Publicado y transmitido por la Universidad Nacional de San Martín.
Durante el último plenario del 2021 del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que se realizó el 14 de diciembre, los rectores de las casas de altos estudios nacionales plantearon siete modificaciones al sistema universitario de cara al 2030.
El encuentro fue en el Campus de la Universidad Nacional de San Martín, con modalidad mixta en cuanto a la asistencia, toda una señal de algunas de las discusiones que entraron en la agenda de las autoridades de las casas de altos estudios.
Entre las modificaciones, plasmadas en un documento de cierre, hablan de “reconfigurar” las modalidades de enseñanza y aprendizaje (en la post-pandemia), modificar la duración real de las carreras, las titulaciones intermedias y la movilidad internacional.
Estas son algunas de las prioridades para repensar el sistema universitario de cara a 2030. “Nuestro sistema universitario debe garantizar a los y las estudiantes reales posibilidades, no solo de ingresar a una institución universitaria, sino de egresar con una titulación y que, en el tránsito, le sean ofrecidas y reconocidas múltiples y diversas oportunidades para lograr aprendizajes con calidad”, plantea la declaración del CIN.
“En el actual escenario de pospandemia, el sistema universitario argentino se presenta con singulares desafíos que nos interpelan a plantear nuevas políticas académicas que lo fortalezcan y dinamicen”, reconocen los rectores, y señalan 7 prioridades para las políticas universitarias de cara a 2030.
Nuestro sistema universitario debe garantizar a los y las estudiantes reales posibilidades, no solo de ingresar a una institución universitaria, sino de egresar con una titulación
1. Reconfiguración de las modalidades de enseñanza
A raíz de la pandemia, la hibridación “se abre como una de las estrategias a trabajar en lo inmediato en las universidades, revisando prácticas que pueden planificarse con modelos mixtos de presencialidad y virtualidad”, afirma en primer lugar la declaración. Y señala que, si bien la virtualidad puede suponer una barrera para los estudiantes que no cuentan con conectividad, también puede representar una ventaja para estudiantes desfavorecidos, al eliminar los tiempos de traslado a la universidad. En este punto, el CIN propone “construir un marco común que permita avanzar hacia distinto tipo de propuestas con diversidad de encuadres y modalidades”.
2. Revisión de la duración real de las carreras
Los datos oficiales muestran una brecha amplia entre la duración teórica y la duración real de las carreras: solo el 29,6% de los estudiantes universitarios argentinos egresan en el tiempo teórico previsto. En este punto, la declaración menciona que solo el 33,5% de los nuevos inscriptos tiene menos de 20 años: las trayectorias de esos estudiantes se ven atravesadas por varios factores, entre compromisos familiares y laborales.
Además, el documento advierte sobre la distancia entre las horas de contacto profesor-estudiante y las horas de trabajo independiente de los alumnos requeridas para cumplir con las obligaciones académicas en una asignatura.
3. Reconocimiento de competencias y titulaciones intermedias
La declaración señala “la necesidad de pensar en titulaciones intermedias que permitan a los estudiantes disponer de reconocimientos de competencias profesionales con énfasis técnico o de aplicación a un campo profesional”, y menciona que solo el 10% de las carreras de grado presentan opciones de titulaciones intermedias. También se señala la necesidad de “certificaciones académicas que no conducen a titulaciones, pero sí podrán dar cuenta de trayectos de formación cumplidos por los estudiantes”. Y se puntualiza otro desafío pendiente: reconocer saberes o competencias logrados por fuera del aula universitaria, en contextos diversos.
4. Reconsideración de la movilidad internacional
En este punto, la declaración del CIN destaca el concepto de “movilidad virtual”, potenciado a partir de la pandemia. Una de sus principales ventajas es que, debido a su bajo costo en comparación con la movilidad física, “es accesible para muchos más estudiantes, y resuelve una de las mayores críticas que se le atribuían como elitista, de mínimo alcance y cobertura a nivel de la comunidad universitaria”. Los rectores destacan la necesidad de “repensar la internacionalización como un medio para mejorar la calidad de las funciones básicas que tienen las universidades”, y abogan por una “internacionalización inclusiva y de calidad”.
La hibridación se abre como una de las estrategias a trabajar en lo inmediato, revisando prácticas que pueden planificarse con modelos mixtos de presencialidad y virtualidad
5. Certificación de la calidad
La declaración señala que, según lo pautado en la Ley de Educación Superior, “existen títulos habilitantes cuyas propuestas de formación deben pasar por procesos de acreditación y títulos que a los que no se les requiere tal exigencia, aunque la búsqueda de la mejora continua podría, cuando no debería, extenderse a esas carreras mediante un sistema de certificación (no ya acreditación) de la calidad”. Los rectores evalúan que la existencia de circuitos diferenciados de reconocimiento de la calidad “ha generado una tensión verificada en diversos ámbitos de la vida de las instituciones”.
6. Conformación de una carrera para investigadores universitarios
Teniendo en cuenta que la mayoría de las producciones científicas en Argentina se realizan en el sistema universitario, “es de vital importancia analizar y avanzar en la institucionalización del investigador universitario”, establece el documento. Los rectores proponen utilizar como parámetros en la categorizaciones no solo la producción científica sino también la enseñanza vinculada con el área de investigación, la vinculación y transferencia de la misma, dentro de las líneas propuestas y debatidas por cada universidad y las líneas nacionales de políticas de desarrollo productivo y social.
7. Curricularización de la extensión
“La formación de ciudadanos universitarios, futuros profesionales comprometidos con el desarrollo de prácticas comprometidas con la mejora de calidad de vida de nuestra población, a partir del desarrollo productivo y social, pone de manifiesto la necesaria incorporación de la extensión en el currículum, la visibilización de las experiencias desarrolladas y el reconocimiento de los saberes formados en esas instancias”, plantea la declaración. Y agrega que “resignificar el curriculum universitario desde esta perspectiva implica necesariamente dar relevancia a la extensión pero desde una perspectiva de integralidad”.