La empresa Techint anunció el freno a la construcción del reactor nuclear Carem 25, en la localidad bonaerense de Zárate, por incumplimiento en los plazos de pago acordados con el gobierno de Mauricio Macri.
Así, comunicaron que habrá unos 500 despidos durante las próximas tres semanas. Se trata en su mayoría de trabajadores de la construcción (UOCRA) asignados de manera directa al proyecto.
Techint denunció, así, incumplimientos en los pagos por parte del gobierno nacional. Desde la UOCRA señalaron que la decisión es ?ilegal? y esperan respuestas de los organismos competentes.
La empresa decidió entonces frenar las obras del reactor nuclear Carem 25 en Zárate y suspendió a 500 trabajadores durante tres semanas.
La decisión tomó por sorpresa a los cientos de empleados que no recibieron notificación alguna. En la multinacional argentina culparon al gobierno por millonarios atrasos en los desembolsos acordados.
Los trabajadores recibieron la noticia de las suspensiones el viernes a última hora y no conocen detalles sobre cómo incidirá en sus salarios.
Es que Techint reclama pagos atrasados y una readecuación de precios a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el ente que contrató a la empresa para las obras que se iniciaron durante el gobierno anterior y por diversos conflictos sucedidos en el mandato de Cambiemos, su finalización pasó de estar prevista para 2020 a estirar los plazos hasta 2022.
De hecho, no es la primera vez que el proyecto nuclear se detiene y los trabajadores quedan a la deriva. Ya en agosto de este año sucedió lo mismo, y por los mismos motivos, quedando unos 130 trabajadores en la calle.
Frente a esta situación, desde el gremio esperan que la CNEA y el subsecretario de Energía Nuclear de la Nación, Julián Gadano, brinden respuestas a los incumplimientos que denuncia la empresa y que llevaron a 500 trabajadores a la incertidumbre sobre el futuro de sus puestos laborales.
El Proyecto CAREM
En 2018, Julián Gadano, subsecretario de Energía Nuclear, manifestaba que el CAREM es “la gran apuesta estratégico tecnológica de Cambiemos”.
A menos de un año de esas declaraciones el proyecto se detuvo y ocasionó, otra vez, el despido de los trabajadores de la construcción que se encontraban desarrollando la obra.
La edificación del proyecto de la Central Argentina de Elementos Modulares fue encargada por contrato entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA) y la empresa Tecna (Techint).
Sin embargo, la compañía comunicó que no puede continuar con la obra por falta de un acuerdo con la CONEA por la refinanciación de la construcción tras la suba del dólar, a la que se sumó la devaluación post electoral.
El CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares), es un reactor de generación de energía nuclear pequeño, con menos costo y tiempos de producción que las CANDU (Atucha I, II y Embalse) y las de uranio enriquecido (la que construiría China tras el acuerdo con el gobierno nacional).
Los despidos y la cancelación del proyecto marcan un síntoma más de la relación que el Gobierno de Mauricio Macri tiene con el desarrollo nuclear, en general, y con el sector científico y tecnológico, en particular.
La situación replica lo que se vive en este momento en otra empresa estratégica del desarrollo nuclear argentino: la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), con despidos y derrumbe de la producción.