Desde hace un año, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), no recibe ingresos de nuevos investigadores. 850 de ellos, fueron admitidos mediante concursos pero aún esperan el alta de su cargo para poder acceder al principal organismo de ciencia de Argentina. Mientras tanto, importantes investigadores se despiden del país.
El 7 de septiembre del año pasado, se publicaron los resultados de la convocatoria 2022 a la Carrera de Investigador de CONICET, tras seis meses de evaluación, en los se analizaron los proyectos presentados, así como también los antecedentes de los postulantes, quienes de base deben tener un titulo de doctorado y publicaciones científicas.
850 investigadores
Fueron 850 las personas seleccionadas de todo el país, que desde entonces se encuentran a la espera del alta del cargo. «La mayoría (el 66%) cuenta con su trámite aprobado en el sistema de intranet de CONICET, luego de haber presentado durante 2023 los documentos para el alta y los estudios médicos preocupacionales, por lo cual ya estarán en condiciones de poder asumir sus cargos concursados y ganados. Sin embargo, se les informó en reiteradas ocasiones que los ingresos a CONICET se encuentran frenados por “una cuestión presupuestaria”, explicaron desde el Colectivo de Ingresantes.
Esta situación se agravo con la llegada de Javier Milei al poder, quien mantiene un ataque directo contra el organismo y contra la comunidad científica en general, con despidos masivos y sin ningùn ingreso desde diciembre a la fecha. «Tampoco ingresaron las 34 personas de convocatorias anteriores (2020 y 2021) cuyos cargos ya habían sido efectivizados con inicio al 1° de enero de 2024, pero sus trámites fueron retrocedidos. Esto deja en claro que la carrera del investigador en CONICET está cerrada de hecho», destacaron.
«A esta situación se suma que el 27 de diciembre, el directorio de CONICET decidió no otorgar más becas postdoctorales extraordinarias, solución paliativa para esperar el alta de cargo para aquellos seleccionados que no poseen relación de dependencia con CONICET. De esta forma, muchos de los ingresantes 2021 y 2022, llevan un año o más sin ningún tipo de sustento, siendo sus situaciones de extrema vulnerabilidad», agregaron.
Graves consecuencias
Desde el Colectivo de Ingresantes CONICET 2022, plantean que las consecuencias de esta situación son graves: “A nivel profesional, luego de siete años de carrera de grado, cinco de doctorado y tres de postdoctorado, de haber sido evaluados académica y profesionalmente por tres comisiones y de haber ganado uno de los concursos públicos más exigentes del Estado Nacional, nos encontramos en un limbo sin saber que sucederá con nuestro futuro”.
“En el mejor de los casos, nuestro estatus sigue siendo de ‘becario’; esto nos impide presentarnos en otras oportunidades laborales, pero también nos impide tener los derechos mínimos de cualquier trabajador. Solo al efectivizarse el nombramiento, CONICET paga las cargas sociales, aportes jubilatorios, aguinaldo, etc.”, destacan.
Por otro lado, resaltan que las consecuencias para el desarrollo nacional también son gravísimas: “El cierre de los ingresos a carrera del investigador viene acompañado de 130 despidos de personal administrativo en el organismo, un recorte feroz en el número de becas doctorales y postdoctorales, el congelamiento de los ingresos y la suspensión del financiamiento a los proyectos de investigación, situación agravada por la caída del salario real de un 26% entre noviembre 2023 y junio 2024”.
Por último, el Colectivo de Ingresantes sostiene que la ausencia de inversión frenará líneas de investigación reconocidas mundialmente y el desarrollo de tecnologías no solamente claves para el crecimiento del país, sino fuente de ingresos de divisas para la economía nacional. Exigen la inmediata incorporación a la carrera de investigador y que se detenga este ataque directo al sistema científico en todos sus ámbitos.
Una nueva fuga de cerebros en el horizonte
Luego de que Milei tildara de «casta» a los científicos, investigadores argentinos salieron a responderle. El investigador superior del CONICET, Alberto Kornblihtt, tildo de «bruto» al Presidente y señaló que su «brutalidad es el instrumento para imponer su programa de explotación y miseria».
«Nos ha tomado como chivos expiatorios de los males que aquejan a nuestro pueblo. Tal como los nazis hicieron con los judíos, los gitanos, los homosexuales, los comunistas y los discapacitados, nos considera población sobrante y quiere eliminarnos del mapa, para lo cual debe convencer al resto de la población de que la culpa de sus penares es nuestra», se descargó el científico.
Alejandro Díaz-Caro, matemático repatriado en 2014 bajo el programa Raíces, también se refirió a la situación y aseguró que hoy ante el desmantelamiento en el sistema cientifico decide nuevamente irse del país.
«Creo que se malentiende lo que representa la ciencia para el país. No es solamente el desarrollo científico lo que están dañando sino también las universidades, porque los científicos también somos docentes universitarios y están vaciando las universidades. Si no se cambia el rumbo, a la Argentina no le espera el progreso. No conozco ningún país pobre que haya salido de la pobreza sin financiar ciencia y educación universitaria», sostuvo en diálogo con AM750.
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