Periferia

5 de Agosto de 2024

Advierten que los despidos en el CONICET cierran líneas de investigación “irrecuperables”

Así lo expuso una becaria especializada en geofísica cuya rama de trabajo es única en el sistema científico argentino. Fuga de cerebros inminente, e indiferencia del presidente del organismo, Daniel Salamone.

“Si yo quedara fuera del CONICET, se terminaría esta rama dentro del sistema científico”, así arranca la entrevista que el medio “Diagonales”, le realizó a Liliana Guevara, una de las becarias del organismo científico, que desde el 31 de julio no recibirá más fondos para continuar con su línea de trabajo.

Por decisión del gobierno de Javier Milei, unos 250 becarios y becarias del CONICET no recibirán más respaldo financiero para que continúen investigando.

En medio de una campaña de desprestigio a través de las redes sociales para justificar el cierre de becas que, en ocasiones, continúan desde hace ocho años, quedaron sin fondos líneas “irrecuperables” porque no hay otros investigadores que las lleven adelante.

Los becarios doctorales y postdoctorales del CONICET son unos 11 mil y se constituyen como la periferia del organismo que por la relevancia de sus investigaciones, a pesar de no integrar la Carrera de Investigador/a del organismo (la CIC), tienen contrato con el CONICET por períodos de tiempo para que avancen con sus trabajos.

Gran parte de los becarios postulan año a año para ingresar a la Carrera de Investigador, pero otros continúan con sus becas.

Esa continuidad es casi un hecho para los becarios porque son, muchas veces, casos de investigaciones inéditas, o con un horizonte de gran relevancia, por lo que el organismo se interesa en respaldarlas.

Liliana Guevara, becaria del CONICET afectada por el cierre de becas.

Líneas de trabajo irrecuperables

Es el caso de la geofísica Liliana Guevara, que junto a decenas de becarios del CONICET, atraviesan una situación complicada desde que se enteraron que sus trabajos posdoctorales quedaron en un limbo.

Liliana Guevara tiene 41 años y es de Marcos Paz, en el oeste de la Provincia de Buenos Aires. Su trayecto formativo la llevó a la capital bonaerense, donde se recibió de licenciada en Geofísica por la Universidad Nacional de La Plata, después de pasar por la carrera Astronomía. “Vine a estudiar acá y me quedé”, afirmó con una risa a Diagonales, para intentar destensionar lo que narró a lo largo de la charla con este medio. Se trata de una carrera que no está en la UBA y que para estudiarla hay que ir a La Plata, a San Juan o Bahia Blanca.

Sus estudios comenzaron en el 2002, luego de otra gran crisis que atravesó la Argentina y marcó la salida de Fernando de La Rúa de la presidencia, con una pobreza que alcanzó ese año el 65 por ciento y con una desocupación que casi llegaba a los 20 puntos. Mientras estudiaba, tenía que salir a trabajar para poder mantenerse.

Liliana obtuvo una beca doctoral por el CONICET en el 2016, en pleno recambio de gestión entre la administración saliente de Cristina Fernández de Kirchner y la entrada de la coalición CAMBIEMOS de Mauricio Macri, que impulsaba un ajuste, según la geofísica, “más gradual” sobre la investigación científica.

Durante la pandemia pudo terminarla, y se presentó por una beca posdoctoral, que le aprobaron, y que aborda el caso del volcán Socompa— ubicado entre el límite de la región de Antofagasta, en Chile y la Provincia de Salta— y la receptividad de su suelo. Pero ahora todo su trabajo pende de un hilo.

El gobierno de La Libertad Avanza (LLA) tiene en la mira a la comunidad científica, desarticula áreas de investigación fundamentales para el desarrollo estratégico de la Argentina para las próximas décadas, y precipita una nueva edición de la trágica “fuga de cerebros” que marca el despilfarro de la inversión estatal en sus recursos humanos y técnicos.

Salamone, indiferente

Mientras la narrativa oficial recalca sus intenciones de generar una “articulación de excelencia” entre el ámbito público con los privados, ignorando el retroceso en las investigaciones en curso, se multiplican los mensajes de odio contra los y las trabajadoras “parásitos” del Estado.

Es más, el propio Daniel Salamone, presidente del CONICET, no emitió declaraciones luego de firmar el fin de las becas, y continuó con su agenda de visitas protocolares e inauguraciones de obras (muchas de las cuales tienen financiamiento de programas del gobierno de Alberto Fernández, o fondos internacionales que Salamone jamás gestionó, y de los cuales no se espera continuidad a futuro).

Desde la llegada al poder de Javier Milei hace casi nueve meses, cuando se contabilizaban 23.600 investigadores en el sistema, se profundiza cada vez más el ajuste en las partidas para las áreas de Ciencia y Tecnología, secretaría encabezada por el licenciado de Administración de Empresas Alejandro Cosentino, bajo el slogan de “bajar el déficit”. Para Salamone, no hay, sin embargo, nada que manifestar al respecto.

Daniel Salamone, presidente del CONICET.

Al ahogo presupuestario en los institutos se le suman despidos arbitrarios y recortes en las becas doctorales y posdoctorales, retrasos de los ingresos a las carreras de investigación que todavía no fueron efectivizados y una poda colosal de los fondos de financiación de los proyectos.

A finales del mes pasado se habían encendido las alarmas rojas para 200 becarios posdoctorales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), institución paradójicamente galardonada como líder indiscutible en el campo de la investigación científica en América Latina, de acuerdo al Ranking Scimago (SIR) del año 2024, con mención especial para el campo de las Ciencias de la Tierra.

La entrevista completa del medio Diagonales:

https://www.diagonales.com/nacion/a-mi-tambien-me-echo-milei–xiii—-si-yo-quedara-fuera-del-conicet–se-terminaria-esta-rama-dentro-del-sistema-cientifico-_a66afb939fab0e42b88c8d637

Seguí leyendo:

Tras firmar el despido de becarios del CONICET, Salamone sigue con su agenda en Mendoza

¡Sumate a la Comunidad de Periferia!

Periferia Ciencia se sostiene fundamentalmente gracias a una comunidad de lectores que todos los meses, de acuerdo a sus posibilidades, hacen su aporte. ¿Querés que exista un medio como Periferia?