Luego del desarrollo del NEOKIT, comunicado por los ministros de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza, y Salud, Ginés González García, en la Quinta de Olivos, el país recibió pedidos de validación de los insumos, desde el exterior.
En rigor, se trata del paso previo formal que realizan los países cuando buscan iniciar un proceso de importación. Lo concreto es que, a una semana del anuncio del desarrollo de los investigadores e investigadoras del Instituto César Milstein, varios países vecinos mostraron interés para adquirir muestras.
Desde la cartera científica, incluso, validaron la posibilidad que Argentina gestione su exportación a varios países, aún cuando el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación ya manifestó la pretensión de cubrir la demanda local, como objetivo prioritario.
“Hemos recibido pedidos para que estos países lo puedan validar. Nos han pedido del orden de 500 determinaciones (test). En todos los lugares se valida previamente a la compra“, dijo este jueves el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, Roberto Salvarezza, en el Instituto de Ciencia y Tecnología Dr. Cesar Milstein (ICT Milstein).
Este centro trabaja para tener a punto, esta semana, la primera remesa, para uso nacional, del NEOKIT-COVID-19, que, fue desarrollado por el equipo de cinco científicos coordinados por Carolina Carrillo y Adrián Vojnov.
El NEOKIT es un test de base molecular que permite indicar en menos de dos horas, a partir de una muestra, si una persona está o no infectada por el COVID-19, ya que detecta el ARN viral del coronavirus.
Este se diferencia de los tests serológicos, desarrollados por el Laboratorio de Virología Molecular del Instituto Leloir, a cargo de Andrea Gamarnik, una semana antes, porque aquellos se encargan de la detección de los anticuerpos.
Objetivo uno: abastecimiento nacional
Por el momento, el Gobierno de Alberto Fernández anunció que buscará abastecer la demanda de test en hospitales nacionales, como objetivo prioritario, tras lo cual planificará su plan de vender al exterior, en caso de que los países interesados validen el producto.
Es que la primera etapa del desarrollo, que incluye unas diez mil determinaciones, se hizo con recursos suministrados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, a cargo de Roberto Salvarezza.
“Todo eso es para ellos, y después CONICET hizo un convenio público privado con el laboratorio nacional Pablo Cassará y ahí arranca el escalado para producir semanalmente 100 mil determinaciones, eso será en tres semanas, estimativamente”, dijo la bioquímica Luciana Larocca, integrante del equipo de investigación del Instituto Milstein a la prensa.
“Es un desarrollo el cual su característica fundamental es su simplicidad”, explicó Adrián Vojnov, líder del equipo que proyectó el kit, en declaraciones a medios internacionales.
Según el experto, la diferencia fundamental entre este test -producido en Argentina con insumos nacionales e importados- y las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa -conocidas como PCR, las más habituales- es que no se necesita un equipamiento complejo ni personal altamente calificado para maniobrarlo.
Menos falsos positivos y negativos
El NEOKIT-COVID-19 tiene un alto grado de sensibilidad y especificidad analítica, lo que reduce la posibilidad de falsos negativos o positivos.
El procedimiento parte de una muestra que se coloca en un tubo con una mezcla de reactivos con colorantes que posteriormente debe cerrarse e incubarse a una temperatura de 64 grados centígrados durante alrededor de una hora.
Si pasado ese tiempo, al destaparse, la mezcla es de color lila, el resultado es negativo, pero si cambió a azul celeste, es positivo.
Cantidad de exámenes
Este test permitirá aumentar la cantidad de exámenes en el país, que en los últimos días ha alcanzado récords de contagios por coronavirus (hasta ahora hay 12.615 casos confirmados y 467 fallecidos) tras casi dos meses de curva prácticamente estable.
“Yo espero que haya un mayor testeo, que se pueda llegar a mayor número de población, lo que permitirá poder detectar más rápidamente los positivos y aislarlos”, subrayó Vojnov.
50% del valor
El ministro Salvarezza recalcó que además de la rapidez al obtener el resultado y la simplificación del equipamiento, el costo de producción también es inferior.
“Porque normalmente tenemos que salir a buscar (al exterior) un reactivo que está en este momento en el orden de 15-20 dólares, y esto puede fabricarse en aproximadamente en la mitad de ese costo, con lo cual para la Argentina es una ventaja operativa importante”, enfatizó.
“El Gobierno se ahorra casi el 50% del valor”, dijo Larocca, y remarcó que el test, que complementará a las pruebas de PCR, “en la primera parte permitirá obtener 10 mil determinaciones para Salud pública”.
Vojnov concretó que, aunque aún se está evaluando, el costo de estos test rondará entre 8 y 10 dólares, “por debajo de la mitad de lo que sale un kit de PCR”.
El grupo de investigadores del ICT Milstein – integrado por investigadores del CONICET y el Laboratorio Pablo Cassará – se especializó en un test similar que detectaba dengue, zika y chikunguña cuando comenzó la pandemia del COVID-19, lo que los llevó a reorientar el foco hacia el coronavirus, con el apoyo del Gobierno.