La Universidad de Buenos Aires decidió unificar el rechazo al veto del presidente Javier Milei con una placa que se replicó en el stio web de todas las facultades que tiene la casa de estudios superiores.
“No al veto” es la placa con la que la universidad decidió difundir el mensaje a sus casi 300 mil estudiantes. La Universidad de Buenos Aires (UBA) es la universidad más grande de Argentina, superando los 300.000 estudiantes. Más precisamente, son unos 293.765 alumnos, mientras que en 2022 se inscribieron más de 63.000 estudiantes en el Ciclo Básico Común (CBC) de la UBA.
A esa comunidad es a la que la universidad busca llegar con su mensaje para masificar el reclamo contra el veto que el presidente Javier Milei aplicó a la Ley de Financiamiento Universitario.

Las gremiales de docentes y no docentes, como la FEDUN, la FAGDUT, la FATUN, las CONADUs ya comenzaron a visibilizar el reclamo de cara al tratamiento que el Congreso Nacional le dará al veto del Poder Ejecutivo, el próximo miércoles.
Movilizaciones, marchas, visibilización y paro son las acciones previas para la jornada del miércoles 17 de septiembre, que tiene en vilo a las universidades nacionales.
La ley
La propuesta contempla varios puntos que giran en torno a la asignación de recursos básicos y garantizados para el funcionamiento normal de universidades y centros de investigación, la resolución de la crítica situación salarial de docentes y personal nodocente, el financiamiento de programas de asistencia estudiantil fundamentales para la permanencia en la educación superior, y la transparencia y claridad en la distribución presupuestaria desde el Congreso de la Nación.

La iniciativa tiene como objetivo que el Poder Ejecutivo garantice cada año el piso de recursos básico para el funcionamiento de las Universidades Nacionales. Crea además un fondo anual de $10.000.000.000 para promover carreras que se definan como estratégicas y fundamentales para el desarrollo del país.
Asimismo, establece una ampliación anual y progresiva del monto destinado al financiamiento de becas universitarias y plantea una ampliación progresiva del presupuesto destinado a las Universidades Nacionales, hasta llevarlo al 1,5% del PBI en 2031.