El rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, hizo referencia a lo que viven tanto los trabajadores docentes como los no docentes y aseguró que “la situación salarial es la más crítica de los últimos 40 años”.
El gobierno de Javier Milei no da tregua con su ajuste fiscal sobre las provincias, que repercute de forma drástica en el financiamiento educativo por la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid). En una reunión de negociación paritaria realizada el viernes pasado, el Ejecutivo nacional ofreció un incremento salarial del 3% para agosto y del 2% para septiembre, que fue ampliamente rechazado por los docentes, que reclaman un incremento del 40%.
Ante esta irrisoria oferta, el gremio convocó a una nueva medida de fuerza, que se desarrollará desde ayer al viernes 16 de agosto, y que fue respaldada por el 97,3% de los votos en la última asamblea del gremio. En simultáneo, el Frente Sindical Universitario, que incluye a los trabajadores nodocentes (Apur), también definió una serie de huelgas y jornadas de protestas para las próximas semanas.
Recomposición salarial
En ese sentido, el rector de la UNR aseguró: “Es algo que venimos advirtiendo desde principios de año, que necesitábamos una recomposición salarial razonable que acompañe el proceso inflacionario que atravesó la Argentina desde fines del año pasado”.
Bartolacci manifestó que están “preocupados”, ya que “prácticamente el 50 por ciento de los docentes y no docentes del sistema universitario nacional perciben un salario que está por debajo de la línea de pobreza”. “Un trabajador docente inicial cobra alrededor de 200 mil pesos al mes”, señaló a modo de ejemplo.
En diálogo con Radiópolis (Radio 2), el rector advirtió que hay otro problema que afecta a unos mil trabajadores de la universidad que, “al no haberse modificado la garantía salarial en el ámbito paritario”, desde diciembre del año pasado no perciben ningún tipo de aumento.
“Esto además trae otras consecuencias, por ejemplo en las obras sociales universitarias porque empiezan a aparecer problemas, se sostienen con los aportes que se hacen a través del salario de los trabajadores y, al no haber incrementos que acompañen los procesos inflacionarios y los incrementos cuantiosos de los insumos y prestaciones, el desfase se hace mes a mes cada vez más difícil”, remarcó.
Encuentro paritario
En relación con el fallido encuentro paritario, el rector afirmó que “no fue bueno”. “Se repitió la dinámica de principio de año donde el gobierno compartió unilateralmente lo que estaba dispuesto a incrementar, pero no pudo generarse una síntesis respecto de las aspiraciones de las entidades gremiales”.
“Con el mismo énfasis con el que dijimos en el primer semestre que ‘no hay universidad pública si no hay recursos mínimos para poder pagar, por ejemplo, la luz’, también hay que decir que ‘no hay universidad pública si no hay salarios dignos para los trabajadores del sistema universitario’ y es un planteo consciente de la situación económica que atraviesa la Argentina porque claramente la pérdida de poder adquisitivo del salario se manifiesta en los más diversos sectores de la sociedad pero con particular énfasis en el ámbito educativo”, apuntó.
De acuerdo al último informe sobre ejecución presupuestaria de la Administración nacional elaborado por la Oficina de Presupuesto del Congreso, entre enero y julio de este año las universidades recibieron, considerando el impacto de la inflación, 31% menos de recursos, comparado con igual período del año anterior.
Recorte
En detalle, el recorte de presupuesto se evidenció en el pago de salarios de personal docente y autoridades superiores ($0,9 billones) con una caída del 31% interanual, así como de los salarios del personal no docente ($0,53 billones) con un recorte del 27% comparado con 2023. También se ajustó en la Asistencia Financiera para el Funcionamiento Universitario ($0,11 billones) con 35% menos de fondos, y en la Asistencia Financiera a Hospitales Universitarios ($0,04 billones) con un descenso del 25% interanual.
Esta situación, que afecta a millones de trabajadores de la educación en todo el país, “pone en grave riesgo la sostenibilidad de la universidad pública y su capacidad para cumplir con excelencia su misión”, alertó un comunicado del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que subrayó que “la situación salarial en el sistema universitario es extremadamente crítica”. (El Destape)
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