El Poder Ejecutivo acaba de publicar el DNU que modifica la gobernanza de la Agencia Nacional de Promoción Científica (Agencia I+D+i), uno de los organismos que es parte de la columna vertebral del sistema científico y que hoy preside Natalia Avendaño.
El plan es avanzar, como adelantó Periferia, sobre la gobernanza de otro de los gigantes, el CONICET.
Quitar autonomía es la regla de la gestión libertaria para los organismos descentralizados. Lo que para los organismos de ciencia es un golpe mortal (porque implica perder territorialidad, capacidad de asumir objetivos estratégicos e implementar políticas basadas en misiones, por ejemplo), para la actual administración es un gasto innecesario.
El DNU, con fecha de ayer, jueves sostiene que la Agencia “posee en la actualidad una estructura organizativa compleja y excesivamente burocrática, incompatible con la misión encomendada y con los objetivos definidos en la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos N° 27.742”.
El DNU: https://www.boletinoficial.gov.ar/detalleAviso/primera/327858/20250704
Vía DNU
Así, elimina ocho cargos que conforman el Directorio, “con el fin de mejorar su funcionamiento mediante la toma de decisiones de manera ágil y eficiente y reducir el sobredimensionamiento de la estructura estatal con el objetivo de disminuir el déficit, transparentar el gasto y equilibrar las cuentas públicas, atento que dichos cargos ocasionaban gastos de viáticos y comisiones para la asistencia a reuniones y/o para el cumplimiento de sus funciones”.
“En esta instancia, resulta prioritario implementar medidas concretas que permitan optimizar los recursos del Estado, asegurando la eficacia, eficiencia, economía y sencillez en la implementación de los objetivos estratégicos de la gestión. Así como también aquellas que permitan fomentar una sostenibilidad financiera y promuevan un conjunto de inversiones”, sostiene el DNU.
Además de modificar el número de integrantes, el gobierno aumenta el poder de decisión sobre las medidas que tomen, es decir más control para definir qué programas avanzan, cuando y de qué manera.
Quitar autonomía es la regla de la gestión libertaria para los organismos descentralizados. Lo que para los organismos de ciencia es un golpe mortal (porque implica perder territorialidad, capacidad de asumir objetivos estratégicos e implementar políticas basadas en misiones, por ejemplo), para la actual administración es un gasto innecesario.
Hoy le tocó a la Agencia
Hay que tener en cuenta que la Agencia tiene un rol clave en la articulación entre el sistema científico y las pymes y empresas y gestiona fondos para transferir el conocimiento del sistema científico a la actividad productiva generando innovación.
Parte de esos fondos provienen de entidades internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Mundial.
Hace algunos meses el gobierno de Javier Milei le frenó en el Banco Central fondos a este organismo que estaban aprobados y a disposición para su ejecución por 34 millones de dólares destinados a la investigación científica con fines productivos. Esos fondos eran para la Agencia.
El espíritu del DNU es ejercer más y más estos controles para vaciar el sistema científico, y, en adelante avanzar sobre el gran organismo de ciencia del país, el CONICET.
Para el CONICET, ¿también intervención?
Si bien no lo dice, el Gobierno planea reformas profundas en el CONICET que suponen la liquidación del sistema de Ciencia y Tecnología. Esto se logra modificando el estatuto del máximo organismo de ciencia (algo que requiere una ley del Congreso) o interviniendo el Directorio para ampliar sus integrantes y que pierdan poder de decisión (y autonomía) los representates de la comunidad científica y las universidades nacionales.
Ese es el rumor que circula en los institutos de investigaciones que dependen del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (unos 330 en todo el país) donde dicen que el gobierno quiere incrementar los miembros del directorio del CONICET y de esa manera licuar el poder de los representantes de la comunidad científica y las universidades, lo que se entiende como una intervención.
En paralelo, hoy se formalizó el proceso de cierre de la Agencia I+D+i, el organismo nacional encargado de implementar distintos programas para financiar proyectos de investigación en todo el país que dependía de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. Con su cierre, ya no habría financiamiento a la investigación, dijeron.