El pasado viernes 15 de marzo, la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología realizó una presentación en el marco de la Primera Jornada de Acción Deliberativa en el Congreso de la Nación, donde denunciaron el “cientificidio” llevado a cabo por el gobierno de Javier Milei sobre el sistema científico y académico, entre otras cosas, por dejar a ambos sectores funcionando con el mismo presupuesto que en 2023 (con una inflación proyectada del 250% anual).
El encuentro fue promovido por la Diputada Nacional Mónica Macha (UxP) y contó con la presencia y adhesión de legisladores de diferentes bloques políticos.
En este primer encuentro de debate, participaron 120 personas de todo el país con el objeto de denunciar “el desfinanciamiento y la destrucción del sistema científico y tecnológico, los caminos a seguir en el ámbito legislativo y construir una red de contención para su defensa”.
“El cientificidio que se está implementando en Argentina, a una velocidad inusitada, implica un ajuste nunca visto que consiste en el desmantelamiento de organismos públicos, la desjerarquización de la carrera científica de investigadores y el desfinanciamiento del CONICET y otros organismos científico-tecnológicos y del ex Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación“, plantearon desde la Mesa.
Distintos referentes sostuvieron que “esto genera una pérdida de capacidades nacionales irreversible y de extremo perjuicio para el desarrollo nacional y la soberanía del conocimiento”.
Diputados convocantes
La Jornada Deliberativa se abrió con la voz y al reflexión de la Diputada Mónica Macha de Unión por la Patria, y la siguieron los diputados Hugo Yaski, Itaí Hagman y Daniel Gollán del mismo bloque, dando un marco político institucional y recuperando el espíritu parlamentario del Congreso para el debate, la deliberación y la construcción de ideas que el actual gobierno busca laminar.
“Nos reunimos con la Mesa Federal en Defensa por la Ciencia y la Tecnología para trabajar en estrategias frente al cientificidio de Milei. Sólo para el año 2024 se prevé una caída de 25 puntos reales en el presupuesto. Sin ciencia no hay futuro”, enfatizó desde comienzo la Diputada Macha. La Jornada continuó con la presentación de la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología, que tuvo como oradores a Santiago Liaudat; Josefina Vaca; Bárbara Garcia Godoy; Adriana Serquis; Pablo Bolcatto; Ignacio Rintoul; Nuria Giniger; Flavio Sives y como Invitada a Romina Gamberale representante de la RAICYT. Desde la Mesa Federal se expuso y analizó la complejidad de la crítica situación en diversas áreas del sistema de CyT.
En primer lugar, se destacó la importancia de alinear distintos actores “en el enfrentamiento al cientificidio en marcha, tales como legisladores, sindicatos, periodistas, poder judicial, agrupaciones del sector e instituciones”.
Ley de Financiamiento
En segundo lugar, se alertó sobre el incumplimiento de la Ley de Financiamiento de Ciencia y Tecnología 24.614, la cual fue aprobada por unanimidad por el Congreso de la Nación en el año 2021.
Esta Ley, que establece un aumento progresivo del presupuesto nacional destinado a ciencia y técnica hasta alcanzar el 1% del PBI en 2032, se ejecutó en los años 2022 y 2023, pero en 2024 el gobierno nacional dispuso la prórroga del presupuesto del año anterior asfixiando al sector.
También se señaló que los altos niveles de inversión total como porcentaje del PBI en el mundo desarrollado se explican principalmente por la inversión del sector privado pero que esto no ocurre en la Argentina.
Inversión privada
En nuestro país los niveles de inversión privada son muy bajos por lo que es preciso garantizar el financiamiento público para el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología. No en vano los países desarrollados invierten más del 3% de su PBI en ciencia y tecnología (con aportes privados, a diferencia de Argentina) y destinan alrededor de 10 de cada 1.000 personas económicamente activas a la generación de conocimientos en todos los campos del saber. En este sentido, también se remarcó que, tal es el impacto de la actividad de ciencia y tecnología que, en pocos años, la Economía del Conocimiento logró convertirse en el tercer sector que más exporta, con 9 mil millones de dólares.
Por este motivo, su destrucción acarrea graves consecuencias en el corto y mediano plazo. Asimismo, el incumplimiento de la Ley de Financiamiento se materializa en las políticas del gobierno nacional que profundiza la licuación salarial ante un escenario de precarización laboral, despidos, ajuste presupuestario, achicamiento drástico de becas e interrupción de las promociones en el CONICET.
Ciencia y Tecnología, en riesgo
Durante el encuentro se dejó en claro “el riesgo en que se encuentra todo el universo de investigación y tecnología”. Se destacó que el ecosistema nuclear de nuestro país, que tiene más de 70 años de historia, puede ser tomado como ejemplo de política de Estado para un desarrollo tecnológico soberano.
A partir de la creación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en 1950 se desprendieron otras instituciones y empresas asociadas al sector que no pueden ni actúan independientemente (como INVAP, Nucleoeléctrica Argentina S.A, CONUAR-FAE, DIOXITEK, ENSI y Autoridad Regulatoria Nuclear).
El intento de privatización de alguna de sus partes impedirá continuar con la interacción virtuosa que hay entre ellas. Demorar o detener los proyectos sólo pone en riesgo la oportunidad que tiene nuestro país de seguir liderando en la región y ser competitivos en segmentos de alto valor agregado, lo que afecta también a las empresas contratadas y subcontratistas con el posible despido de más trabajadores. En materia de Defensa, la Mesa Federal destacó el importante rol que tiene el Sistema Nacional de Ciencia y Técnica y la consecuente necesidad de su sostenimiento como causa nacional y de reafirmación soberana.
Desguace
Por tal motivo, es fundamental impedir su desguace y su desfinanciamiento. El DNU del gobierno nacional, y rechazo de la Cámara de Senadores, y que fue declarado ilegal en distintas dependencias del Poder Judicial, limita, entre otras cosas, la investigación y el desarrollo en materia de salud pública, favoreciendo, en cambio, los intereses del mercado.
En este sentido, se advirtió que hay dos cuestiones que impactan más directamente en la intersección de ciencia y tecnología con la salud. Una de ellas es el cierre de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP), y la otra es que el DNU faculta al Poder Ejecutivo Nacional para la intervención de las agencias públicas y administraciones descentralizadas. Esto genera en particular un estado de preocupación y alerta en torno a la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) Malbrán.
Este organismo descentralizado del Ministerio de Salud cuenta con 13 institutos y centros nacionales distribuidos en distintas provincias argentinas. La voz de otros participantes, representantes de trans-género del CONICET, Universidades, CONICET, entre otros, también estuvo presente presentando otros elementos que muestran la crítica situación del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. En el cierre, Mónica Macha y Daniel Gollán resaltaron la importancia de la organización en territorio y el popular para defender la ciencia y la tecnología, una actividad que se defiende desde distintos bloques políticos. La CyT es un lugar de consenso sobre el cual se puede empezar a construir acuerdos transversalmente que beneficien los intereses nacionales. Los diputados y diputadas subrayaron, además, la importancia de rechazar el DNU para evitar el perjuicio de los argentinos.
El Estado Nacional está en riesgo, para beneficiar intereses foráneos en nuestros bienes comunes, la Ciencia y la Tecnología. Esta primera Jornada Deliberativa, entonces, dio lugar a una articulación virtuosa entre legisladores, la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología y otros actores del sector de CyT con el propósito de fortalecer la construcción de estrategias y consensos para frenar el cientificidio en marcha.
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