El miércoles 23 de abril se celebró la Asamblea de Accionistas de Nucleoeléctrica Argentina, en la que se definió la conformación del nuevo Directorio que liderará la compañía durante el próximo período. Este evento marca un momento clave para la empresa, en un contexto de desafíos y oportunidades en el sector energético nacional.
El nuevo Directorio quedó conformado por: Presidente: Dr. Demián Reidel; Vicepresidente: Dr. Ing. Germán Guido Lavalle; Directores titulares: Dr. Axel Larreteguy, Ing. Marco Campolonghi y Dr. Diego Chaher y, Director suplente: Dr. Marcelo Famá
Nucleoeléctrica, “brazo ejecutor”
Durante su intervención, el presidente de la compañía, Dr. Demián Reidel, resaltó el papel estratégico de Nucleoeléctrica Argentina en el desarrollo energético del país, afirmando que la empresa será el “brazo ejecutor del plan nuclear argentino que estamos desarrollando para convertir a la Argentina en una potencia energética a nivel mundial”.
El “plan nuclear” de Milei contempla la construcción de un reactor modular pequeño similar al proyecto CAREM, que está construido en un 90% pero que, por falta de fondos y financiamiento a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) fue paralizado por el gobierno de Javier Milei.
Según dicen en el gobierno libertario, el plan es financiar ese proyecto con capitales privados mientras siguen desfinanciando el sector nuclear, la formación de nuevos ingenieros y los proyectos de investigación en el área.

Nucleoeléctrica
Nucleoeléctrica Argentina es responsable de la operación de las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse, que juntas suman una potencia instalada de 1.763 MW, lo que representa aproximadamente el 7% de la energía eléctrica consumida en el país. Además de asegurar el funcionamiento eficiente de estas instalaciones, la empresa lleva adelante la comercialización de la energía en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y desarrolla proyectos orientados a garantizar la seguridad y confiabilidad de sus operaciones.
El rol de la compañía en el sistema energético argentino es fundamental, tanto por su contribución actual como por su potencial para liderar proyectos estratégicos en el marco del plan nuclear nacional.