Periferia

31 de Mayo de 2024

Para el Gobierno, la reactivación de la PIAP es posible con fondos del exterior

El presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Guido Lavalle, se reunió con autoridades a cargo de administrar la planta neuquina que abastece a las centrales atómicas de Atucha y Embalse.

El presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Germán Lavalle, se reunió con autoridades de la provincia de Neuquén encargadas de administrar la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), localizada en Arroyito, y que abastece a las centrales nucleares del país.

Su importancia es clave, porque aporta agua pesada, el material tecnológico fundamental con el que funcionan las centrales que aportan entre el 2% y el 4% de la energía que produce nuestro país (el resto corresponde principalmente a las centrales hidreléctricas, a hidrocarburos, plantas solares, y eólicas, en menor medida).

Este tipo de agua se utiliza en reactores nucleares, así como en estudios de procesos químicos y bioquímicos. Para asegurarse el abastecimiento y no depender de otros países, la Argentina levantó la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) en Arroyito, provincia de Neuquén, que fue inaugurada en 1993. A tres décadas de ese hito, la idea es que vuelva a producir en 2025.

Aporte a la matriz energética nacional de las centrales nucleares y otras fuentes de energía.

Fondos del exterior

Justamente, la PIAP, fue tema de conversación durante una reunión que el ministro de Infraestructura de la provincia de Neuquén, Rubén Etcheverry, mantuvo con el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Germán Guido Lavalle.

“Con el ministro estamos viendo las posibilidades que está dando el mercado mundial para poner la planta a producir”, informó el presidente de la CNEA al término del encuentro, en Neuquén. “Estamos acordando un periodo para desarrollar los negocios durante lo que queda este año, durante este semestre. Puede haber una demanda de este producto que nosotros tenemos, que es el agua pesada; tenemos la esperanza de que el año que viene podamos reactivar la planta”, agregó.

Por su parte, Etcheverry destacó la visita de Lavalle a quien calificó como “una persona del sector, con muchísimo conocimiento, tanto nacional como internacional” y consideró que es “muy grato” que alguien prestigioso esté al frente de la CNEA dado el rol que tiene esta comisión en la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI).

Germán Lavalle, (der.), presidente de la CNEA, se reunió con las autoridades de la PIAP.

Oportunidades para la PIAP

Hasta el año pasado, las autoridades de la Comisión Nacional de Energía Atómica, evaluaban la posibilidad de reactivar la planta diversificando sus funciones a la producción de urea y biofertilizantes.

“Hemos convenido y acordado varios temas en forma muy rápida -dijo Etcheverry-. Creo que tenemos visiones similares de lo que pensamos para las oportunidades para la planta de agua pesada de Arroyito, es decir, ver estas oportunidades de mercado a futuro de agua pesada, pero también otras opciones de inversión”.

El ministro remarcó que acordaron plazos de trabajo cortos, “seis meses para ver, por un lado, el mercado mundial y, por otro lado, para ver otras opciones de inversión que queremos evaluar a través de distintos focos y distintos inversores que hoy ven la posibilidad de este activo tan importante que pueda ser utilizado también para otros usos petroquímicos”.

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