Un trabajo de investigación periodístico reveló un escándalo en Dioxitek, la empresa estatal encargada de garantizar el suministro de dióxido de uranio que se utiliza en la fabricación de los elementos combustibles para las centrales nucleares de Atucha I, Atucha II y Embalse.
La investigación pone el foco en Ernesto Kirchuk, un físico que llegó a la compañía de la mano de Santiago Caputo, el asesor estrella de Javier Milei.
El físico Ernesto Kirchuk fue designado como vicepresidente de la compañía estatal Dioxitek el 9 de septiembre de este año y al mes comenzó a facturarle a la empresa nuclear 3,5 millones de pesos mensuales en concepto de “honorarios por servicio de asistencia tecnológica”. Aparentemente, la tarea no forma parte de sus actividades habituales.
Aprovechando el Estado para hacer negocios
Los periodistas Fernando Krakowiak y Nicolás Gandini revelaron para el medio EconoJournal el escándalo en la empresa ya que el funcionario designado por el Gobierno comenzó a facturarle a la compañía por servicios personales, al triple del valor de su sueldo.
«Formó parte de una investigación y análisis sobre la viabilidad de incorporar un proyecto o unidad de negocio de enriquecimiento de uranio por láser en Dioxitek, la cual, por tratarse de una tarea de carácter extraordinario y ocasional, se abonó como locación de servicio”, respondieron en Dioxitek. Afirman que durante ese período no cobró su sueldo como director y que la actividad ya concluyó.
“Durante los meses de octubre y noviembre Ernesto Kirchuk formó parte de una investigación y análisis sobre la viabilidad de incorporar un proyecto o unidad de negocio de enriquecimiento de uranio por láser en Dioxitek, la cual, por tratarse de una tarea de carácter extraordinario y ocasional, se abonó como locación de servicio”, respondieron desde la empresa encargada de garantizar el suministro de dióxido de uranio que se utiliza en la fabricación de los elementos combustibles para las centrales nucleares de Atucha I, Atucha II y Embalse.
Este medio consultó a cuatro fuentes del sector nuclear sin contacto entre sí y todas se mostraron sorprendidas porque afirmaron que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ya viene llevando adelante esa tarea. “La CNEA estudia la separación isotópica por láser. Se podría haber hecho un análisis de esos resultados sin tener que pagar por ello”, remarcó una de las fuentes. Kirchuk es, además, empleado desde hace años en la CNEA, por lo que otra de las fuentes consultadas advirtió que «no es normal que una empresa pública contrate bajo la modalidad de prestador de servicios a una persona que a su vez ya es personal del Estado».
El área nuclear, en manos de inexpertos de confianza de Santiago Caputo
Kirchuk llegó a Dioxitek de la mano de un conjunto de funcionarios libertarios con escaso conocimiento sobre el sector nuclear. La falta de cuadros técnicos conocedores del sector fue la constante en todas las empresas que componen el complejo nuclear desde que asumió Javier Milei.
El joven asesor de Javier Milei tomó el control del área nuclear y consiguió el acompañamiento de Alberto Lamagna (un histórico del sector) para Nucleoeléctrica.
Claro, junto a él ingresaron como directores de la empresa nuclear Jeremías Coppola, un joven trader vinculado a La Libertad Avanza, y el hermano de Guido Giana, un ex dirigente del PRO que ahora milita en las filas libertarias, y ninguno tiene experiencia en el sector atómico. Algo similar a lo que sucede en Dioxitek.
La investigación completa en:
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