La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) anunció que busca reactivar la minería de uranio en Argentina el próximo año y avanzar en el enriquecimiento de este recurso. Así lo confirmó el presidente de la CNEA, Germán Guido Lavalle, durante un acto realizado en el edificio del reactor RA-10 en Ezeiza, en el marco del Día Nacional de la Energía Atómica.
Si bien la iniciativa carece de fondos públicos (debido al brutal ajuste que el gobierno de Javier Milei implementa sobre el sistema de ciencia y tecnología), Lavalle planteó la idea con el objetivo de iniciar la exportación de energía nuclear para 2026.
El enriquecimiento de uranio es clave para generar energía nuclear y, si bien es el camino para desarrollar tecnologías utilizadas en conflictos bélicos, Argentina se declaró y comprometió en su uso con fines pacíficos.
En nuestro país se utiliza como combustible principal de las centrales nucleares, que generan electricidad a partir de la fisión nuclear, pero la generación de radioisótopos se utiliza, además, en medicina, industria e investigación. En la década de 1980 Argentina alcanzó el hito tecnológico del enriquecimiento a través del proyecto “Pilcaniyeu”.
En este complejo se desarrolló tecnología para el enriquecimiento de uranio como proyecto piloto, con el objetivo de lograr la autosuficiencia en el ciclo del combustible nuclear.
Más ciencia y tecnología con menos inversión en ciencia
El optimismo del titular de la CNEA contrasta con las condiciones en las que se encuentra hoy el sistema científico, con presupuestos recortados en un 40% para institutos de investigación y universidades, planes de desmantelamiento de organismos de ciencia como el INTA y el INTI, caída de los salarios de investigadores e investigadoras en el orden del 30% en 2024, cierre de programas de investigación y desincentivo a la práctica científica.
El escenario es tan complejo que, aún cuando por ley Argentina debía destinar el 0,45% de sus fondos públicos a la ciencia y la tecnología en 2025 (en relación con el PBI), esos fondos llegan apenas al 0,22% tocando un piso histórico.
Un proyecto monstruoso, sólo con apoyo privado
La tendencia de la inversión pública es a la baja, de la mano de un discurso liberal-libertario de desprecio por cualquier tipo de injerencia estatal. Siguiendo este modelo, el gobierno de Javier Milei, a contramano de lo que sucede en países desarrollados, quita fondos públicos a los organismos de ciencia y pretende que esos mismos fondos sean habilitados por el sector privado.
Desoyendo esta tendencia a nivel mundial, el Gobierno busca avanzar con proyectos que desfinancia desde el sector estatal, con la esperanza ciega del aporte privado. El proyecto de enriquecer uranio es uno de ellos y, el presidente del a CNEA lo manifestó así: “Conocemos bastante bien en dónde hay uranio. Hay varios proyectos, uno podría ser la reactivación de Sierra Pintada, otro empezar con la factibilidad de Cerro Solo”, sostuvo Guido Lavalle. El funcionario remarcó que la Comisión espera cerrar acuerdos con empresas mineras antes de que finalice 2026 para relanzar la actividad.
El proyecto se complementa con otro objetivo clave: sentar las bases para volver a enriquecer uranio en el país. Esto permitirá potenciar el desarrollo de nuevos reactores y avanzar en la exportación de tecnología nuclear. Además, se trabajará en la puesta en marcha del reactor multipropósito RA-10, el reacondicionamiento de la Planta Industrial de Agua Pesada, y la habilitación del Centro Argentino de Protonterapia.

Milei, a contramano del mundo: Desarrollar tecnología sin apoyo estatal
Invertir en tecnología es caro y riesgoso, por eso, en los países desarrollados esa etapa le corresponde inicialmente al Estado, y cuando la ciencia llega al nivel de crear productos comercializables, allí aparece la inversión privada. Esto es así en la experiencia de la gran mayoría de los países desarrollados. Pues bien, Milei busca hacerlo siguendo el camino inverso.
Actualmente, la producción de uranio en Argentina se encuentra paralizada desde el cierre de la mina de Sierra Pintada en 1995. La CNEA apunta a reactivar esa mina mendocina, así como avanzar con el yacimiento Cerro Solo en Chubut. “Aparte de esos activos que la CNEA tiene, hay actores privados que tienen sus derechos mineros y la ley argentina permite la exportación del uranio, con el requerimiento de que se abastezca el consumo local y solo después se exporte. Pero más allá de esa condición, a las empresas mineras locales e internacionales les interesa, así que estamos conversando con todas ellas, en particular en estos proyectos, apuntando a firmar acuerdos este año o el próximo“, dijo Lavalle en una presentación para la Fundación Foro Estratégico para el Desarrollo Nacional.
En cuanto al enriquecimiento de uranio, la CNEA proyecta avanzar con tecnología de centrifugación. “La tecnología evolucionó y en la CNEA tenemos un grupo trabajando en el desarrollo de máquinas centrífugas capaces de enriquecer uranio”, afirmó Lavalle. El organismo ya logró enriquecer uranio en la década de 1980, a escala piloto, con el método de difusión gaseosa en el Complejo Tecnológico Pilcaniyeu.
Cerrar un reactor nuclear para hacer otro igual
En 2024, el gobierno de Javier Milei canceló el proyecto de reactor nuclear CAREM (terminado en un 90%) para anunciar la creación de un proyecto similar, desde cero.
Si bien parece incomprensible, el presidente de Nucleoeléctrica defendió la idea. Demian Reidel, destacó que en el centro del nuevo Plan Nuclear está el proyecto ACR-300, un reactor modular diseñado por INVAP. “Imaginen si pudiéramos agarrar esta idea brillante que es el CAREM y volver al diseño y traer un CAREM 2.0, hacer algo con la ventaja de tener todo este conocimiento y práctica. Bueno, lo hicimos, esa nueva iteración se llama ACR-300, una maravilla tecnológica de 300 MW diseñada completamente por ingenieros argentinos en INVAP y que hoy es parte central del programa nuclear”, señaló.
Según Reidel, la prioridad es construir cuatro módulos del ACR-300 en Atucha y luego licenciar la tecnología a nivel internacional. “Cuando construyamos estos cuatro módulos queremos licenciar esta tecnología en el resto del mundo. Acabo de regresar de una misión oficial a París y a Viena, en donde trabajé con los actores en ambos lados para asegurarnos de que el proceso de producción en Atucha de nuestro nuevo reactor sea recibido en el resto del planeta sin ningún inconveniente y a alta velocidad”, agregó.

Expectativas
Lavalle reflexionó: “Las expectativas son muy positivas porque el precio del uranio en el mundo ha sufrido una recuperación y el incremento de la potencia instalada nuclear que está ocurriendo en el mundo hace que esa demanda sea sostenida en el tiempo… Entonces lo que tenemos que hacer en la Argentina y en Chubut es no desperdiciar esa ola y subirnos”.
Como se adelantó hace semanas, el Gobierno Nacional prepara una licitación internacional para el desarrollo de Cerro Solo y otros yacimientos, con miras a la exportación del mineral. El presidente Javier Milei manifestó públicamente su intención de comercializar el uranio argentino en el mercado internacional: “Si alguien quiere comprar uranio, se lo vendo. ¿De qué te sirve tenerlo enterrado y cagándote de hambre? Sacalo y viví mejor”, declaró a Alejandro Fantino en el streaming Neura.