calidad de Agua y Declaración de Agente Contaminante) y de su proyecto de reglamentación fueron presentados por el Dr. Jorge Herkovits, miembro de la Red de Estudios Ambientales Bonaerense del CONICET y por la Lic. María Fernanda Cúneo Basaldúa, integrante de la UFIMA.
Estudios Ecotoxicológicos
CONICET sugirió a las autoridades de ACUMAR la implementación de estudios ecotoxicológicos. Es que el saneamiento de la cuenca del Rio Matanza-Riachuelo tiene como objetivo ecológico recuperar condiciones de vida compatibles con la integridad del ecosistema.
“Siendo la toxicidad en el agua y sedimentos uno de los condicionantes fundamentales que impiden la recuperación de la biota y el consiguiente saneamiento, es fundamental incorporar el Riesgo por Toxicidad como un criterio de gestión prioritario para alcanzar el objetivo de evitar el vuelco de efluentes y otros materiales en concentraciones tóxicas, incompatibles con el ecosistema acuático”, concluye el documento del organismo.
El organismo sugirió que se incorpore la realización de estudios Ecotoxicológicos en el agua, sedimentos, efluentes industriales y lixiviados que impactan la cuenca del Rio Matanza Riachuelo.
Ello, a fin de “establecer la línea de base para integrar a la gestión de la cuenca el criterio de RIESGO por Toxicidad, se realizara durante un periodo de 2 años un monitoreo de la Toxicidad en las 14 subcuencas en el agua, sedimentos, efluentes industriales y lixiviados que impacten el ecosistema”, cierra el documento.