El presidente del CONICET, Daniel Salamone, dio la orden de bajar al menos 30 temas con artículos publicados por investigadores del organismo “porque generan mala prensa”.
El funcionario, que avanza con despidos y ajuste en los más de 300 centros de investigación del CONICET, sostuvo en Córdoba que habían ” bajado” 30 temas del repositorio porque generaban mala prensa para el CONICET.
Cabe recordar que un estudio sobre disidencias de género (publicado en un Congreso, y no financiado por el CONICET) por el investigador del organismo, Facundo Saxe, titulado “El ano y la cava de Batman, apuntes para una investigación sobre archivos de odio y borramientos de la disidencia sexo-genérica”, fue utilizado por los actuales funcionarios del gobierno, para fundamentar, en campaña en 2023, el ajuste al CONICET.
Si bien, el autor explicó que no lo financió el CONICET y que el título es una metáfora de un estudio centrado en disidencias de sexo-género desde una perspectiva comparada en textos culturales, sirvió de fundamento para avanzar con el ajuste que está implementándose hoy.
Salamone no despega de la campaña
Salamone parece seguir atado a la campaña de desprestigio del organismo organizada para las elecciones del 2023, y que fue motor del brutal ajuste presupuestario que él mismo habilita e instrumenta.
Fue durante la reunión con autoridades del Centro Científico Tecnológico provincial, uno de los más importantes del país por la cantidad de centros de investigación que reúne.,
El repositorio es el espacio en el cual los investigadores muestran y exponen los trabajos y avances de trabajos de investigación, y hasta artículos publicados en las revistas “con referato” (aquellas que son validadas nacional e internacionalmente por organismos públicos de ciencia y tecnología) por los criterios que utilizan para evaluar la publicación de investigaciones.
Salamone fundamentó la orden de bajar del repositorio de CONICET algunos trabajos que consideraba negativos para la imagen de la institución.
Según detalló un investigador en redes sociales son trabajos que afectan principalmente a estudios de género y que tienen palabras como “culo” o “teta”.
“Somos adultos, no niños, si alguien dice Culo o Teta en un artículo de estudios de género que analiza las imposiciones sobre las mujeres, no es para sonrojarse, mucho menos para censurar”, cuestionaron en redes sociales.
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