El Subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, dijo que la ley aprobada en el Congreso que fija la suba por ley de los fondos para gastos de funcionamiento y para salarios para las universidades nacionales es “populismo legislativo”.
El Senado aprobó ayer por amplia mayoría la Ley de Financiamiento Universitario (apenas 11 votos en contra), pero Álvarez, el funcionario libertario a cargo de defender los recursos y las políticas hacia el sector académico, se manifestó en contra de la ley y a favor de un potencial veto de parte de Javier Milei.
Para Álvarez no es necesario que las universidades incrementen fondos, a pesar del 230% de inflación proyectado para 2024, y pese a la pérdida salarial del 60% de docentes y no docentes de las casas de estudios superiores.
“Para mí el artículo más problemático y que es de populismo legislativo, que es el artículo sobre actualización de los salarios, está técnicamente tiene un montón de problemas. Primero, no se entiende desde cuándo es la actualización. Nosotros haciendo números, suponiendo que fuese desde diciembre, estaríamos hablando de 1.2 billones, lo cual es completamente inviable. Pero además tiene dos problemas de técnica legislativa difíciles de subsanar. El primero que viola Ley de Administración Financiera porque no prevé el origen de los fondos para ese incremento. Y el segundo, que se entromete en la ley que regula las las paritarias. Porque acá hay una paritaria abierta que nosotros venimos teniendo con los sindicatos, donde se han este ido actualizando los salarios. No es que no se han actualizado, los salarios se han ido actualizando paulatinamente”, agregó.
Con ley
Ayer a la noche, el Senado aprobó la ley de Financiamiento Universitario con 57 adhesiones, 10 rechazos y una abstención, por lo que el texto pasó de manera holgada los dos tercios. De hecho, durante la votación en general avalaron la ley tres legisladores del PRO: Guadalupe Tagliaferri -siempre estuvo a favor-; el jefe de la bancada, Luis Juez, y la tucumana Beatriz Ávila, mientras que se abstuvo la pampeana Victoria Huala. Otros tres lo hicieron en contra: Carmen Álvarez Rivero, Martín Goerling y Alfredo De Ángeli.
Salarios
Según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el texto en cuestión, que establece una recomposición de los salarios del personal docente y no docente desde el 1 de diciembre de 2023 y hasta la sanción del proyecto, estima para “el ejercicio vigente un impacto presupuestario de $738.595 millones, equivalentes a 0,14% del PBI”.
La ley impone actualizar los créditos presupuestarios destinados a cubrir los gastos de funcionamiento de las casas de estudio -al inicio del ejercicio 2024- por la variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 2023 y, luego, de manera bimestral, ajustar vía inflación previo descuento de los aumentos ya otorgados en lo que va del año. De hecho, el proyecto especifica que si una paritaria mejora la normativa a sancionarse, la misma prevalecerá sobre cualquier otra cosa.
Quién es Álvarez
Un funcionario “que no funciona” y cobra más de 3 millones
Los ataques de Álvarez a las universidades y a los docentes y no docentes es constante, aunque ahora con más bajo perfil. El funcionario, cuya “gestión” más visible es enviar mensajes de twitter intentando sembrar sospecha sobre docentes universitarios y rectores, nunca entabló el diálogo con las universidades.
Antes de ocupar la Subsecretaría de Políticas Universitarias, Álvarez fue profesor de la UBA en la el CBC, y ahora, (con apenas una licenciatura) es profesor “titular” de Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires y profesor adjunto de Historia Económica Contemporánea en la Universidad Nacional de La Matanza.
A pesar de que su trabajo se centra todo en universidades nacionales, cobró alto perfil por los ataques constantes y la búsqueda de generar sospecha de corrupción contra rectores y autoridades. En su entorno dicen que su militancia anti-universidades tiene que ver con su pasado de militancia en la FEDUN.
“El galleguito” Álvarez, el hijo del histórico dirigente peronista el “Gallego” Álvarez, es conocido por la frase “vengo a hacer mierda a las universidades“, cuando se dio su asunción en el cargo.
El punto es que, ahora, con un sueldo de más de $2.981.513 (iba a pasar a cobrar $4.418.575 en febrero, con el escándalo del decreto avalado por Milei que subía los sueldos del personal jerárquico un 48%), nadie sabe qué función cumple, y toda la visibilidad de su gestión se centra en su actividad tuitera.
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