La Cámara de Diputados se reúne hoy para una sesión especial convocada por la Unión Cívica Radical, a fin de tratar los proyectos sobre el presupuesto universitario, en medio de intentos del oficialismo para frenar el debate que podría tener quórum.
Esto es así porque este lunes el bloque de Unión por la Patria, que tiene 99 integrantes y es presidido por Germán Martínez, confirmó que asistirá al recinto de entrada, y de paso reclamará que junto a los proyectos que declaran la emergencia presupuestaria de las universidades públicas nacionales y que estipulan mecanismos de actualización automática del financiamiento para la educación superior, se traten las iniciativas que apuntan a la recuperación del Fondo de Incentivo Docente.
Hasta avanzada la tarde de este lunes se había especulado con la posibilidad de que el radicalismo levantara el pedido de sesión especial para este martes a las 14, luego de que el presidente de la comisión de Educación, Alejandro Finocchiaro, confirmara su intención de convocar a un plenario de comisiones junto a Presupuesto y Hacienda para el jueves.
La sesión sigue en pie a pesar del anuncio del Gobierno de un acuerdo (no comunicado al Consejo Interuniversitario Nacional) con las universidades a las que subiría 270% el presupuesto destinado a gastos de funcionamiento.
Las negociaciones no habrían llevado a buen puerto y por eso la UCR mantuvo la convocatoria al recinto, pese a la resistencia de algunos sectores internos del bloque que entendían que ante la convocatoria al plenario de comisiones para este jueves, la sesión perdía efecto práctico.
Pese al anuncio
El planteo de estos sectores disidentes tiene todo sentido y lógica: para lograr la media sanción de algunos de los proyectos que estarán en consideración (sin dictámenes firmados), se requerirá de una mayoría especial de dos tercios, una proporción casi imposible de alcanzar dada la correlación de fuerzas en la Cámara baja.
Al parecer, el sector que se referencia en De Loredo se molestó porque el acuerdo con la UBA se cerró a escondidas con el vicerrector de esa institución, Emiliano Yacobitti (ex diputado nacional y uno de los exponentes de Evolución junto a Martín Lousteau), en una interlocución que prescindió de la consulta al resto del radicalismo, en particular de quienes se involucraron en la negociación de la media sanción en la Cámara baja.
La irresuelta y llameante interna radical, y la competencia de egos y vanidades entre sus principales exponentes, derivó en convocatoria a una sesión que será a todas luces extraña por la inaudita ausencia de todo criterio de pragmatismo. Testimonialidad pura y dura.
Más allá de que los diputados de Evolución no están de acuerdo con esta sesión, bajarán al recinto a sentarse en las bancas porque la decisión se tomó democráticamente por mayoría. La Coalición Cívica también bajarán y la duda es que harán los diputados de Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal.
El PRO y La Libertad Avanza solamente bajarán una vez que la oposición haya conseguido el quórum, que está garantizado a partir de la sumatoria de las voluntades de Unión por la Patria y la UCR. El Frente de Izquierda también será de la partida desde el comienzo.
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