Especialistas en tecnología para los recursos naturales recomiendan que la minería latinoamericana debería ingresar en procesos de automatización, digitalización e inteligencia artificial, para mejorar la eficiencia y la seguridad en los procesos de extracción de minerales.
Así lo sostuvo Liv Carroll, especialista en minería y recursos naturales para Accenture a nivel global. La opinión de la referente del sector privado no es aislada. Es que la minería es una actividad con marcada desregulación, lo que deriva en subfacturaciones y falta de control sobre los minerales que se extraen.
Esto redunda en la pérdida de soberanía y de divisas para los países de América Latina, y el incremento exponencial de la ganancia para las mineras internacionales que operan en los territorios extrayendo y explorando en litio, cobre, plata y oro.
Carroll sostiene que “en la nueva era de los datos, es clave reconfigurar las prácticas corporativas y operacionales para alcanzar el anhelado aumento productivo sin perder de vista los nuevos estándares sociales, medioambientales e incluso políticos. Se están implementando cada vez más operaciones autónomas para aumentar la seguridad y la eficiencia, y, en algunas zonas geográficas, la escasez de mano de obra”, en una entrevista para BNAméricas.
Digitalizar la minería
La especialista sostiene que “al principio se centraron en equipos móviles como camiones, trenes y perforadoras y en los últimos años se han enfocado en la automatización de los procesos, como la carga de trenes y en acciones relacionadas con la información del aprendizaje automático y la IA”.
“Además, se siguen desarrollando centros operativos remotos e integrados [ROC/COI] que permiten controlar y supervisar los equipos y las operaciones a distancia, tales como los sistemas de transporte autónomos, trituradoras de roca, [máquinas de carga, acarreo y descarga] LHD, equipos de perforación, drones y otros”, dice Carroll, quien agrega que “al permitir la supervisión, el control y la automatización a distancia de las operaciones mineras, se reduce la necesidad de que el personal esté físicamente en entornos peligrosos y se minimiza el riesgo de accidentes. Además, facilitan una respuesta rápida a los problemas de rendimiento operativo, como paradas imprevistas, y visibilizan el rendimiento operativo con datos casi en tiempo real y con análisis avanzados que posibilitan tomar decisiones informadas y oportunas”.
Carroll ve impactos positivos en el uso de análisis predictivos en los ROC que permite un mantenimiento proactivo de los equipos, reduce fallos inesperados y mejora la eficiencia operativa”.
“Para introducir más autonomía, es necesario el acceso a los datos mediante la IA y el aprendizaje automático para que el operador humano pueda tomar una decisión basada en datos y ejecutar rápidamente. Por este motivo, muchas mineras están invirtiendo en gemelos digitales en piezas esenciales de la operación como el molino de bolas, la planta de procesamiento o la fundición, ya que permiten modelizar, optimizar y automatizar múltiples escenarios desde la mina hasta el puerto”, afirma la especialista, y sostiene que “se está invirtiendo significativamente en innovación e inteligencia digital para mejorar la seguridad, eficiencia, sostenibilidad y rentabilidad. Existe una transformación desde la exploración hasta la experiencia del cliente, tanto en las funciones corporativas como en las operaciones”.
Esto es impulsado en gran medida por la transición hacia economías bajas en carbono y por los cambios en las expectativas de la sociedad, mano de obra y los inversores, en que se buscan modelos de negocio basados en la circularidad para satisfacer la demanda de minerales.
Tokenizar la minería, un proyecto que avanza en Argentina
En Argentina, la digitalización avanza de la mano de la Cámara Latinoamericana del Litio que busca impulsar la tokenización del sector, para controlar las subfacturaciones de las gigantes que exploran y explotan los salares y minas del país.
Hoy, los salares están controlados por Lítica, de la argentina Pluspetrol (con 320 mil hectáreas); Arcadium Lithium, fruto de la fusión entre la estadounidense Livent y la australiana Allkem (con 232,637 hectáreas); Integra Lithium, del empresario y político argentino, José Luis Manzano (con 163 mil hectáreas); la minera china Ganfeng Lithium (con 122.432 hectáreas); y la británica-australiana Río Tinto (con 83 mil hectáreas).
Para el caso del litio (por establecer un ejemplo) los precios están fijados por las dos o tres compañías internacionales, como Livent y Allkem (que lo exploran y explotan en el norte argentino). Estas compañías, amparadas en que el carbonato de litio implica algún grado de industrialización fijan por sí mismas el precio al que lo exportan.
Esto implica que tienen vía libre (con la anuencia de los organismos de control, políticos y empresarios locales) para exportar el litio que extraen al valor que esas mismas empresas definen (a la baja, desde ya).
Esto hace que el país y el Estado pierdan recursos en el orden a los mil millones de dólares, como sucedió en 2023, por esta falta de regulación, (sumada a la subfacturación de estas grandes compañías).
La iniciativa de tokenización plantea crear el Mercado de Metales y Futuros Digital, con base en la tecnología Blockchain, para “transparentar” transacciones y contratos asociados con operaciones presentes, futuras y de coberturas en la industria minera. El objetivo es determinar los precios de referencia, transparentes y visibles desde el origen en la boca de la mina para los commodities que se comercialicen, operen y negocien en todo el país. La iniciativa de tokenización está basada en tecnología blockchain, que funciona como un sistema de registro de datos encadenados e inviolable, sin la necesidad de intermediarios y en forma eficiente. Allí, cada una de las transacciones, asientos o modificaciones en este registro debe ser validada por una red de nodos distribuida y global sin un punto de ataque central.
El presidente de la Cámara Latinoamericana del Litio, Pablo Rutigliano, dialogó con Periferia, y explicó que “la idea es crear el mercado de metales y transparentar la comercialización del litio, el cobre, la plata, el mercado de chatarra y todos los que se consideran commodities”.
Rutigliano, quien impulsa el proyecto, explicó que lo que se busca es aprovechar la tecnología disponible para fijar precios de referencia internacionales.
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